Seis años después del lanzamiento de la versión coupé, el Pagani Huayra finalmente consigue una carrocería convertible. El largo tiempo de desarrollo está plenamente justificado: más allá de toda la exclusividad, el nuevo Huayra Roadster logra la hazaña de ser más ligero y más rígido que el hermano mayor, invirtiendo la lógica que suele acompañar a este tipo de variación.
Las versiones convertibles, por lo general, necesitan refuerzo estructural adicional (y peso) para equilibrar la pérdida de rigidez en la torsión causada por la ausencia del techo. Pero el Pagani Huayra Roadster logró hacerlo 80 kilos más ligero que el original, un total de 1280 kg, un Mercedes-AMG Roadster GT C pesa 1595 kg.
Esto se logró gracias a la utilización de dos nuevos materiales compuestos, el Carbo-carbo-Triax y el HP52. Además de la reducción en el peso, todavía se consiguió mayor rigidez de torsión, un 52% en comparación con el Huayra, digamos, convencional.
El motor utilizado fue hecho por un encargo de Pagani a Mercedes-AMG. Este es el M158 una variación del V12 de 6.0 litros utilizado en los modelos superiores de AMG. En el Huayra Roadster, se traduce en 764 caballos de potencia a 6.200 rpm y 102 mkgf a 2.400 rpm.
La transmisión es automática de siete velocidades X-Trac también desarrollado para Pagani y la tracción sigue exclusivamente para las ruedas traseras. Para domar tanta fuerza, hay un control de estabilidad y tracción, con siete programas de conducción: Wet, Comfort, Sport, Race y totalmente apagado.
La suspensión mantiene el refinamiento de Huayra BC, pero quedó un 25% más ligero gracias a una enganche de aluminio llamado HiFrog, (de nuevo) desarrollado específicamente para el Roadster. Junto con los exclusivos neumáticos Pirelli PZero Corsa adaptados para Pagani, el resultado es una capacidad de aceleración lateral en curvas de 1,8 G, el mismo que el Huayra BC.
Pero la tarea de mantenerlo firmemente en el suelo no está restringida a la suspensión y los neumáticos. La aerodinámica también juega su parte. Cuatro aletas, dos delante y dos detrás, trabajando junto con la suspensión delantera activa para mantener el coche en el suelo, siempre paralelo a la superficie de la carretera.
Y para frenar? Entran en acción las pinzas de freno más avanzados ya realizados por Brembo, con seis pistones delante y cuatro detrás, accionando enormes discos cerámicos de carbono. Además de la potencia de frenado, tuvieron éxito en la reducción de la masa no suspendida, el peso que no es compatible con la suspensión, para mejorar aún más el comportamiento del coche.
La mejoras mecánicas y tecnológicas del nuevo Huayra Roadster son tan amplias que casi se deja de lado la razón de ser de este modelo: el techo, o la falta de ello. Hay dos tipos de techo: un techo rígido de fibra de carbono con una gran área de cristal, y una techo de tela de carbono que se puede almacenar en el propio cuando no está siendo utilizado.
Tanto el trabajo de ingeniería y diseño, por supuesto, tiene su precio: 2.280.000 euros, sin comisiones ni impuestos. El coche será presentado oficialmente al público en el Salón de Ginebra en marzo. ¿La mala noticia? Que las 100 unidades que se producirán ya se han vendido…