Mientras trabajamos nuestro cerebro está activo de forma constante y bajo una alta exigencia, de modo que durante ese tiempo libera una partícula llamada glutamato.
Cuando se almacena mucha cantidad de esta sustancia después de horas de trabajo, necesitamos un periodo de descanso para que nuestro cerebro pueda deshacerse del glutamato de forma natural. La manera más eficaz para que el cerebro libere dicha sustancia es dormir de forma correcta.
Por ello, es fundamental dormir un mínimo 7 horas diarias para que nuestro cerebro tenga un nivel de glutamato inofensivo antes de volver a generar más durante la jornada laboral.