Cotidianamente, cuando escuchamos la palabra museo la asociamos con arte. Tiene sentido, pues en un principio estas instituciones comenzaron como centros de exhibición de obras. Derivado de esto, un espacio que hace honor a la biología pura es el Museo Parasitológico de Meguro, en Japón.
Aunque se trata del único espacio en el mundo dedicado a los parásitos, este lugar es pequeño. De esta colección tan variada, la joya de la casa es una lombriz solitaria de 8,8 metros de longitud.