El popular chef británico ha anunciado que The Jamie Oliver Group, su cadena de restaurantes, ha entrado en quiebra este martes. Según ha publicado la compañía los malos resultados desembocarán con el despedido de 1.000 empleados.
Jamie Oliver se hizo muy popular hace ya una década con sus programas televisivos de cocina, que han sido emitidos en decenas de países. Es más, en 2010 llegó a ganar un premio Emmy y ha dado charlas en diversos centros escolares sobre alimentación saludable.
Eso sí, desde 2017 la situación económica de sus restaurantes ha ido a peor. Jamie Oliver se vio forzado a cerrar las cadenas Jamie’s Italian y Barbecoa y hasta la revista que había estado en venta en los últimos diez años.
El chef británico ha expresado sus sentimientos a través de las redes sociales. «Estoy devastado por el hecho de que nuestros queridos restaurantes en Reino Unido haya entrado en quiebra. Estoy profundamente triste por este resultado y me gustaría darle las gracias a todas las personas que han puesto sus corazones y almas en este negocio a lo largo de los años», ha comentado.
CIERRE PRÁCTICAMENTE TOTAL
La compañía ha nombrado como administrador a la compañía de servicios profesionales KPMG, quien ha anunciado el cierre de 22 de los 25 restaurantes del grupo. De esta forma, tan sólo alrededor de 300 empleados mantendrán sus puestos y más de 1.000 trabajadores perderán su sitio.
El grupo había iniciado este año un proceso para asegurarse una línea de financiación y el propio Oliver aportó cuatro millones de libras (4,6 millones de euros) para apoyar la recaudación de fondos. Sin embargo, la compañía ha tenido que declararse insolvente ante la falta de «inversiones adecuadas» y «a la vista del difícil entorno operativo».
Los únicos locales británicos que se han salvado son los que están presentes en el aeropuerto de Gatwick. Los administradores de KPMG han indicado que estos seguirán operando «a corto plazo» a medida que se exploran las posibles «opciones» para esos establecimientos. No obstante, no se ha descartado que finalmente cierren también estos restaurantes, por lo que hay más de 300 puestos de trabajo que también permanecen en riesgo.