El hecho de no tener que pagar el servicio de estacionamiento regulado en la mayoría de las ciudades que lo han implantado y circular sin restricciones por las grandes urbes es uno de los mayores acicates para comprar un coche eléctrico. Quizá tampoco dure mucho esta ventaja.
El Departamento de Transporte del Estado de Utah (Estados Unidos) ha adjudicado a Emovis, la filial del Grupo Abertis dedicada al desarrollo y gestión de tecnología de peajes, un proyecto para implementar y operar un sistema de pago por uso de las carreteras exclusivo para vehículos eléctricos, tal y como ha informado la compañía.
El objetivo de este proyecto es gestionar el cobro de una tasa de financiación de las infraestructuras a los vehículos eléctricos, para compensar que estos no pagan el impuesto sobre la gasolina con el que se financian las infraestructuras en Estados Unidos. El proyecto está previsto que entre en funcionamiento en enero de 2020, según Abertis.
El impuesto sobre la gasolina es una fuente de financiación importante para el presupuesto en transporte en Estados Unidos para mantener las carreteras. Dado que el parque móvil se está “electrificando” cada vez más –y por tanto, los vehículos dejarán previsiblemente de consumir gasolina en el futuro–, los ingresos fiscales por este combustible también disminuirán. Por esa razón, los diferentes estados están buscando una fuente más estable de fondos para financiar el mantenimiento de las carreteras y otras infraestructuras vinculadas con las carreteras.
Este movimiento podría trasladarse tarde o temprano a España. En ciudades como Madrid y Barcelona los vehículos eléctricos son cada vez más comunes por, además del compromiso con el medioambiente, las ventajas económicas y de circulación que ofrece a sus conductores. Para aquellos que tienen que moverse por estas grandes urbes a diario, llevar un coche con un motor de combustión supone un elevado sobrecoste por aparcar en zonas de líneas verde o azul y la imposibilidad de entrar en Madrid Central (salvo que los vehículos con pegatinas B y C dejen el coche en un aparcamiento, con su consiguiente visita a caja).
El mercado del vehículo eléctrico o con motores alternativos sigue creciendo en España con fuerza. Hasta abril, los concesionarios han matriculado 4.086 vehículos eléctricos (+77,73%), 2.405 híbridos enchufables (+85,29%), 10.642 propulsados a gas (+78,83%) y 30.536 híbridos no enchufables (+33,89%), según los datos elaborados por el Instituto de Estudios de Automoción (Ideauto) a partir de la información facilitada por la DGT.
A medida que los coches eléctricos crezcan en el parque móvil español, las grandes urbes reducirán sus ingresos por usar los servicios de estacionamiento regulado
No obstante, no hay que olvidar que Madrid y Cataluña han acaparado el 75% de la cuota de mercado de matriculaciones electrificadas en España los primeros cuatro meses de 2019, según los datos de Ideauto. Sobre todo, la capital (58,62%). Por tanto, tres de cada cuatro coches eléctricos vendidos en España se quedaron en estas dos comunidades. Justo las dos ciudades con mayores impedimentos económicos a la libre circulación y aparcamiento de vehículos con motores gasolina y diésel.
La incorporación del vehículo eléctrico al parque móvil español conllevará una reducción de los ingresos en las arcas municipales de las grandes y medianas ciudades. Se trata de un proceso lento que llevará algunos años, indudablemente. Pero claro, cuando los consistorios empiecen a ver que la recaudación de los servicios de estacionamiento regulado baje, ¿qué medidas tomarán? Los gastos seguirán ahí (acondicionamiento de las calles, aceras, socavones, señales, semáforos, etc.) y el dinero lo pondrá el de siempre (el ciudadano). Pero, ¿cómo?
En Estados Unidos ya están trabajando para que los conductores de vehículos eléctricos también paguen impuestos en los peajes. ¿Lo veremos en España? Porque se abre además otro tema derivado muy importante. ¿Qué sería de los servicios de car sharing si los vehículos eléctricos tuvieran que pagar por aparcar en Madrid o Barcelona?