viernes, 22 noviembre 2024

Los fondos aprietan a Laporta por la deuda de Espai Barça

Joan Laporta trata de colocar 1.500 millones de euros en deuda desde hace nueve meses. El presidente del FC Barcelona delegó está búsqueda en Goldman Sachs y JP Morgan, quienes tratan de convencer a los fondos de inversión sobre las bondades de esta operación. Entre los inversores tentados se encuentran Metlife, Barings, Apollo y New York Life.

En un inicio, Laporta trató de dar cabida a la banca española, con CaixaBank y Sabadell así como Banco Santander. Sin embargo, el planteamiento para la emisión de deuda y recuperación de la inversión se basó al más puro estilo americano: en función de los ingresos obtenidos. Las entidades financieras españolas descartaron entrar en la rueda al salirse del negocio tradicional en este tipo de emisiones. Todo ello, cuando la Reserva Federal de EE UU había comenzado su agresiva política de tipos de interés, con un aumento del 0,75%.

Sin embargo, las condiciones de mayo de 2022, cuando se produjeron los primeros encuentros entre la cúpula del FC Barcelona y los representantes de los fondos de inversión, han cambiado drásticamente. Los tipos de interés se han incrementado en cuatro puntos desde entonces, endureciendo las condiciones de los créditos e impidiendo el acceso al dinero. De hecho, el propio Laporta lo ha lamentado en más de una ocasión. «Si se hubiera llegado a un acuerdo cuando comenzó el proyecto no habría que subir los intereses», han asegurado fuentes conocedoras de la situación a MERCA2.

EL TIEMPO CORRE EN CONTRA DE LAPORTA Y DEL FC BARCELONA

El club rema ahora contracorriente y con el tiempo jugando en su contra. Las obras de Limak se inician este mes de junio y aún no se ha cerrado ninguno de los tres tramos de deuda por valor de 500 millones cada uno. Para iniciar este proceso, es necesario colocar toda la deuda, es decir, cerrarla antes de mayo, aunque las mismas fuentes sostienen que se firmará «meses antes».

Las tasas del crédito en EE UU se sitúan muy cerca del 7%, pero para atraer inversión inmobiliaria la rentabilidad bruta exigida alcanza los dos dígitos en el escenario actual. Y es que, la Reserva Federal se prepara para incrementar el precio del dólar a razón de 25 puntos básicos al mes en marzo, abril y mayo, como mínimo, para dejar la tasa oficial cerca del 5,5%.

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona
Joan Laporta, presidente del FC Barcelona

«Los fondos no se contentan con los intereses de mayo de 2022. Necesitan ganar no sólo a la inflación, sino superarla con creces en cada inversión», han sostenido. Además, están exigiendo «fuertes garantías». Laporta ha hipotecado con sus palancas al Barcelona, y ahora hará lo mismo con el Espai Barça, pero utilizando los ingresos futuros. Sobre el papel, el plan de la directiva del FC Barcelona funcionaría siempre y cuando no hubiera contratiempo alguno.

Sin embargo, los riesgos inherentes a la operación son múltiples, aunque algunos más elevados que otros. En el hipotético caso de que Limak sea cesado como contratista, el club tendría que asumir un sobrecoste de entre 180 y 232 millones de euros, un montante que se financiará con la emisión de esta deuda.

LAS DURAS CONDICIONES A LAS QUE SE ENFRENTA LAPORTA

Para evitar abonar unos elevados intereses, Laporta está entregando todo tipo de garantías para cumplir con la deuda. En el caso de que los fondos exijan dinero en efectivo y sin depender de los ingresos futuros, la factura sería prohibitiva para el club azulgrana, más cuando una remuneración de entre el 7% y el 10%, tendría como consecuencia el pago de cerca de unos 450 millones de euros en los próximos tres años, es decir, casi el 75% de la masa salarial. Con un vencimiento a 35 años vista, este tipo de interés sería inasumible dado el escenario macroeconómico actual.

Laporta trata de convencer a los fondos, a través de JP Morgan y Goldman Sachs, para aceptar estas garantías y rebajar así el coste de la deuda

El club trata de no superar un interés del 3%, pero es un reto complicado dado el actual escenario. Las fuentes señalan que es factible llegar a este porcentaje en la negociación, más cuando lo comparan con la deuda del Real Madrid por su nuevo Santiago Bernabéu. No obstante, el club blanco ostenta unas finanzas saneadas y firmó la deuda hace cuatro años, con unas condiciones de tipos de interés óptimas.

Por este motivo, Laporta trata de convencer a los fondos, a través de JP Morgan y Goldman Sachs, para aceptar estas garantías y rebajar así el coste de la deuda. La agencia Kroll Bonds, especializada en ‘bonos verdes’, advirtió de los riesgos en su informe sobre la calificación de la deuda y la situó en BBB+, la cuarta mejor nota, de su escala.

LAPORTA REBAJARÁ EL COSTE DE LA DEUDA VERDE

«Ya podemos decir que se está ultimando la estructura de financiación del Espai Barça, que conjuntamente con la firma de la empresa constructora Limak, permitirá poner en marcha las obras después de 10 años de atraso, y tener finalmente un Estadi de primer nivel mundial con la capacidad de generar muchos más ingresos», ha afirmado Laporta hace apenas una semana.

En la misma declaración pública, el presidente del FC Barcelona aseguró que había obtenido la categoría de GreenBons por parte de Morningstar Sustainalytics, una calificación que permite abrir de par en par la negociación de estos valores en los mercados de renta fija de EE UU y rebajaría el interés exigido por los bonos, una «posibilidad de conseguir la financiación a un precio más ajustado».

Pero los fondos no sólo se rigen por la calificación de la deuda, sino también miran al acuerdo alcanzado con Limak para llevar a cabo la faraónica obra del Camp Nou. Por un lado, se estableció la retención del 10% de cada pago mensual a la constructora por cada tramo de obra ejecutada, un montante que engordaría un fondo de garantía, así como un aval del 10% de la obra, unos 96 millones de euros, aportado por BBVA y una penalización de un millón de euros diarios en caso de Limak sea sustituida y no abandone la obra en 15 días.

Estas cláusulas, lejos de tranquilizar, han encendido todas las alarmas. Las advertencias sobre la rescisión de contrato a la constructora turca y la valoración de los riesgos en caso de materializarse no despeja duda alguna sobre la confianza que inspira la adjudicación. La propia agencia de calificación señala que es un «riesgo medio» esta situación, pero también da la alerta sobre las garantías.

LAS CLÁUSULAS ADVIERTEN SOBRE LA RESCISIÓN DE CONTRATO A LIMAK

La propia calificadora de riesgos también destacó la posibilidad de un retraso de al menos un año, un contratiempo que generaría más costes y una importante merma de ingresos. Para cubrir este riesgo, los tenedores de la deuda podrían reclamar los ingresos del Camp Nou durante las temporadas 2025 y 2027, un montante que alcanza el 49% del importe total de la obra, estimada en un máximo de 900 millones. Además, en caso de tener problemas para cobrar, el FC Barcelona pagará el 55% de los ingresos del Camp Nou a los fondos. Eso sí, el FC Barcelona ha evitado hipotecar el Camp Nou para poder llevar adelante el proyecto.

Para dar más visibilidad a esta financiación, el FC Barcelona ha designado a Nikkei Sekkei para hacerse cargo de la obra. Este prestigioso estudio de arquitectura fue el designado por la anterior junta para el diseño del estadio. Por un lado, dará soluciones a los problemas que surjan durante las obras y asistencia técnica a Limak. Inicialmente, Laporta les apartó del proyecto, pero el estudio amenazó con llevar a cabo acciones judiciales. Tanto Goldman Sachs como JP Morgan advirtieron de la salida de los nipones del proyecto, más cuando Limak no cuenta con experiencia demostrable en campos de fútbol de primer nivel.


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