Caixabank ha comenzado 2023 con una de las mayores sorpresas del sector inmobiliario. La entidad bancaria pone a concurso 30.000 de sus activos por valor de más de 4.000 millones de euros, aunque en tres carteras distintas. Hace unas semanas la compañía española lanzó al mercado parte de sus inmuebles como estrategia para evitar la nueva Ley de Vivienda y la supuesta próxima quema contra los pisos vacíos. Ahora, Caixabank aprovecha también para cambiar la cartera de manos que, a día de hoy y hasta finales de año, mantiene Servihabitat.
Servihabitat, Altamira, Aliseda, Solvia e Hipoges, dispuestas a hacerse con la cartera inmobiliari de Caixabank
De hecho, según informan fuentes del sector, la propia Servihabitat sería una de las entidades interesadas en las tres carteras, aunque en este caso más bien en renovar el contrato con Caixabank. Junto con Servihabitat están grandes servicers del sector como Altamira, Aliseda, Solvia e Hipoges, dispuestos a hacerse con el manejo de los activos de la entidad bancaria.
Durante el tiempo de contrato entre Caixabank y Servihabitat, el portal inmobiliario ha estado ingresando alrededor de 80 millones de euros anuales, algo que podría dejar de ocurrir en caso de que el concurso resultase favorable a cualquiera de las otras entidades interesadas.
La resolución del concurso será a finales del mes de marzo
De hecho, aunque la relación entre ambas compañías tiene legalidad hasta finales de este mismo año, Caixabank ha decidido adelantar la propuesta de su cartera y se espera que sea a finales de marzo cuando se conozca la nueva gestora del ladrillo de la compañía española.
3 CARTERAS 3 OPERACIONES
La cartera inmobiliaria de Caixabank se compone de 30.000 activos que rondan los 4.000 millones de euros, dominio la sociedad inmobiliaria BuildingCenter, aunque bajo la gestión del portal Servihabitat.
La decisión de la entidad bancaria de establecer 3 carteras distintas se debe a que los activos son de distintas tipologías, es decir que existen inmuebles de alquiler, comerciales y de gestión técnica. Diferentes carteras, diferentes contratos y distintas condiciones.
Una forma de diversificar y minimizar riesgos en época de incertidumbre económica e inestabilidad inmobiliaria
Los contratos serán entre dos y tres años con opción de renovación hasta un año más
En cuanto a la duración de los mismos, la cartera de alquiler es de tan solo dos años, mientras que la comercial y la dedicada a gestión técnica podrán tener un contrato de hasta tres años. No obstante, todas ellas mantendrán una cláusula específica con la posibilidad de renovar hasta un año más, según distintas variantes.
Con todo, la renovación de Servihabitat no es caballo asegurado ni ganador. Las mismas fuentes indican que la antelación de la cartera gestionada ahora por la entidad inmobiliaria se debe a la necesidad de Caixabank de ahorrar un 20% en las cuentas del contrato con una rebaja de comisiones.
Misma operación que hace casi un año cuando Sareb repartió toda su cartera entre Hipoges y Aliseda-Anticipa, quienes desde abril de 2022 manejan una cartera de más de 14.000 y 11.300 millones de euros respectivamente.
DELOITTE JUNTO A CAIXABANK
La entidad bancaria ha reconocido que ya ha recibido la mayoría de las pujas esperadas, ya que una misma entidad ha podido presentar concurso para una, dos o las tres carteras. Aunque se espera que el fallo final se anuncie a finales de marzo, el proceso podría alargarse hasta mediados de año.
Caixabank elige a Deloitte como asesora para la operación
De cualquiera de las maneras, la o las nuevas gestoras comenzarán a manejar la cartera de Caixabank a partir de 2024, cuando finalice el contrato con Servihabitat.
En este proceso, también toma nombre propio la consultora Deloitte, elegida por la compañía bancaria para el asesoramiento de toda la operación. Cabe recordar que es el segundo paso inmobiliario que Caixabank da en las últimas semanas. Primero con el lanzamiento de miles de viviendas al mercado y después con la decisión de adelantar el concurso de su cartera. De llegar a romperse el contrato con Servihabitat, la compañía inmobiliaria podría complicarse la situación después de que casi pierde también la cartera de Sareb.