Morderse las uñas es uno de los malos hábitos en el mundo. De hecho, pocos conocen las posibles consecuencias de este simple acto. Herpes, gingivitis, asma y enfermedades de transmisión sexual, entre otras, son las enfermedades que puedes tener cuando te muerdes la uñas. Te explicamos las causas y las consecuencias derivadas del morderse las uñas o de la onicofagia.
Morderse las uñas es una práctica muy difundida y que, todo apunta, que es debida a un trastorno compulsivo. En la base del morderse las uñas encontramos, muy a menudo un motivo psicológico presentándose en los momentos de máxima tensión y nerviosismo. Las personas que padecen la onicofagia lo justifican diciendo que mordiéndose las uñas se relajan, ejerce sobre ellos un efecto relajante.
Este hábito suele comenzar cuando el niño tiene entre 4 y 5 años debido a una tensión o sobreexcitación producida, generalmente por la llegada de un nuevo hermano, o por tensiones familiares que afectan directa o indirectamente al niño. Esto puede agravarse, con los años, y va manifestándose en momentos de inseguridad, miedo y al sentirse cuestionado, o, simplemente, al no saber si será aceptado por los demás.
Principales causas que llevan a morderse la uñas
Las causas, casi siempre tienen una naturaleza biológica o ambiental, morderse las uñas, es casi siempre, como ya se ha dicho, la respuesta a una tensión interna que luego se transforma en dificultad. Las razones más comunes son:
El estrés y la ansiedad: la persona que tiene este mal hábito tiende a descargar las preocupaciones e inquietudes mordiéndose las uñas. Esto les permite dar rienda suelta a la carga emocional.
La autolesión: en algunos casos, el morderse las uñas puede ser una expresión de la agresión reprimida, la ira se dirige hacia uno mismo en lugar de hacia el exterior.
El aburrimiento: es el caso de aquellas personas que tienden a morderse las uñas, sobre todo, en momentos de ocio, mientras ve la televisión, o están aburridos en tren o hablando por teléfono.
No siempre es fácil de entender el origen de este mal hábito que, la mayoría de los casos, sse remonta a la infancia y dura hasta la edad adulta.
Consecuencias de morderse las uñas
- Irritación de la piel – Las uñas acumulan todo tipo de bacterias, hongos y levaduras. En particular, los más perjudiciales para la salud es el Staphylococcus Aureus, que puede causar irritaciones de la piel, infecciones y en el peor de los casos las aftas bucales.
- Vómito y diarrea – Al morderse las uñas, estas se convierten en un paraíso para las bacterias, ya que se diluyen con la que ya están presentes en la saliva. ¿Las consecuencias? Diarrea, vómitos e infecciones intestinales.
- Daño dental – Las uñas son frágiles y se rompen con facilidad, pero, a pesar de esa fragilidad, pueden causar graves daños a los dientes. Las fracturas, pérdida de dientes, problemas de la mandíbula son sólo algunas de las devastadoras consecuencias de este acto.
- Herpes – Cuando la onicofagia se practica durante una infección del virus del Herpes Simplex, es muy probable que produzca aftas bucales y que estas cuesten de marchar. A menudo, con los dedos, es muy fácil infectar otras partes de la cara y podría causar muchas molestias.
- Problemas gingivales – comerse las uñas puede causar un traumatismo accidental en las encías. Si estos problemas no se tratan, puede comenzar a sufrir de gingivitis e inflamación.
- Halitosis – En la boca viven muchas bacterias, algunas de las cuales son «buenas», y son esenciales para su salud oral. Cuando se come las uñas, sin embargo, introducen las bacterias que no deberían estar allí, lo que podría causar problemas de mal aliento.
- Pus en las yemas de los dedos – Comerse las uñas junto con las cutículas puede ser una “buena” manera de liberar la tensión, pero si entra en contacto con el Staphylococcus Aureus puede encontrarse con heridas en las yemas de los dedos. Los dedos se cubrirán de pus, de la misma manera que si tuviera un herpes.
- Enfermedades de transmisión sexual – Estos son casos raros, pero a veces, el morderse las uñas también puede causar enfermedades de transmisión sexual. Sólo que haya una pequeña lesión en la boca, comerse las uñas hacer que entre en contacto con un virus peligroso.
- Intoxicarse con el esmalte de uñas – La mayoría de los esmaltes contienen formaldehído, una sustancia que se utiliza para embalsamar cadáveres. Comerse las uñas mientras lleva esmalte no solo ingiere las bacterias sino también los compuestos tóxicos.
- Las uñas podrían no volver a crecer – La onicofagia crónica puede dañar el lecho de la uña de forma permanente, lo que impediría la regeneración de las uñas.
- Pueden formarse verrugas – Las verrugas son causadas por un virus y el morderse las uñas conduce fácilmente a las infecciones de este tipo. Si las verrugas no se tratan, pueden extenderse a diferentes partes del cuerpo.
Remedios para dejar de comerse las uñas
Dejar de comerse las uñas requiere mucha fuerza de voluntad de la que muchas personas carecen. Existen diferentes fármacos para producir una aversión al acto de onicofágico. Incluso los remedios de la abuela pueden servir: ponerse pimienta, ajo, cebolla, etc.
Pero, ¿qué hacer en el caso de padecer una onicofagia grave?
En los casos en los que los remedios simples no son suficientes para eliminar el problema, se habla de onicofagia grave, que también puede llevar a la deformación de los dedos. En la vida social, tener las uñas onicofágicas y los dedos reducidos a causa de esta afección, causa incomodidad porque denota que la persona es insegura e incapaz de controlarse a sí mismo. En estos casos puede ser útil el uso de la terapia conductual que consiste en hacer desaprender este mal hábito interviniendo sobre el estímulo que provoca el impulso de morderse las uñas. En los casos en que las laceraciones son particularmente graves se puede recurrir a la terapia con medicamentos. De hecho, el morderse las uñas responde positivamente al tratamiento a base de antidepresivos.