RTVE se vuelca este fin de semana con la edición número 64 de Eurovisión, gala que rompe audímetros en España y en el resto del ‘viejo continente’, donde es seguido por alrededor de 200 millones de personas.
Miki intentará salvar los muebles de la Corporación pública española con ‘La Venda‘, hit que derrocha alegría. La 1 emitirá este sábado el evento desde las 21.00h de la noche. No estará el representante portugués, Conan Osiris, que pagó su valentía en la semifinal.
El representante de RTVE se saltó esta fase porque España es uno de los países del ‘Big Five’ (junto a Alemania, Francia, Italia y Reino Unido), selecto clan que evita la humillación tirando de chequera ante la UER, agrupación de televisiones públicas europeas.
El impacto que tendrá esta gala en las cuentas de TVE no están del todo claras. Pero el excorresponsal de la cadena Stéphane M. Grueso logró saber el coste de la edición 2016 tras llegar a un juicio.
Hace tres años RTVE pagó 293.000 euros de canon a la UER (cantidad con la que evitó la semifinal), 50.000 a la productora Gestmusic por asesoría y miles de euros en transportes, dietas, taxis y alquiler de equipo técnico hasta llegar a los 450.000 euros.
¿Es mucho dinero? A simple vista sí, pero TVE acaba de ganar una subasta por emitir la final copera entre el Barça y el Valencia por alrededor de tres millones de euros. La música en prime-time, el europeísmo que irradia el evento y el deseo de las privadas, Atresmedia y Mediaset, de poder emitir un evento de estas características demuestran que el gasto quizás merezca la pena.
La UER ha desvelado que varias televisiones norteamericanas han pagado los derechos para lanzar en 2012 un Eurovisión entre los estados que forman USA y los de Canadá. ‘The American Song Contest’ se llamará el nuevo invento.
PURPURINA, COMUNIDAD LGTBIQ Y MADONNA
Madonna será uno de los platos fuertes de la noche. Su presencia ayudará a consolidar a Eurovisión como un referente de la comunidad LGTBIQ. El periodista alemán Peter Rehberg sostiene en su libro ‘Nacionalidad queer en el festival de Eurovisión’ que esta identificación está relacionada con el deseo de pertenencia en el pasado de muchos homosexuales que se sentían menospreciados en otros ámbitos.
Eurovisión es un icono para la prensa televisiva, que disfruta y se vuelca con este evento que algunos miran con cierto escepticismo o pesimismo porque su resultado final parece depender más de las complicidades geopolíticas que de la calidad del espectáculo.
EL FESTIVAL MÁS POLÉMICO
RTVE contrató a una charanga para acompañar a Miki antes de dar su última rueda de prensa en Madrid. Pero algunos activistas le empañaron la fiesta con carteles y gritos: «Israel asesino», «Sois los nazis del siglo XXI» o «Que la música no pague el genocidio».
El sindicato CGT envió una carta a Rosa María Mateo en la que le exigía que RTVE no participase esta edición para «evitar ser cómplices de Israel» y «para evitar ser cómplices de las violaciones de los derechos humanos y de la ocupación de los territorios palestinos por parte de dicho Estado».
CGT-RTVE recordó el «amplio número de artistas incluyendo a exconcursantes, así como diversas organizaciones ligadas al festival, que han respaldado la llamada de artistas y periodistas palestinos para dar la espalda al Festival de Eurovisión 2019».
Es evidente que la presencia de Israel o Australia no parece propicia en un festival europeo, pero especialmente polémica es la del primero por sus características. Paula Sainz-Pardo, presentadora de ‘La 2 Noticias’, realizó varias preguntas en su cuenta de Twitter: «¿A favor o en contra del boicot al Festival de Eurovisión que se celebra en Israel?».
«¿Que el festival se celebre en Israel normaliza los crímenes que sufren los palestinos? ¿Eurovisión debe ser una herramienta de presión para que Israel respete los derechos humanos? ¿Que Eurovisión se celebre en Israel normaliza los crímenes que sufren los palestinos, una acusación que ha denunciado la ONU?», se preguntó.
Y remató: «¿Eurovisión debe ser una herramienta de presión para que Israel respete los derechos humanos, teniendo en cuenta que Eurovisión según sus estatutos es apolítica, en teoría? Pero bueno, sólo en teoría, porque a nadie se le escapa que su corista principal es la geopolítica».
RTVE NO QUIERE SABER NADA DE POLÉMICAS EN EUROVISIÓN
En la cúpula de RTVE han decidido hacer oídos sordos con la polémica edición y han querido mantener un tono de normalidad en su visita a Israel, en donde se han volcado con Miki para que logre mejores resultados que los artistas españoles que le precedieron.
No tendrá fácil Miki acercarse a los números de audiencia que lograron el pasado año Amaia y Alfred, que cosecharon el mejor dato de la última década con 7,2 millones de espectadores y un 43,5% de share. Y parece imposible que se acerque a los 12,8 millones que alcanzó Rosa López con su ‘Europe’s living a celebration’.