Las migas son un plato tradicional de la gastronomía extremeña, aunque también se han extendido en otras regiones de España. Cada zona tiene su propia versión, pero la de Extremadura es la más popular. Se trata de un plato sencillo aunque contundente, perfecto para reuniones familiares en las épocas de frío, ya que tienen un importante aporte calórico que es ideal para combatir los rigores del invierno. Además de ser una receta tradicional, de esas que nos recuerdan a la infancia y a nuestras abuelas, es también muy económica, porque es uno de esos platos típicos de aprovechamiento que tanto nos gustan.
1MIGAS, UN PLATO HUMILDE Y DE CAMPO
Se solía cocinar en el campo, ya que, precisamente por ser un plato fuerte y calórico, era un bocado muy reconstituyente después de una jornada de trabajo al aire libre. Es por eso que las migas extremeñas se conecten también como migas de pastor, y están asociadas a la trashumancia. Los pastores de antaño pasaban muchos meses caminado en soledad por la sierra mientras el ganado pastaba y no tenían demasiadas opciones alimenticias. Así que tenían que aprovechar los alimentos como el pan duro. Tomaban un caldero y preparaban unas migas bien calentitas que se comían directamente de la sartén. Por lo tanto, es un plato humilde, que sigue formando parte de nuestro recetario habitual.