Merck registró un beneficio neto atribuido de 189 millones de euros en el primer trimestre de 2019. Unos datos poco alentadores, ya que la cifra supone un descenso del 44,5% respecto al mismo periodo del año anterior, según ha informado la compañía alemana, más conocida en Estados Unidos y Canadá como EMD.
El laboratorio germano ha atribuido el cambio en el resultado neto a «ciertos impactos financieros» atípicos durante los primeros tres meses del año pasado, así como al efecto de los tipos de cambio frente al euro durante el inicio de 2019.
La facturación neta entre enero y marzo avanzó un 7,5%, hasta situarse en 3.746 millones de euros. La división biotecnológica registró unos ingresos de 1.661 millones de euros, un 10,5% más, mientras que el área de salud creció un 3,2%, hasta 1.481 millones de euros. El negocio de materiales de alto rendimiento facturó 604 millones de euros, un 7,1% más.
De su lado, el coste de los productos vendidos de Merck se incrementó un 9,8%, hasta situarse en 1.384 millones de euros, los gastos de venta y marketing crecieron un 6,9%, hasta 1.091 millones de euros y la inversión en investigación y desarrollo (I+D) avanzó un 3,7%, hasta 527 millones de euros.
DURO FELGUERA ‘REMONTA’ SUS CUENTAS
Duro Felguera también ha dado a conocer sus cuentas este martes. La compañía perdió un millón de euros en los tres primeros meses del año, lo que supone una reducción de las pérdidas de casi el 94% respecto a los cerca de 17 millones de euros que perdió en el mismo periodo del pasado año.
Según ha informado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la facturación total fue de 83,5 millones de euros, lo que supone una disminución de más del 14%, debido al nivel de contratación del año pasado.
La contratación en el primer trimestre del año alcanzó los 33 millones de euros, tras registrar un aumento del 12%, situando la cartera total a cierre de marzo en los 725 millones de euros.
Asimismo, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) también pasó a terreno positivo, desde las pérdidas de casi 14 millones de euros del año pasado, hasta los 1,5 millones de euros contabilizados hasta marzo, gracias al saneamiento extraordinario realizado en 2018.
No obstante, la deuda financiera neta de la compañía de ingeniería asturiana pasó de los 3,5 millones a los más de 26,2 millones de euros, tras la reducción de la posición de tesorería de más de 20 millones de euros, hasta los 80 millones a cierre de marzo.
En la próxima junta general de accionistas, el consejo de administración propondrá la realización de una reducción de capital para recuperar el equilibrio patrimonial, la realización de un contrasplit y presentará el plan estratégico para los próximos años.