Christine Lagarde sigue los pasos de Jerome Powell para estrangular el crédito, introducir la recesión en la Eurozona y provocar así una supuesta bajada de la inflación. «La inflación no bajará sola», ha afirmado Isabel Schnabel, miembro de la Junta Ejecutiva del Banco Central Europeo (BCE) y parte del ala dura de la institución al defender subidas superiores al 0,5% desde hace meses ante la estanflación -cuando los precios crecen a un ritmo superior al del PIB- que vive la Eurozona.
La mirada agresiva de Schnabel apunta que los «los tipos aún tendrán que aumentar significativamente a un ritmo constante para alcanzar niveles que sean lo suficientemente restrictivos para garantizar un regreso oportuno de la inflación a nuestro objetivo de medio plazo del 2%». Por el momento, el BCE incumple su mandato desde julio del pasado 2021.
la única salida es vía recesión y esto, lo dejo entrever Powell en algunas de sus intervenciones, cuando comentó que si »tenían que destruir el mercado laboral, lo harían
En resumen, restringir el acceso al crédito, tal y como ha marcado la Reserva Federal en Estados Unidos. A diferencia de 2008, la acción de los bancos centrales no está siendo coordinada y puede provocar serios desequilibrios a uno y otro lado del Atlántico. Por el momento, la reacción se ha contenido con una fuerte bajada del precio de las materias primas.
Sin embargo, el BCE no puede controlar la inflación por sí mismo. Y es que, el problema es de oferta, ajeno a su radio de acción y como mucho puede paliar el ritmo de subida de los precios, pero éstos continuarán creciendo al menos hasta 2025, según las propias previsiones del guardián del euro.
LAGARDE BUSCA SUBIR LOS TIPOS AL 0,75% EN FEBRERO
Estas subidas, que se estima continuarán al menos durante los primeros seis meses del año, hasta alcanzar como mínimo el 4%, tienen un efecto reactivo en los mercados y empujan al estallido de las diferentes burbujas creadas tras una década de dinero a coste cero. Por un lado, encarecerá la financiación de todas las industrias, incluyendo las renovables y tecnologías verdes, subiendo así los gastos de una costosa transición energética.
Además, el BCE tendrá que iniciar la venta de deuda de los países soberanos, impactando negativamente en la prima de riesgo y encareciendo los intereses de deuda. Este martes, el Tesoro de España ha tenido que incrementar los intereses un 21% para poder cerrar con éxito su emisión de deuda a seis y doce meses en la primera operación de este 2023.
LA VELOCIDAD DEL DINERO SE CONTRAE A MÍNIMOS CON POWELL
Pero no contento con esta situación, si el BCE cumpliera con el guion establecido de la Reserva Federal tendrá que cortar la velocidad de movimiento del dinero. En EE UU, la M2 se ha contraído en exceso, hasta alcanzar niveles no vistos desde 1960. El organismo dirigido por Jerome Powell no le está temblando el pulso a la hora de tomar medidas drásticas, incluso si éstas hacen incrementar el paro.
«No detener la alta inflación a tiempo pondría en peligro la transición ecológica de manera más fundamental», ha afirmado Schnabel. El organismo lejos de volver a la normalidad en 2017, con una vuelta al crecimiento, espero y mantuvo la flexibilidad monetaria, una inacción que están pagando ahora los hipotecados e inquilinos con subidas de intereses que impiden acceder a la compra de vivienda, mientras que los alquileres se han disparado.
«Desde mi punto de vista, para llegar al objetivo de una caída brusca de la inflación a los objetivos que se marcan los bancos centrales, la única salida es vía recesión y esto, lo dejo entrever Powell en algunas de sus intervenciones, cuando comentó que si »tenían que destruir el mercado laboral, lo harían», ha señalado Diego Morín, analista de IG Markets, a preguntas de MERCA2.
«!– /wp:paragraph –>
EL BCE METERÁ A LA EUROZONA EN RECESIÓN
«A medida que se produzca una ralentización económica más profunda, aunque en un entorno de subida de tipos, estar apalancado no es necesariamente malo, ya que la mayoría de la deuda se adquirió a unos tipos muy por debajo de lo que en teoría constaría acceder a ese mismo dinero en un escenario de tipos al alza», ha continuado.
En la mayoría de los casos, los problemas con el apalancamiento no vienen por el lado de la deuda en sí misma, sino por el lado de los resultados. «En un escenario como el actual, el apalancamiento será más peligroso en muchos casos por la posible llegada de una contracción de la actividad económica que por una subida de los tipos de interés», ha apuntado.
En cuanto al impacto en el Ibex 35, Morín ha considerado que el selectivo español han sido más precavidas desde el punto de vista de la deuda, y eso «les ofrece también un mayor margen de operación a nivel operativo, aunque en un escenario de inflación como la actual, cualquier análisis de este tipo puede saltar por los aires en cuestión de semanas», ha finalizado.