El 64% de los asesores financieros ha notado en sus clientes la adopción de un perfil más conservador en los últimos dos años, al apostar por productos de bajo riesgo y su preocupación por preservar el capital, frente a un 15% que considera que, de forma general, los clientes se decantan por inversiones más arriesgadas.
Así lo revela la radiografía de asesoramiento financiero que ha elaborado EFPA España, para la que han entrevistado a 500 profesionales.
La inflación sostenida durante muchos meses está provocando algunos cambios en el diseño de las carteras de inversión: el 51% ve a los clientes apostando por una vuelta a la inversión en inmobiliario, así como a los depósitos y cuentas remuneradas, mientras que el 27% cree que triunfará la renta fija.
El 67% de los entrevistados apunta a la situación de los mercados y el impacto de sus inversiones como la principal preocupación de sus clientes, frente al 29% que piensa en la inflación y un 2% que apunta al empleo.
No obstante, el 56% de los profesionales ha detectado un incremento en el interés por ahorrar para la jubilación, por parte de los clientes particulares, pero solo el 18% además piensa que ese interés se traduce en la decisión de complementar la pensión pública.
«Los resultados de esta encuesta ponen de manifiesto la importancia del asesoramiento financiero en escenarios como el actual, donde la incertidumbre está llevando al ahorrador particular a recurrir otra vez a productos como los depósitos o las cuentas remuneradas y al inmobiliario, y donde todavía los propios asesores no ven muy claro que haya una verdadera concienciación por ahorrar para la complementar la jubilación», ha señalado la directora de EFPA España, Andrea Carreras-Candi.
Respecto a los principales retos de los asesores, el 61% destaca el lograr que los clientes perciban el valor añadido que ofrece el asesoramiento y el 20%, la dificultad para diseñar estrategias de inversión que compensen la inflación.
El 84% de los profesionales del asesoramiento y la planificación en España sí cree que en los dos últimos años se ha producido una mejora en el nivel de educación financiera, aunque dos tercios siguen creyendo que el nivel está todavía por debajo respecto a otros países del entorno.
Asimismo, el 86% considera que en los dos últimos años ha aumentado el interés de los españoles por recibir asesoramiento, pero un 54% cree que los clientes siguen pensando que se trata de un servicio reservado en exclusiva para grandes patrimonios.