El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, liderado por Teresa Ribera, tiene en ascuas entre 70 y 80 GW de potencia de energía eólica, la más castigada de las renovables en España. Por un lado, el Gobierno ha dado un paso en firme para aprobar el Plan de Ordenación del Espacio Marítimo, una medida necesaria para poner en marcha la eólica marina, donde Francia ha tomado la delantera a España.
En este sentido, ha eliminado zonas que habían recibido luz verde con anterioridad, poniendo en riesgo algunos proyectos, como Blufloat, Abei Energy y Sener, así como Cobra. De esta forma, se han eliminado las zonas costera de Málaga, la correspondiente al Cabo de Gata en Almería; Sa Mesquida en Menorca y las zonas del Estrecho de Gibraltar y del sur de Gran Canaria.
EL 25 DE ENERO, FECHA CLAVE PARA LA EÓLICA EN ESPAÑA
Por otro lado, los promotores de este tipo de energía esperan con un impaciencia al próximo 25 de enero para dar a conocer los permisos para obtener el nudo de conexión de la subasta de 2020. Estos proyectos esperan desde entonces el sí del Gobierno, planes que fueron avalados y que se corre el riesgo de perderlo todo por los designios del Ministerio de Teresa Ribera.
Desde un primer momento, el Gobierno trató de evitar la especulación sobre los terrenos donde se ubicaran estos puntos de conexión, pero la tardanza de la Administración, especialmente la autonómica por falta de personal, ponen en riesgo ahora toda la inversión. Y es que, hay proyectos que no han llegado a la mesa de los funcionarios técnicos por este tremendo atraso.
Por ahora, la ministra Teresa Ribera se ha negado a dar una prórroga, más cuando los problemas se derivan de la Administración Pública. Por un lado, estos promotores tienen que disponer de su Declaración de Impacto Ambiental así como de los permisos urbanísticos. La primera la da la Comunidad Autónoma, mientras que los Ayuntamientos conceden el segundo permiso. Asimismo, los proyectos de más de 50 MW dependen directamente del Ministerio, mientras que los que tengan menos de esta potencia son competencia de las Comunidades.
LOS NODOS DE CONEXIÓN DE LA EÓLICA CON RED ELÉCTRICA CADUCAN
Estos proyectos tienen asignados los nodos de conexión hasta el próximo 25 de enero. En caso contrario, tendrán que iniciar todos los trámites desde el inicio, y visto lo visto, los avales corren el riesgo de ejecutarse. En Cataluña, estos proyectos eólicos están completamente paralizados, mientras en Galicia se están poniendo numerosas trabas a aquellos cercanos a zonas de alto interés, como las Islas Cíes.
Ante la negativa de Ribera a prorrogar este plazo, los promotores han amenazado con llevar a los tribunales a las administraciones correspondientes por los atrasos y embudos provocados. Algunas Administraciones se están poniendo las pilas, mientras otras deciden rechazar los proyectos directamente. Por ahora, están pendientes cerca de 19 GW eólicos. Y es que, el Gobierno no ha dado ni tiene un registro público de los proyectos. Tan sólo la consulta al Boletín Oficial del Estado es la única forma de poder calcularlo.
Ejemplo de ello es Naturgy, que ha logrado el sí para seis proyectos eólicos en Galicia, con un total de 136 MW. Sin embargo, los proyectos eólicos están prácticamente paralizados por el rechazo autonómico, como ocurre en Galicia y Cataluña, aunque el proyecto de Tramuntana ha recibido el visto bueno por parte del Gobierno.
Entre los que están pendientes aún se encuentran los parques eólicos de Horcajo y Saz, ambos en la provincia de Cuenca, y cuyos expedientes están en fase de consultas. Ambos suman un total de 300 MW. Navazal, en Soria, y Guardos, también en Cuenca, con 60 y 50 MW, respectivamente, aún esperan la decisión del Gobierno, como el de Valdemayor (Soria) y sus 55 MW.
CATALUÑA HUNDE A LA EÓLICA
Para evitar prisas y negativas injustificadas, con el fin de esquivar un posible contencioso, los promotores han pedido un período de gracia de seis más a Ribera, pero ese tiempo no es factible debido a las elecciones municipales. Y es que, una licencia concedida ahora podría dar al traste con un cambio de Gobierno en el Consistorio. Desde la patronal eólica, instan al Gobierno a desatacar las ventanillas y evitar así una mayor presión por parte de los inversores hacia los proyectos.
En Cataluña, por ejemplo, se ha impedido desde hace una década el desarrollo de los proyectos eólicos y grandes parques fotovoltaicos. Las restricciones y trabas son de tal magnitud que apenas quedan proyectos que caduquen el próximo 25 de enero. El resto tuvo que reiniciar todos los trámites desde cero. En concreto, ninguno de los más de 800 MW que han pedido los permisos correspondientes ha obtenido luz verde.
Pere Aragonès, presidente de la Generalitat y líder de ERC, junto con su inseparable consejera de Energía, Teresa Jordà, ha reiterado hasta la saciedad la necesidad de una Cataluña independiente en términos energéticos. Hace ahora un año y medio se propuso desplegar las energías renovables, pero no ha dado luz verde a ningún gran parque eólico. Algunos de los proyectos presentados llevan más de cinco años en estudio, una muestra de la falta de voluntad política que tanto se estila en Cataluña.