El papel de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) durante los distintos capítulos que se han escrito sobre la opa de DIA, que va camino de eternizarse en el tiempo, ha sido muy cuestionable. Aliada en algunos casos ha allanado en última instancia el camino al magnate Mikhail Fridman. Situación que ha puesto en entredicho su actuación incluso antes de lanzarse la oferta cuando permitió que el precio de la acción se hundiese. La cuestión es: ¿ha obrado correctamente el organismo?
Para dar respuesta a esta pregunta hace falta echar la vista atrás teniendo como referencia la última fecha límite para acudir a la opa: 13 de mayo. Fecha a la que se ha llegado gracias a la maniobra legal usada por Fridman y que la CNMV ha validado.
Así, el pasado lunes, Letterone cambió por segunda vez las condiciones de la opa. En ese caso, pidió al organismo regulador que decidiera si el importe ofrecido es un “precio equitativo”. Y la CNMV se lo concedió esa misma tarde. Eso significa que la operación no requerirá de un porcentaje mínimo de inversores que vendan sus acciones para salir adelante. Días antes, en un primer cambió trató de rebajar el nivel de aceptación de la opa al 21%.
Esta decisión se tomó ‘in extremis’. A la CNMV le sirvió la justificación de Letterone, que presentó un informe elaborado por Duff & Phelps (Permira) que decía que las acciones de DIA apenas valen entre 0 y 0,59 euros por título. De hecho, el propio organismo contrató a otra empresa independiente para realizar un informe que acabó avalando la tesis de Letterone.
En cuestión de cuatro días, Fridman cambió el rumbo de la situación sabedor de la poca aceptación que tenía su opa y la CNMV avaló su tesis. Y aquí es donde los más críticos ponen en entredicho la actuación del regulador. ¿Hasta qué punto se ha convertido en un aliado de Fridman? ¿Es suficiente la justificación?
El miedo a un concurso de acreedores y la salvación de miles de empleos puede justificar en última instancia algunas decisiones –aunque no exime de responsabilidades–. La cadena de distribución reveló que el patrimonio neto negativo de la sociedad matriz ha aumentado hasta situarse en un rango estimado de 170-180 millones de euros a 31 de marzo de 2019 frente a los 99 millones de euros a 31 de cierre de 2018. La estimación de los resultados en el primer trimestre arrojan pérdidas de entre 140 y 150 millones de euros.
LA CNMV NO ACTUÓ CON LA CAÍDA DE LA ACCIÓN
Hay un segundo factor importante en esta historia y que tiene menos justificación: la inacción del organismo regulador con la situación de DIA en el Ibex-35 antes de ser excluida el 24 de diciembre del pasado año. El 15 de octubre, DIA anunció una revisión a la baja del objetivo de Ebitda a un rango entre 350 y 400 millones de euros, comparado con 568 millones de euros en 2017. Ese día, la empresa registró la mayor caída bursátil que se recuerda en los últimos tiempos. La distribuidora cedió un 42% al cierre de la sesión pasando de los 1,86 euros por acción a los 1,08 euros.
Pero la situación en el mercado bursátil no mejoró. Solo una semana después, el 22 de octubre, abría la sesión a 0,88 euros y la cerró con una caída del 24,5% (hasta los 0,66 euros), tras la publicación de la revisión de las estimaciones del cierre financiero de 2018 que certifica un efecto patrimonial negativo de 56 millones de euros en las cuentas de 2017. Ante estas estrepitosas caídas se esperaba que la CNMV suspendiese la cotización de DIA. Sin embargo, no lo hizo remitiendo su decisión al artículo 21 del “Real Decreto-ley 21/2017, de 29 de diciembre.
El regulador obvió el “comportamiento especulativo” de Goldman Sachs denunciado por los minoristas, la vinculación de la compra y venta de acciones entre Goldman y la firma inversora de Fridman; y, en última instancia, las actuaciones del empresario ruso para hundir el valor de la acción de DIA desde que entrase en el capital de DIA el 27 de julio de 2017 adquiriendo el 10%.
Y, por último, el papel de la CNMV queda aún más en entredicho si tenemos en cuenta que trató de obviar la investigación policial llevada a cabo sobre Fridman. En marzo la CNMV aseguró que la investigación de Anticorrupción a Mikhail Fridman pasa ahora a formar parte de los elementos que están teniendo en cuenta en la opa. No obstante, varias denuncias anteriores a las que ha tenido acceso MERCA2 demuestran que el regulador era conocedor de esta situación.
LOS MINORITARIOS DENUNCIAN SU COMPORTAMIENTO
Ante esta situación, la Asociación de Accionistas Defensores de DIA (AADD) culpa a Letterone de dar informaciones negativas de la compañía tanto por parte del fondo como del Consejo de Administración conduciendo a la empresa a la actual situación de crisis con el fin de adquirirla a un precio tan bajo como el actual.
Por ello, considera que “la CNMV no ha tenido en cuenta este proceso y ha avalado todas las iniciativas propuestas de modificaciones planteadas por Letterone, teniendo en cuenta únicamente la situación actual y no valorando en absoluto lo ocurrido durante los dos últimos años, siendo su obligación como ente regulador del mercado”. Dadas estas circunstancias, la AADD se plantea la posibilidad de pedir responsabilidades, tanto a la CNMV como al Consejo de Administración.