sábado, 23 noviembre 2024

Las dudas del Corredor Mediterráneo que ni la ministra de Transportes puede responder

El cambio de milenio no solo trajo consigo la cohesión de los países europeos y una nueva moneda común, sino infinidad de proyecto que acercaban a los países de la eurozona aún más. Y uno de ellos fue, y es todavía, el Corredor Mediterráneo.

EL PROYECTO

De entre todas las formas de transporte hace ya 20 años que la Unión Europea decidió apostar por el tren, y el proyecto del Corredor Mediterráneo era el perfecto. Un plan de desarrollo de vías ferroviarias a lo largo de toda la costa mediterránea en conexión con trenes europeos.

El retraso en el inicio de las obras es evidente y la dejadez en el proyecto también

Desde hace algunos años el proyecto ha cobrado algo más de importancia al estar dentro de los planes de desarrollo del Gobierno, pero ni siquiera eso ha sido suficiente.

Mientras el Ministerio de Transportes, con Raquel Sánchez a la cabeza, presume del buen hacer de la administración nacional y el avance en cuanto a la planificación, la Unión Europea reparte una de cal y otra de arena.

Una de las principales cuestiones para el Corredor Mediterráneo era la ampliación de las vía ferroviarias a un ancho de ocho ibérico común. Sin embargo el organismo internacional no deja de poner piedras en el camino, la última es la exigencia del ancho europeo.

Con la nueva normativa ministerial, a cargo del ministerio de transporte de la UE, la finalización de las obras volverá a retrasarse una vez más. Una demora de más de 20 años, pues la Asociación Valenciana de Empresarios calcula que los trabajos del Corredor Mediterráneo acabaran para 2050 (antes previsto para 2030).

LA UE RESPALDA E IMPIDE

España es el país que más km de vías ferroviarias de alta velocidad alberga de toda Europa. Quizá por eso el proyecto inicial recogía la unanimidad del ancho de ocho ibérico para todo el Corredor Mediterráneo.

Sin embargo, la Unión Europea ha modificado el texto y está previsto que redacte un nuevo reglamento para que todas las vías ferroviarias implicadas en el proyecto mantenga el ancho europeo, que es el estándar general.

A esta nueva medida se deben acoger todos los países que formen parte del proyecto

La Unión Europea argumenta así que la unificación de todas las vías ferroviarias en un único tipo de ancho de vía es una cuestión de sostenibilidad para reforzar la unión social y comercial de toda la eurozona. Porque el Corredor Mediterráneo (y todo el resto que pertenece al viejo continente) está pensado para el transporte tanto comercial como logístico.

Con todo, el plazo de ejecución de las obras de adecuación de las nuevas vías en España podría retrasarse hasta en 20 años, un tiempo considerable teniendo en cuenta que los trabajo tenían una fecha de fin aproximada para 2030. Ahora el reglamento de la UE los demorará hasta 2050 como mínimo.

Sin embargo, el descontento de la Asociación Valenciana de Empresarios, principal impulsora del Corredor Mediterráneo, no solo está motivado por las decisiones europeas sino por la dejadez del proyecto y unas obras que parece que avanzan.

LAS PROMESAS POR CUMPLIR DE LA MINISTRA

La construcción del Corredor Mediterráneo no solo es un asunto comercial y de conexión de pasajeros sino que se trata de la gran oportunidad para el tejido español de reivindicar estructuras de calidad y de unión.

Es por este motivo que la Asociación Valenciana de Empresarios, que reúne además a entidades de las 17 comunidades autónomas españolas (un total de 1.500) exigen respuestas al ministerio de transportes española ante los continuos retrasos.

En la celebración del habitual acto #QuieroCorredor organizada por el la misma AVE hace un par de semanas, y en presencia de la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, empresarios de todo el territorio nacional reclamaron más implicación de las administraciones públicas y sobre todo del Gobierno.

LA IMPLICACIÓN

Una implicación que pasa por resolver ciertas dudas sobre el estado de las obras del proyecto y los retrasos continuados a lo largo de los años.

Si bien el Corredor Mediterráneo está bastante avanzado en su fase norte (comunidad Valenciana y Cataluña) que en los territorios del sur, ni siquiera se han cumplido los plazos estimados para algunos de los trabajos, como los que corresponden al túnel de Castellbisbal, en Barcelona, o a las vías en el tramo Moixent-La Encina.

El Gobierno confirma todas las inversiones que está dispuesto a hacer

Las declaraciones durante el evento del presidente de los empresarios valencianos, Vicente Boluda, fueron claras, reconociendo el avance de las obras del Corredor y haciendo hincapié en los continuos retrasos.

Ante la proclama de Boluda y las protestas justificadas de toda la red de empresarios implicados en el proyecto, la ministra de Tansportes, Raquel Sánchez, solo atinó a confirmar todas las inversiones que el Gobierno está dispuesto hacer en el Corredor Mediterráneo.

Sin embargo, la realidad es que el Corredor Mediterráneo ha pasado de ser un proyecto esencial en el desarrollo económico europeo a ser uno de los tantos planes de mejora ferrovial al que la UE y el Gobierno miran de lejos.


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