¿Ha pasado lo peor en la Bolsa? La crisis económica y financiera ha hecho verdaderos estragos en los mercados. Los índices bursátiles han caído con fuerza desde enero y algunos sectores, como el tecnológico, han sucumbido con desplomes cercanos al 70% en algunos casos. No son pocos los indicadores que apuntan a una explosión de una burbuja en numerosos activos, una situación creada por los bancos centrales durante la última década.
La situación se le ha ido de las manos a los bancos centrales y no haber tomado las riendas mucho antes provocará que todo salte por los aires
¿Se ha descontado el peor escenario -una deflación-? Las caídas en Wall Street y en Europa durante el primer semestre del año apuntarían que sí. Son los peores registros desde 1937 y todos los modelos señalan a una mezcla entre la crisis de 1931 -año de los mínimos de la Gran Depresión-, 1970 y 2008. Algunas voces apuntan que los mercados no deberían caer más, que ya habrían hecho mínimos. Al menos así lo apunta el «índice del miedo» de la CNN, con un nivel de 21 puntos, es decir, pánico extremo en los mercados.
LOS BAJISTAS AÚN TIENEN LA PALABRA EN ESTA RECESIÓN
De hacer caso a la teoría bursátil, este sería un buen momento para entrar y comprar, los índices no deberían caer mucho más y la situación sería similar a la de marzo de 2009, el inicio de uno de los mayores mercados alcistas de la historia. Si bien, las consecuencias en la economía real no se habrían reflejado aún en el día a día de trabajadores y empresas. Y es que, la Bolsa suele adelantarse entre seis meses y un año a la economía real.
¿Qué adelanta en este momento el comportamiento de Wall Street? Por el momento, la economía de Estados Unidos está inmersa en una recesión, una situación que se espera que llegue a Europa más pronto que tarde, y que estaría ampliamente descontada en la Bolsa. La mayoría de analistas consultados por INVERSIÓN y las notas de varios bancos de inversión señalan que el frenazo económico será un hecho entre este último trimestre y el primero de 2023. De esta forma, se cumpliría esta máxima de los mercados. Sin embargo, está por ver si el mercado ha descontado por completo el peor escenario posible: la estanflación.
LA ESTANFLACIÓN NO ESTÁ DESCONTADA EN EL MERCADO
Estados Unidos, con la Reserva Federal al mando de la política monetaria, no ha logrado atajar el problema de la inflación. En septiembre, la inflación cerró en el 8,2%, un nivel no visto desde 1982, mientras Europa importa esta subida de precios comprando bienes, como el gas licuado, a precios desorbitados a la primera potencia de Occidente. Para conocer la situación de los mercados más en profundidad hay que adentrarse en uno de los valores refugio por excelencia: el bono a 30 años de Estados Unidos. Cuando la economía estadounidense se encuentra en un periodo de incertidumbre o crisis, este bono es el más buscado por los inversores y por tanto su rentabilidad es cada vez menor.
Otro de los indicadores que muestran desconfianza sobre la situación de «pánico extremo» en las Bolsas se centra en el índice del miedo, o VIX, que mide la volatilidad del mercado. A mayor volatilidad, mayor es el pánico. De esta forma, los valores actuales muestran una situación de normalidad, con un nivel de 32 puntos, muy bajo respecto a una situación de miedo. Y es que, la capitulación en los mercados se registra con niveles superiores a 80. En esta última onda bajista, aún no se han visto estos niveles, lo que daría pie a una nueva corrección en los índices.
LA VOLATILIDAD, POR DEBAJO AÚN DE LA CAPITULACIÓN DEL MERCADO
Las agresivas subidas de la Reserva Federal para atajar el problema de los precios ha elevado a máximos de 2011 el interés que ofrece este bono estadounidense. Es decir, la deuda estadounidense a más largo plazo tiene un riesgo similar a la registrada en el peor momento del euro. Un síntoma de que la economía no va por el buen camino, ni mucho menos.
La rentabilidad del bono a 30 años se hundió tanto en 2008 como en 2020, dos de las peores recesiones en Estados Unidos en los últimos años. Sin embargo, el miedo y capitulación no apareció en los mercados hasta cuatro años después desde el estallido de la burbuja de la crisis subprime. Y es que, la crisis de deuda desató el temor a la desaparición del euro.
¿Podría suceder lo mismo ahora? Si algo es cierto en el mercado es que cualquier cosa puede pasar de un día a otro. Desde la quiebra de un banco sin aviso previo al detonante de una nueva crisis de deuda, vistos los niveles actuales de algunos países como España e Italia, cuarta y tercera potencias de la Eurozona.
La crisis de deuda estallará tarde o temprano
«La crisis de deuda estallará tarde o temprano», ha asegurado Diego Morín, analista de IG Markets, a preguntas de INVERSIÓN. «La situación se le ha ido de las manos a los bancos centrales y no haber tomado las riendas mucho antes provocará que todo salte por los aires», ha asegurado.
TODOS LOS ACTIVOS, EN SITUACIÓN DE BURBUJA
De hecho, los bancos centrales han afirmado por activa y por pasiva que todo era «transitorio» y ahora, «la agresividad de subir tipos de la manera actual ha creado todo este problemón».
El mercado de bonos también está en el ojo de todo, con la crisis actual en Reino Unido
Cabe recordar que el propio Banco Central Europeo descartaba hasta mayo de este año subir los tipos de interés. En este sentido, Morín apunta que «la recesión será duradera» y no un aterrizaje suave como pretenden hacer ver la mayoría de las instituciones. «El mercado de bonos también está en el ojo de todo, con la crisis actual en Reino Unido», ha sostenido Morín.
Asimismo, cree que otro de los mercados que vive una burbuja es el inmobiliario, una situación «que acrecentará los problemas para la Fed, con una tasa hipotecaria alrededor del 7%». Así las cosas, advierte de una posible caída de precios en los inmuebles de entre el 5% y 10%. El Fondo Monetario Internacional no descarta un desplome de hasta el 20% en la vivienda.
LOS DATOS DE INFLACIÓN, UN ALICIENTE PARA ACABAR CON LOS CORTOS
Por esta razón, desconfía de los rebotes registrados en las últimas jornadas en las Bolsas. «El movimiento del pasado jueves -tras publicarse los datos de inflación- viene desencadenado por las manos fuertes, creando miedo tras la publicación del dato para posteriormente lanzarse en busca de atrapar cortos». Si bien es cierto, los mercados «tenían cierta pauta de sobreventa, es posible que veamos algún rebote más por fractales, aunque cogido con pinzas», ha sostenido.
Por esta razón, los inversores continúan refugiándose en el dólar, con ventas masivas de euros, libras y yenes, así como de divisas oceánicas. Por tanto, «si la Fed continúa incrementando las tasas de interés, el billete verde podría continuar marcando máximos, lo que acarrea problemas en otros mercados, como los emergentes», ha destacado. «También la compra de bonos o materias primas requieren de dólares, de ahí el boom de la divisa americana», ha comentado.
UNA CAÍDA DE ENTRE EL 10% Y 20% ADICIONAL EN EL MERCADO
Así las cosas, Morín cree que las tensiones geopolíticas, el estallido de una crisis de deuda y un impacto negativo por las tensas relaciones entre China y Estados Unidos darán pie a una caída de entre el 10% y el 20% adicional a los niveles actuales en las Bolsas. Y es que, las tasas que ofrecen los bonos a largo plazo no paran de crecer, las empresas tienen elevados niveles de endeudamiento y es posible ver problemas en el sector bancario, como el de Credit Suisse hace unas semanas; o bien el de Monte dei Paschi di Siena, que se hundió el viernes pasado más de un 36% en una jornada tranquila.
«La crisis del 2008 fue el inicio (entrante) de lo que estaba por venir. No hemos (gobiernos y bancos centrales) aprendido nada en estos últimos 14 años, solo ‘creciendo’ a base de endeudamiento y estímulos fiscales, por lo que nos encontramos ahora con un postre que terminará provocando un corte de digestión en la economía que conocemos», ha dicho Morín.
EL IBEX 35 O CUANDO LAS COMPAÑÍAS DEFENSIVAS NO LOGRAN AFRONTAR UNA RECESIÓN
Así, cree que los impagos serán otro de los problemas que «desencadena por todo lo comentado anteriormente». En este sentido, cree que la morosidad repuntará hasta niveles cercanos al 5%. En cuanto al Ibex 35, el experto de IG Markets no ve una composición fiable debido a que algunas compañías consideradas defensivas están teniendo problemas. Tampoco las estimaciones de beneficios son aliciente para creer en estos rebotes si finalmente España entra en recesión.
«Repsol irá al ritmo de los precios del oro negro. Las utilities pueden hacerlo bien, pero el Gobierno español insiste en castigarlas con un impuesto, y a lo mejor, el sector renovable tendría buen comportamiento, pero también condicionada por los vaivenes», ha señalado. Los bancos, por su parte, van al ritmo del BCE, pero «también tendremos que ver las provisiones que hagan y sus proyecciones». Con todo, «no estaría dentro del Ibex 35». De esta forma, quienes no crean en el rebote en las Bolsas o en una recuperación sostenida, al contrario que la mayoría del mercado, podrían ser los verdaderos ganadores al no quedar atrapados.