Credit Suisse considera que este es un buen momento de entrada en renta fija, si bien la firma prefiere el crédito a la deuda soberana, según ha explicado el responsable de renta fija y divisas, Ignacio Díez, en un encuentro con los medios este miércoles.
La entidad considera que los bonos ligados a la inflación siguen teniendo sentido en la cartera, al menos hasta el segundo semestre, cuando la firma empezará a reducir sus posiciones.
Díez ha explicado que la inflación aún elevada, por lo que tiene sentido mantener este activo pese a la moderación en las últimas semanas. Credit Suisse también ve valor en el crédito en grado de inversión a corto plazo denominado en dólares.
La expectativa para el tipo nominal estadounidense a 10 años es del 3,4% a doce meses vista, un nivel para el que será clave la reducción del balance y una política más restrictiva por parte de los bancos centrales
En Europa, la foto es totalmente diferente», ha incidido Díez. La firma no ve valor en la deuda soberana alemana ni en la de los países de la periferia, debido a la retirada de estímulos del BCE a partir del segundo semestre del año.
DESTACA LOS BONOS HÍBRIDOS CORPORATIVOS
Este movimiento pone presión especialmente sobre la deuda periférica, según ha señalado el responsable de renta fija y divisas. Por otra parte, Díez espera que la normalización del mercado primario ayude a estabilizar al mercado de crédito en Europa.
Entre las recomendaciones de Credit Suisse, destacan los bonos híbridos corporativos, para los que esperan rentabilidades «muy positivas», si bien es necesario ser muy selectivos en los emisores.
Díez ha añadido que en el mercado de divisas, el dólar continúa fortaleciéndose ante las subidas de tipos que está llevando a cabo la Reserva Federal estadounidense (Fed).
En renta variable, Credit Suisse recomienda infraponderar sectores intensivos en capital humano y valores ‘growth’ con valoraciones excesivas, mientras que se mantiene neutral en consumo estable y sobrepondera energía, financieras, compañías que se beneficien de la inflación y de planes fiscales y tecnología defensiva.
La responsable de renta variable, Patricia López del Río, ha explicado este miércoles en un encuentro con los medios que el mercado está instaurando en un gran nerviosismo, por lo que invita a los inversores a mirar más a medio o largo plazo y no tanto a corto.
«Reiteramos que la paciencia en el mercado nos lleva a mejores retornos en medio plazo», ha señalado, pese a factores que influyen en esa tendencia bajista del mercado como los confinamientos en China, la escalada de tensiones geopolíticas y el miedo a la estanflación.
SECTORES DE RENTABILIDAD POR DIVIDENDO
No obstante, los beneficios empresariales se han mantenido en un nivel «razonablemente bueno» en el primer trimestre tanto en Europa como en Estados Unidos.
En este contexto, los inversores han apostado por sectores donde hay una rentabilidad por dividendo elevada y por valores de carácter más ‘value’, mientras que han vendido lo que ha tenido un crecimiento y unas valoraciones elevadas.
Actualmente, los índices europeos se encuentran ya por debajo de niveles medios en Europa, con valoraciones «bastante más razonables» y que en algunos casos han corregido los excesos.
Sin embargo, el principal indicador de la Bolsa española, el Ibex 35, se está viendo favorecido por la coyuntura y la vuelta al ocio y el turismo podría actual de catalizador para recuperar niveles previos. López del Río considera además que el selectivo viene de niveles muy bajos y que su avance no ha terminado.
Los mercados emergentes también se han visto muy afectados por las caídas, especialmente China, pero en el largo plazo se encuentran en niveles «bastante bajos de valoración».
ESCENARIO MACRO
El director general de Credit Suisse en España, Gabriel Ximénez de Embún, ha señalado durante su intervención que la previsión para el crecimiento global es del 3,3% y ha incidido en que si bien el crecimiento será menor de lo previsto, «es sólido» y no se prevé una recesión en los próximos doce meses.
Ximénez de Embún ha argumentado que la situación actual de familias y empresas es positiva, al igual que la del mercado laboral.
Para España, el crecimiento previsto para este año aumenta hasta el 4,4% frente al 2,8% previsto para la Eurozona, ya que el país se verá beneficiado por el turismo, la subida de tipos y su mejor exposición a gas ruso, además del potencial de sus plantas gasificadoras y renovables.
China, por su parte, crecerá en torno al 5,3% y tendrá unos menores niveles de inflación, al situarse en el 2,1%.
El IPC de España subirá hasta el 8% este año y el de la Eurozona se situará en el 7%, mientras que el de Estados Unidos será del 7,6%.