El plan de transformación digital, que cuenta con un presupuesto de 20.000 millones de euros, que presentó Banco Santander durante el Investor Day celebrado en Londres unas semanas atrás empieza a coger velocidad de crucero. La entidad cerró el primer trimestre de 2019 con los costes un 2% por encima de los de hace un año «a consecuencia de las inversiones en transformación y digitalización», según explica el propio banco en la presentación de resultados.
La digitalización se ha convertido en uno de los elementos clave en las cuentas bancarias en los últimos años. La entidad ha doblado el gasto que realiza en desarrollos y equipos informáticos hasta superar los 500 millones de euros, lo que supone casi doblar la cifra de hace un año, según las propias cuentas del banco. Hasta el punto de que en los primeros tres meses del año «la adopción de productos y servicios digitales siguió creciendo con fuerza: el número de clientes digitales aumentó un 24% en el año, hasta 33,9 millones«.
La fuerte inversión que el Santander que lleva acumulada en el último año, también tiene su reflejo en el balance de la entidad. Así, el inmovilizado material de propio uso (donde entran muchos de los nuevos sistemas adoptados) que presenta la entidad se ha multiplicado con fuerza en el último año, al pasar de 8.073 millones a superar 14.770 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 83% en apenas 12 meses.
Para la entidad dirigida por Ana Botín, «la continua inversión en digitalización de Santander ha permitido al Grupo mantenerse como uno de los tres mejores bancos por satisfacción del cliente en siete de los países principales, al tiempo que mejora la eficiencia operativa. La ratio de eficiencia de Santander fue del 47,6%, de las mejores entre sus comparables, con una contención de los costes (-2%, sin inflación) gracias a las sinergias de las integraciones».
Botín presentó el nuevo plan estratégico del banco con vistas a impulsar el crecimiento y aumentar la rentabilidad. De hecho, el grupo espera alcanzar un retorno sobre el capital tangible (RoTE) ordinario del 13-15% a medio plazo y mantener una ratio fully loaded del 11-12%. También espera mejorar su ratio de eficiencia por debajo del 45% e incrementar el payout (porcentaje del beneficio que destina a dividendos) hasta el 40-50%.
La presidenta declaró que “estamos preparando a Santander para aprovechar las enormes fortalezas que tenemos en el grupo, como la tecnología, el talento y el tamaño”. “Esto -ha enfatizado- nos ayudará a aprovechar al máximo las oportunidades que nos trae la innovación digital y ser líderes digitales del sector financiero en la próxima década”. “Esperamos que estas iniciativas generen un mayor valor para nuestros accionistas y podamos seguir cumpliendo con los compromisos que asumimos con nuestros stakeholders (empleados, clientes, accionistas y la sociedad)”, ha explicado.
BANCO SANTANDER: OBJETIVO RENTABILIDAD
Para aumentar la rentabilidad, Santander ha explicado que mejorará la asignación de capital destinando capital a negocios más rentables y manteniendo unos umbrales mínimos de rentabilidad para todos sus segmentos de negocios. Con ello, Santander espera generar “más de 40 puntos básicos de capital orgánico cada año” para acompañar el crecimiento del negocio y aportará flexibilidad a la política de remuneración a los accionistas.
Del mismo modo, la entidad cántabra mejorará su capacidad operativa aprovechando la diversificación y el tamaño. Junto con una gestión eficiente, permitirá un ahorro de costes anual progresivo de 1.200 millones de euros. El banco también seguirá ejecutando su transformación comercial e incrementando los clientes vinculados y digitales.