El sector de la automoción se enfrenta a la tormenta perfecta tras dos malos años en resultados y perspectivas. A la crisis de semiconductores y a la pandemia se unen ahora la escasez de materias primas y a unos sobrecostes de fabricación nunca antes vistos. Además, las empresas del sector comienzan ya alertar y tomar medidas ante la invasión de Rusia a Ucrania por el cierre de fábricas clave el país fronterizo con Polonia y Bielorrusia.
La situación del mercado del automóvil a corto y medio plazo es «compleja«, según ha indicado Diego Morín, analista de IG Markets, a preguntas de INVERSIÓN. Y es que, el castigo bursátil desde la invasión rusa está durando más de lo esperado. Volkswagen se deja más de un 17% en Bolsa desde el pasado 24 de febrero; casi un 25% pierde Renault desde entonces, mientras que Ford pierde 3% en ese período, pero se desploma más de un 33% desde los máximos anuales de enero.
EL BLOQUEO DE RUSIA A LAS MATERIAS PRIMAS PONE EN RIESGO LA AUTOMOCIÓN
El intercambio de sanciones comerciales entre Occidente y Rusia está provocando un «bloqueo» en el suministro de paladio y otros metales necesarios para la producción de vehículos, según ha explicado el experto de esta firma de análisis. El paladio, junto con el platino, es crucial para la fabricación de las baterías del vehículo eléctrico de nueva generación. Desde el estallido de la invasión rusa y hasta la imposición de sanciones, el paladio se ha disparado un 113%, alcanzando casi los 100 dólares por gramo. No obstante, el precio ha ido recortando, pero se mantiene muy por encima de los mínimos anuales. A cierre de la jornada, esta materia prima se compraba y vendía a 70 dólares por gramos.
Ahora mismo los fabricantes de coches eléctricos tienen problemas de escasez de semiconductores y el aumento de los precios de las materias primas
La escasez de este metal en el mercado ha conllevado un incremento importante en los costes de los fabricantes de baterías, donde el grupo Volkswagen a través de la filial Seat busca liderar el mercado europeo. En la misma tesitura se encuentra Renault, que ha realizado una fuerte apuesta por Reino Unido.
LA APUESTA DE BRUSELAS POR LA ENERGÍA VERDE OBLIGA A MOVERSE
Asimismo, al sector le está haciendo mella el programa de Bruselas para atajar las emisiones de gases contaminantes. La apuesta de la UE es eliminar los vehículos de combustión a partir de 2030, para fomentar el vehículo eléctrico. Esta medida, drástica, conlleva un cambio estructural en las empresas europeas. Volkswagen deja en el aire cerca de 3.000 empleos en España, mientras refuerza las plantas de centro Europa. Renault, por su parte, ha aprovechado el Brexit para instalar allí su hub y se olvida de España a la hora de invertir. Ford, por su parte, como el resto de compañías, está pasando dificultades con la escasez de suministros.
Para Morín, estos objetivos de la Unión Europea dirigen a la industria hacia la «energía verde en todos los ámbitos y más en el sector de la automoción«. No obstante, «ahora mismo los fabricantes de coches eléctricos tienen problemas de escasez de semiconductores y el aumento de los precios de las materias primas es un serio problema para estos», ha puntualizado.
REPERCUSIÓN EN LOS RESULTADOS EMPRESARIALES TRAS LA INVASIÓN
La compleja situación en el sector tendrá repercusión en los resultados empresariales en los próximos trimestres. Y es que, se encadenan una serie de escenarios que empeoran la visibilidad del futuro. Primero se inició con el coronavirus, que tuvo una seria incidencia en las cuentas de 2020, mientras que «cualquier prolongación del conflicto bélico puede poner en serios aprietos a estas compañías», ha sostenido.
Y es que, el sector «se enfrenta a serios riesgos de falta de metales producidos en Rusia«, ha indicado. Cabe destacar que en el territorio ruso se produce el 43% del paladio mundial, el 14,2% del platino, el 8,4% del níquel, el 6% del aluminio y el 4% del cobre. Todos estos materiales son indispensables para fabricar vehículos.
Volkswagen, para coger oxígeno, podría sacar a Bolsa a Porsche. Su valor estimado entraría en la horquilla entre los 60.000 y 80.000 millones. Por ahora, no hay ningún anuncio sobre esta posible OPV y tan sólo es una estimación en el mercado. Y es que, las consecuencias del conflicto bélico, una vez termine, dejará su huella en los meses posteriores. Su recomendación en este momento sobre estas tres compañías es centrarse en el aspecto técnico a la hora de invertir, siempre y cuando se decida entrar en el mercado.
VOLKSWAGEN Y RENAULT CAEN CON FUERZA
De esta forma, Volkswagen presenta soportes en los 180 y los 200 euros por título. En este momento, el valor ha perdido estos niveles al cierre de este miércoles. La cotización de sus acciones se sitúa en los 152 euros por acción, por encima de los mínimos anuales alcanzados el pasado 7 de marzo. De superar estos nivele, el valor se enfrentaría posteriormente a los 229 y 240 euros.
Renault, por su parte, continúa por debajo de los niveles de soporte, situados en los 20,5 y los 19 euros. Las resistencias se encuentran aún lejos, en los 25,7 y los 27,44 euros.
Ford, por último, se mantiene en terreno peligroso. La empresa estadounidense marca soportes en los 15 y 13,17 dólares por acción, mientras que afrontaría sus resistencias en los 18,7 y los 20 dólares.