La historia de Porsche es una de las más virtuosas de la historia empresarial moderna. Un relato de cómo preservar el valor de marca, que implica lujo y exclusividad, a la vez que multiplica el número de vehículos vendidos. Ese equilibrio ha posibilitado que todavía sea una de las marcas más rentables del mundo. Un valor que permanece oculto en el enorme balance de Volkswagen, su propietaria, pero que aflorará próximamente en la que será una de las salidas a Bolsa más esperadas. El resultado puede ser un coloso de 100.000 millones de euros.
Una cifra que la coloca como una de las más exorbitantes del viejo continente. Y también como una de las más sorprendentes, al fin y al cabo, la compañía apenas vende unos 270.000 vehículos al año. Todo ello, lleva a la pregunta de ¿cómo ha conseguido ese espectacular resultado? Aunque quizás lo más interesante es cómo Porsche pretende ser primero la punta de lanza de Volkswagen para derrotar a Elon Musk, y segundo, convertirse en una de las reinas automovilísticas del mundo. Todo empieza con su salida a Bolsa.
El regreso al parqué de Porsche lleva encima de la mesa muchos años. Para analistas e inversores siempre ha sido la mejor manera de que Volkswagen ponga en valor una de las marcas más rentables del sector automovilístico. La tesis cogió todavía más fuerza cuando Fiat y Ferrari decidieron afrontar ese camino. Así, años después se ha demostrado que la decisión fue la adecuada. Por un lado, el valor de la marca del cavallino rampante se ha disparado. Por otro, el valor en balance del porcentaje que todavía mantiene de la firma de lujo el fabricante italiano.
EL LARGO CAMINO HASTA LA SALIDA A BOLSA
Por ello, siempre se ha especulado la posibilidad de que Volkswagen explorase ese camino. Aunque había problemas. El primero es que Porsche se beneficia de formar parte de un grupo tan grande tanto para vender sus productos en todo el mundo, como a nivel de escala. Al fin y al cabo, una explicación de los atractivos rendimientos de la compañía de Stuttgart se basa en compartir el costo de desarrollar nuevos modelos dentro de un sistema más amplio. Así, el superventas Cayenne, por ejemplo, se construye de forma prácticamente idéntica al Touareg o el Q7 de Audi.
En segundo lugar, por la peculiar estructura de holding del grupo Volkswagen. Y es que cualquier decisión estratégica podía ser bloqueada por grupos variopintos. Por un lado, las familias Porsche y Piëg que manejan la compañía a su antojo. Por otro, porque los sindicatos o el propio estado de Baja Sajonía (con un 20% de los derechos de voto) podían hacer lo propio. Pero tras años de luchas parece que por fin se ha llegado a un acuerdo. De hecho, este mismo martes 22 de febrero Volkswagen y su principal accionista han redactado un acuerdo preliminar para preparar la salida a Bolsa de Porsche.
Volkswagen sopesa emitir un número igual de acciones ordinarias y preferentes en la posible cotización de Porsche. Además, de pagar un dividendo especial a sus propietarios para obtener su apoyo. El porcentaje que se colocará en el mercado sería del 25%, según las informaciones de Reuters. Una cifra que casa a la perfección con esa idea de que, al menos por ahora, la mejor manera de mantener la elevada rentabilidad de la prestigiosa marca es mantenerse bajo el paraguas del gigante alemán. Las acciones de la compañía germana se dispararon, tras conocerse las informaciones.
EL VERDADERO VALOR DE PORSCHE
La luz verde a la operación ‘Salida a Bolsa de Porsche’ solo es una parte de la historia. Al fin y al cabo, este movimiento se da gracias al potencial de la marca. Pero, ¿cómo ha logrado alcanzar una valoración que ahora ronda los 100.000 millones? La parte más importante es precisamente la ya mencionada: vender más, mientras se mantiene ese halo de exclusividad. Una tarea difícil que la firma no solo ha logrado con sobresaliente, sino que proyecta un fuerte crecimiento a medida que entra de lleno en el mercado del coche eléctrico.
Los datos son un fiel reflejo. A principios de los 90, la compañía vendía entre 15.000 y 20.000 vehículos al año. Entonces, se propuso alcanzar las 50.000 unidades en una década. Lo volvería a conseguir, incluso antes de tiempo, gracias a la ayuda del éxito del Cayenne. Más tarde otro SUV más pequeño, el Macan, seguiría permitiéndole incrementar el número de coches vendidos. En el difícil 2020, se vendieron hasta 263.000 Porsches de los que un 60% provenían precisamente de esos dos prototipos.
En otras palabras, el grupo ha logrado multiplicar por cinco las unidades vendidas en lo que va de siglo. Pero eso no ha implicado hacerlo con menor margen, de hecho, se mantiene en un confortable 15,4%, mientras que el resto de la industria se mueve entre el 5 y el 7%. Para hacerse una idea de qué significa eso, se pueden poner en términos monetarios: Así, la venta de un Porsche nuevo deja en caja un beneficio neto de unos 15.200 euros, en el caso de un Audi esa cifra cae hasta los 3.000 euros y un utilitario normal está por debajo de los 900 euros.
CUIDADO CON QUÉ PORSCHE SE COMPRA
Todo ello, convierte a Porsche en una de las firmas más rentables del mundo. De hecho, Volkswagen obtuvo casi el mismo beneficio con esas 263.000 unidades de la marca Porsche, unos 4.000 millones de euros, que con la venta de más de nueve millones de vehículos bajo todas sus otras marcas. De ahí, su alto potencial y valoración. Hasta el punto de que si se le aplica la mitad de valor que a Ferrari en relación a sus beneficios (el famoso PER) se obtendría una valoración de 80.000 millones. Pero el margen operativo de la firma italiana, que está en el 25%, no es el doble.
VOLSKWAGEN OBTUVO 4.000 MILLONES DE EUROS GRACIAS A PORSCHE
De ahí, que los analistas suban la valoración hasta los 90.000 o los 100.000 millones. Pero no acaba ahí. Porsche cuenta con una plataforma de electrificación entre las más desarrolladas, capaz de competir en algunos apartados con Tesla. Con ello, pretende duplicar el número de coches vendidos próximamente. De hecho, vendió 23.000 unidades en 2020 de su modelo eléctrico más innovador, el Taycan, mientras que en 2019 apenas fueron 1.000. Además, tiene algunas participaciones realmente interesantes, como el 15,5% de Rimac, una startup dedicada a las baterías para hipercoches eléctricos que ha atraído la atención de todos los fabricantes.
Con esos tintes, todos los inversores están a la espera de que Porsche vuelva al mercado. Aunque su debut dejará un dato curioso y que puede llevar a errores. Y es que no serán los único títulos bajo el nombre de Porsche que se podrán comprar en el mercado. Paradójicamente, existe la compañía Porsche Automobil Holding con el ticket PSHG. Pero no tiene que ver con lo anterior, sino que se trata del holding familiar de ese ilustre apellido que contiene un porcentaje de Volkswagen. En esto, como con los coches, es mejor no equivocarse.