La inversión no tiene limites. Hoy en día se puede invertir prácticamente en cualquier mercado. El inversor tiene a su disposición un gran abanico de posibilidades con las que diversificar su cartera. Y dentro de todas esas opciones, una que puede ser desconocida es el póker. Este juego de cartas de más de 1.000 años también es un mercado de inversión. Concretamente, se puede invertir en jugadores de póker.
El póker es un juego que combina la habilidad de los jugadores con el azar. La suerte no lo es todo. Además, la competitividad es feroz. Este clásico juego es de suma cero. Es decir, si gana uno, pierde otro. Solo puede haber un ganador, por lo que los jugadores se juegan el todo por el todo para ganar la partida.
Y precisamente el premio de los torneos de póker no suelen ser pequeños. Por ejemplo, las Series Mundiales de póker, considerado el torneo más importante del año, tiene un premio de 8 millones de dólares. El principal inconveniente para los jugadores es acceder al torneo, ya que para ello deben pagar una entrada. Siguiendo con el mismo ejemplo, para poder participar en las Series Mundiales de póker, los jugadores deben abonar un ‘main event’ de 10.000 dólares. Una cantidad que para muchos es inasumible.
LOS INVERSORES, LA LLAVE DE ACCESO PARA LOS JUGADORES DE POKER
Y es aquí donde los inversores entran en escena y juegan un papel fundamental para los jugadores. Las personas interesadas en invertir son los que posibilitan la entrada de los ‘players’ a los grandes torneos. Lo hacen a cambio de un porcentaje de ganancias (que fijan ambas partes) en el caso de que el jugador gane el torneo. El inversor detalla una serie de clausulas con el jugador en la que fijan cual es el porcentaje de ganancia, en caso de que gane el torneo. Además, algunos contratos son a largo plazo. No tiene porqué ser para un único torneo.
LA CONFIANZA Y LA PACIENCIA SON DOS PUNTOS CLAVES DE LA INVERSIÓN EN JUGADORES DE PÓKER
El inversor debe fijarse en aquellos jugadores que estén dispuestos a competir en los torneos que den mayores premios. Estos son los que utilizan las reglas de Texas Holdem. A partir de ahí, los inversionistas deben hacer un profundo rastreo entre los jugadores, bien analizando cuáles tienen más posibilidades de hacerse con el premio, o, por otro lado, apostando por jóvenes promesas que pueden dar beneficios en un futuro próximo. Como en cualquier inversión, existen riesgos. Además, hay que tomar conciencia de que es una inversión que difícilmente dará frutos a corto plazo.
Apostar por un jugador que tiene un gran cartel, puede ser una inversión «segura». La contra es que dicho jugador tendrá una gran lista de inversores, por lo que el porcentaje de ganancia será inferior. Puede ser la inversión más segura, pero posiblemente la menos rentable. Por otro lado, cotejar el mercado y apostar por una joven promesa del póker puede ser costoso, pero a largo plazo dar grandes beneficios. Aquí, tanto la confianza en el jugador como la paciencia son dos puntos clave a la hora de invertir.
SI PIERDE EL JUGADOR, NO PIERDE EL INVERSOR
Una de las preocupaciones del inversor es si el jugador no logra ganar el premio. ¿Pierdes el dinero? ¿Recibes algo a cambio? Pues bien, para eso están los contratos. Generalmente, si el jugador pierde, deberá abonar una parte de las futuras ganancias al inversor hasta que cumpla con el porcentaje fijado.
GENERALMENTE, LOS INVERSIONISTAS PREFIEREN LA SEGURIDAD ANTES QUE LA RENTABILIDAD
La mayoría de las veces, el inversor prefiere la seguridad antes que la rentabilidad, y en este mercado, las opciones más seguras es apostar por lo mejores jugadores. A pesar de que el porcentaje de ganancia pueda ser menor, las posibilidades de hacerse con un gran premio aumentan significativamente.
LOS MEJORES JUGADORES DE POKER
Según el blog de 888poker, algunos de los mejores jugadores son Justin Bonomo, Doyle Brunson, Johnny Moss, Phil Ivey o Daniel Negreanu, entre otros. El último de los jugadores mencionados es considerado como uno de los mejores del siglo XXI. Negreanu es un jugador distinto, mediático y, por supuesto, bueno. Generalmente suele hacer un buen papel en los mejores torneos, llegando a ganar muchos de ellos. Y se puede invertir en él. Por ejemplo, el jugador canadiense vendió le 13% de su participación en el Big One for One Drop en 2014. En dicho torneo, fue subcampeón y se hizo con más de 8 millones de dólares. Lo inversores ganaron 9 veces más de lo invertido gracias al jugador.
Otro ejemplo, aunque es más antiguo, es el de Greg Raymer. El jugador estadounidense ganó la Serie Mundial del póker del 2004, y se embolsó 5 millones de dólares, de los cuáles 2 millones eran para los inversores.
Estos jugadores tienen un gran cartel en el mundo del póker. Es por ello por lo que el porcentaje de ganancia que ofrece es inferior. Pero hay jugadores que se abren a ofrecer el 70% del premio (en caso de ganar un torneo) a los inversores.
El póker no sólo es un juego de azar. La inversión es una parte importante de él, y para muchos jugadores, la llave que les posibilita participar en los mejores torneos. Invertir en jugadores de póker es una apuesta arriesgada, aunque sí la elección es acertada, puede ofrecer grandes beneficios. La paciencia y un buen rastreo en el mercado son las claves de esta inversión.