A la farmacéutica se le abren nuevos frentes judiciales en el horizonte por las patentes utilizadas en la creación de las vacunas contra el covid-19. Esta vez ha sido la compañía canadiense Arbutus Biopharma la que podría denunciar a Moderna por infracción en las patentes usadas para la vacuna contra el covid-19. No es la primera batalla legal a la que se enfrenta, pues hace unas semanas los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés) de Estados Unidos anunciaron acudir a los tribunales por un conflicto similar. Una situación que ha frenado en seco el rally alcista que protagonizaba la multinacional estadounidense.
Moderna está a a un mes de finalizar el segundo mejor año de sus historia como cotizada después de haberse convertido en una de las principales farmacéuticas protagonistas en la lucha contra el covid-19. Desde enero las acciones de la compañía se han revalorizado un 188%, hasta alcanzar los 301 euros a los que cotizan actualmente en el Nasdaq estadounidense. Sin embargo, en los pocos días que llevamos de diciembre a la farmacéutica se le ha abierto un nuevo frente judicial que ha frenado su rally alcista, haciendo que sus títulos caigan casi un 15%.
El nuevo conflicto por las patentes utilizadas en la creación de la vacuna contra el coronavirus podría suponer una demanda por infracción de estas por parte de la biofarmacéutica canadiense Arbutus Biopharma Corp. De esta manera, el pasado miércoles 1 de diciembre un tribunal federal de apelaciones en Estados Unidos rechazó la impugnación que Moderna había realizado de las patentes que pertenecen a Arbutus. Esto, sumado a las declaraciones del CEO de Moderna, Stéphane Bancel, sobre sus dudas sobre la eficacia de la vacuna contra la nueva variante Omicron, ha provocado la caída en bursátil de la compañía.
CONFLICTO DE ‘ROYALTIES’
Concretamente, las patentes por las que ambas compañías están enfrentadas implican a las llamadas nanopartículas lipídicas que encierran el material genético, conocido como ARN mensajero (ARNm), en la vacuna. Se trata de una tecnología que también podría resultar útil para desarrollar futuras vacunas basadas en ARNm contra otras enfermedades como el VIH. La decisión del Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal de Estados Unidos estima que las patentes de Arbutus (que podrían haber cubierto la tecnología utilizada en las vacunas contra el covid-19) son válidas, puesto que la ciencia utilizada en ellas no se conocía antes.
Así se desprende de las conclusiones previas de este tribunal que, aunque coincidió con Moderna en su impugnación en que algunas de las partes de una de las patentes no eran válidas, en el resto le dio la razón a Arbutus, según ha informado Reuters. Esta coyuntura puede suponer una nueva batalla judicial para Moderna, que en documentos judiciales anteriores ya dicjo creer que Arbutus podría presentar una demanda exigiendo ‘royalties’ por su vacuna contra el coronavirus si las patentes se mantienen.
Aunque, tal y como recoge la agencia de noticias británica, el conflicto podría resolverse con un acuerdo entre ambas compañías según las declaraciones recogidas de un analista de Jefferies. En este sentido, el experto de la firma Dennis Ding ha asegurado que era posible una demanda por infracción, pero que podría prolongarse durante años, por lo que Arbutus probablemente se conformará con una pequeña cuantía en ‘royalties’. Aunque la disputa puede arreglarse en los despachos, la situación ya ha generado que la biofarmacéutica Arbutus se haya visto beneficiada. Nada más conocerse la información, la compañía subió más de un 44% en Bolsa.
MÁS FRENTES ABIERTOS
Y a este nuevo lío por las patentes de la vacuna hay que añadirle el frente abierto que tiene por una causa similar con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), pertenecientes al Departamento de Salud y Servicios Humanos del país norteamericano. Hace a penas unas semanas, se conoció la noticia de que Moderna había excluido a tres científicos de los NIH como co-inventores de una patente central para la vacuna contra el covid-19 en su solicitud de patente que la farmaceútica presentó en julio.
Al parecer, desde el organismo de salud estadounidense han estado tratando de resolver el conflicto de patentes con Moderna de manera amistosa durante algún tiempo, pero la compañía no reconoce la versión de los científicos sobre las patentes, según recoge Reuters. Por lo que el director de los NIH, Francis Collins, aseguró que el asunto se dirimiría en los tribunales finalmente.
Pero el éxito de la vacuna contra el covid-19 ha hecho de oro a Moderna y desde el año pasado no deja de crecer a nivel bursátil y financiero. Hasta ahora la compañía que dirige Stéphane Bancel ha facturado en el último trimestre (hasta el 30 de septiembre) 4.969 millones de dólares frente a los 157 millones de dólares que facturó en el mismo período en 2020 por las ventas de su vacuna. Lo que supone unos ingresos un 3.164% mayores que el año pasado.
De hecho, el mes pasado la farmacéutica pronosticó que por las ventas de la vacuna obtendrían de entre 15 mil millones y 18 mil millones de dólares en 2021 , y las mismas cifras para 2022 rondarían entre los 17 mil millones y los 22 mil millones de dólares. Los frentes judiciales abiertos de la compañía pueden perdjudicar a corto plazo su comportamiento en el parqué neoyorquino, pero las previsiones son optmistas para Moderna y para el sector farmacéutico implicado en el desarrollo de vacunas.