«El estilo no tiene nada que ver con el dinero». Esta es una de las míticas frases de la diseñadora de moda Carolina Herrera. El sentido que quiso darle es claro: se puede vestir bien por poco dinero. Pero si la analizamos desde el punto de vista del inversor, el estilo tiene mucho que ver con el dinero.
Con el paso del tiempo, la moda se ha convertido en una forma de invertir. Hoy por hoy, se puede apostar por cualquier mercado. La inversión ofrece un enorme abanico de posibilidades. Y dentro de la moda, la cultura que más ha explotado, y que más inversores tiene es el ‘streetwear’.
DE LA CALLE A LA ALTA COSTURA
La moda urbana o ‘streetwear’ se ha convertido en el epicentro de la moda, y, sobre todo, de la alta costura. La ropa urbana lleva existiendo más de 30 años. En su origen, estaba destinada para los cantantes de hip-hop de los 80, o para la sociedad vinculada a deportes de tabla, como skate o surf. Con el paso de tiempo, la moda urbana ha ido calando en la sociedad, sobre todo entre los más jóvenes. Múltiples estudios determinan que los más interesados en esta tendencia son los menores de 25 años.
el sector tiene potencial económico para alcanzar los 25.200 millones de euros para 2030
El streetwear se ha convertido en un fenómeno que ha revolucionado la industria. Ni por asomo las marcas de lujo contemplaban la idea de unirse a la moda urbana. Sin embargo, viendo la enorme demanda, y que el ‘streetwear’ es el motor de la moda actual, se han visto obligadas a adaptarse.
Pero como todo, la moda urbana también ha cambiado, tanto en la percepción social como en el precio. El ‘streetwear’ se caracterizaba por ser accesible para todos los públicos. Sin embargo, el vínculo con la ropa de lujo ha encarecido enormemente a las prendas urbanas. Es obvio que la alta costura, aunque esté inmersa dentro del streetwear, no dejará ser cara.
La relación entre ‘streetwear’ y lujo ha hecho que las masas se interesen más por prendas básicas, incluidos las celebridades. Tal es el calado social de la moda urbana que las marcas deportivas han decidido apostar por este subgénero, y sin ninguna duda, han sido las grandes beneficiadas. Nike, Adidas, Puma…se han decantado por ofrecer productos urbanos, y no les está yendo mal.
LAS ZAPATILLAS, EL NEGOCIO MÁS RENTABLE DE LA MODA
Pero si indagamos dentro de la moda urbana, el principal mercado es el de las zapatillas. Las ‘sneakers’ se han convertido en las piezas más preciadas dentro de la moda urbana. La exclusividad y ese toque urbano de los años 80, ha hecho de las zapatillas un artículo de coleccionismo, o de inversión.
Las sneakers han hecho que la moda urbana sea un sector en el que invertir. Son las zapatillas las que han hecho que la moda urbana pase de la estética a la inversión. La reventa ha abierto un nuevo frente dentro de la inversión, y ha convertido a las zapatillas en el negocio más lucrativo de la moda.
Revender zapatillas no es algo nuevo, pero a raíz de la pandemia, la reventa se ha disparado. La consultora Cowen remarcó que la compraventa de zapatillas crece a un ritmo anual del 20% en EE.UU. Según la consultora, el sector tiene potencial para alcanzar los 25.200 millones de euros a nivel global para 2030.
Las zapatillas se han convertido en un activo alternativo emergente. Es una realidad. Las ‘sneakers’, además de ser piezas de coleccionismo para algunos o una prenda de vestir, son en una de las opciones más rentables en las que invertir.
Las claves que han hecho que las zapatillas sean un negocio lucrativo y rentable son la exclusividad, la importancia de las redes sociales, y en algunos casos, las colaboraciones con marcas de lujo o con personalidades de la música.
LA ESCASEZ Y LA EXCLUSIVIDAD, CLAVES DE LAS ZAPATILLAS
La exclusividad y la escasez son dos factores que disparan el precio de un producto. Esto ocurre tanto en el sector textil como en cualquiera en el que se invierta. Nike es la marca protagonista del mercado de las zapatillas. La venta de sneakers se ha digitalizado. Ahora se hacen rifas o lanzamientos online en las que los clientes, con suerte, pueden comprar las zapatillas.
LOS MENORES DE 25 AÑOS SON LOS MÁS INTERESADOS EN LA COMPRAVENTA DE ‘SNEAKERS’
Si no logras adquirir un par, debes esperar a que alguien decida revenderla, y es ahí dónde la rentabilidad comienza a aflorar. Por norma general, el precio que determina una marca como Nike son unos 120 euros. Con el paso de tiempo, los vendedores analizan cual es la demanda que tiene ese par. Si es muy elevada, el precio puede oscilar entre los 350-1.000 euros. En casos excepcionales en los que la zapatilla conjuga la escasez con alguna colaboración exclusiva, el precio de reventa puede sobre pasar los 2.500 euros.
LA MÚSICA INFLUYE EN EL PRECIO DE LAS SNEAKERS
Las redes sociales y los ‘influencers’ juegan un rol fundamental en el mercado de las zapatillas. Que una celebridad suba una foto a sus perfiles con un determinado par, puede disparar el precio de reventa de esas zapatillas. Por lo tanto, es un mercado en el que la interacción en redes es determinante. Son muchas las estrellas de la música que han participado en el diseño de un par. Por ejemplo, la zapatilla de Nike x Travis Scott se revende por precios máximos de 2.100 euros. J Balvin, es otro de los cantantes que, junto a Nike, lanzaron su propia zapatilla. Hoy por hoy, el precio mínimo de reventa es de 400 euros.
Otra de las cuestiones clave para entender el elevado precio de las zapatillas es la colaboración entre una marca clave del sector, con otra de lujo. Y en este apartado, la colaboración entre Nike y Dior, es por muchos más importante de la década. La exclusividad, una colaboración potente, y el lujo, ha hecho que su precio mínimo de reventa sea de 7.560 euros, según cifras de StockX.
Las sneakers se han convertido en uno de los activos más interesantes para invertir. Los jóvenes, guiados en muchas ocasiones por los influencers, son los que mueven este mercado. Las previsiones sonríen tanto al ‘streetwear’ como a las ‘sneakers’. El potencial económico de este mercado es mayúsculo, y, además, cada día son más los interesados en este mundo, bien por coleccionismo o buscando rentabilidad económica.
