El Brexit, a pesar de que ya es una realidad que tiene algo más de 8 meses de vida, sigue dando que hablar. Sin olvidar que seguimos en un momento delicado para las economías nacionales, los países poco a poco dan muestras de fortaleza económica. La recuperación postpandemia era algo que tarde o temprano iba a llegar, y este 2021 ha servido para certificar que muchos los sectores que componen el mercado ya han recuperado niveles prepandemia.
Pero si echamos el ojo a las economías europeas, es inevitable fijarnos en la situación del Reino Unido. Naturalmente la crisis sanitaria no ha beneficiado a nadie, es una realidad, pero en el caso del país británico, la situación económica está dando sus mayores síntomas de flaqueza en mucho tiempo. Que la salida del Reino Unido de la UE iba a traer consecuencias, era algo que todo el mundo veía venir, pero seguramente ni los propios británicos podían adelantar lo que ahora están viviendo.
Con el Brexit, Reino Unido se ha convertido en un país más «cerrado». Es decir, ahora hay más impedimentos, burocráticos principalmente, para importar y exportar. Por otro lado, hay más puestos de trabajo desocupados, marcado por la expulsión de la mano de obra extranjera. Y, por último, la aplicación del IVA británico. Estos son los principales problemas que han provocado desabastecimiento en supermercados o cierre de gasolineras.
EL SECTOR SERVICIOS, DAÑADO
De momento, y aunque la crisis del Covid ha engrandecido todos los problemas del Reino Unido, el Brexit es una piedra en el zapato para el país británico. Si analizamos la economía y los principales mercados del país gobernado por Boris Johnson, el sector servicios es el que más población activa alberga, con un 80,8%. Reino Unido sigue siendo una de las economías más potentes del mundo. Banco Santander considera al país británico una de las principales naciones manufactureras. Aún esto, es el sector servicios el que representa más de 71% del PIB, y es en este sector dónde más problemas se están originando a raíz del Brexit.
El desabastecimiento se debe a los problemas logísticos que existen entre Reino Unido y los demás países. Hay retrasos, falta de conductores…y todo ello ha llevado a que, por ejemplo, el país esté viviendo una de las mayores crisis del combustible en décadas. En cuanto a los comercios, el Brexit, unido a la pandemia, ha alimentado el problema de la distribución, lo que ha provocado que los estantes de los supermercados estén vacíos.
Aunque siguen siendo un país fuerte en el aspecto económico, no es una situación que interese alargar, ya que puede poner en peligro puestos de trabajo, y aumentar lo problemas comerciales.
EL ECOMMERCE, VÍCTIMA DEL BREXIT
Packlink afirma que el Brexit también está perjudicando al eCommcerce. Estamos en un momento de digitalización casi total, y el comercio electrónico mueve cientos de millones de euros. Según datos de la plataforma, el 52% de los británicos, realiza sus compras en tiendas virtuales externas al Reino Unido, siendo un 6,5% en tiendas españolas. Los mayores tiempos de entrega, problemas en las devoluciones de los productos, mayores tasas…son algunos de los problemas que está mermando al eCommerce.
LAS IMPORTACIONES DEL REINO UNIDO HAN DECRECIDO UN 30%, HASTA LOS 4.339 MILLONES DE LIBRAS
EL BREXIT MERMA LAS RELACIONES COMERCIALES CON ESPAÑA
El Brexit era uno de los deseos de gran parte de la sociedad británica. Sin embargo, la situación económica que ahora mismo viven, ni ellos mismo la veían venir. Independientemente de la crisis sanitaria, los datos certifican que el Brexit está suponiendo un problema para las relaciones comerciales con España, y, además, siendo un escollo para los propios negocios del país.
Entre enero y julio de este año, España ha exportado bienes por valor de 8.267 millones de libras al Reino Unido, lo que supone un retroceso del 19% con respecto al 2019, cuando el país ibérico exportaba bienes por valor de 10.195 millones libras (en las mismas fechas). Datos que nos devuelven al 2015, momento en el que se vieron datos tan bajos como los actuales.
Si nos fijamos en las importaciones desde el Reino Unido, se aprecia una caída del 30%, hasta los 4.339 millones de libras entre enero y julio de este año. El Brexit ha mermado a los intereses comerciales del propio país.
Es una situación que, dentro de que actualmente no está beneficiando al país en el aspecto económico, es nueva. Se deben adaptar, y las dificultades económicas obligan a encontrar la forma de paliar esta situación más pronto que tarde. Por el momento, Reino Unido es un país que se está quedando sin gasolina, y al que los transportistas rehúyen ir.