Starbucks ha conseguido convertirse en una cafetería icónica, estableciéndose en prácticamente todas las grandes ciudades. Desde que se fundara en Seattle en 1971 han logrado establecerse como la principal compañía comercializadora de café del mundo. En 2020 contaba con más de 32.646 locales en setenta países. Estados Unidos continúa siendo su principal mercado, allí tienen prácticamente la mitad de sus establecimientos.
Una de las claves actuales de la compañía radica en el precio del café. Éstos han registrado durante este año máximos históricos. El pasado mes de agosto la materia prima marco su décimo mes consecutivo al alza. Este aumento se produjo por el considerable aumento en los costes de transporte a causa de la pandemia y a la preocupación sobre posibles cambios en el clima que pueda reducir el suministro.
La Organización Internacional del Café explica que «el nivel alcanzado en agosto de 2021 representó un aumento del 51,3% desde el inicio de año
Hay que tener muy en cuenta el mercado del café ya que su precio puede ser imprevisible debido a las fluctuaciones en la producción, los costes de transporte o cualquier incidente geopolítico. Hay que tener en cuenta que los principales productores es Brasil le siguen Vietnam, Colombia, Indonesia y Etiopía.
En el mes de julio marcó un máximo que no se veía desde el 2014, y a su vez Starbucks alcanzó nuevos máximos históricos. Esta subida en el precio del café está siendo de más de dos dólares la libra. Algo que seguramente este menoscabando los ingresos de la multinacional estadounidense. Aunque, no es algo que este afectando al precio de sus acciones.
Starbucks cuenta a día de hoy con la calificación Baa1/BBB+, desde Bloomberg Intelligence esperan que los bonos de la compañía se refuercen según el apalancamiento se vaya acercando al objetivo. Aunque el Covid-19 podría seguir haciendo estragos en la compañía y acabar con el optimismo de este cuarto trimestre. Y de cara al próximo 2022, se teme que puedan retrasar los índices de desapalancamiento esperados. Aunque cabe destacar que la sólida posición de la liquidez de la compañía en ese supuesto podría funcionar como una especie de amortiguador.
LA NUEVA NORMALIDAD LES DEVUELVE A LA NORMALIDAD
El cierre de tiendas por el largo y ancho del mundo conocido durante el 2020, causo en Starbucks una deuda de más de 4.000 millones de dólares. Por suerte para la estadounidense los beneficios y el flujo de caja se han fortalecido por el aumento de la actividad económica.
Aún con los costes de suministros y las presiones salariales parece que la sirena de Starbucks cree que los márgenes operativos en 2021 serán sólidos. Además, que su tamaño, huella, reconocimiento de marca y presencia digital líder entre sus pares, le sirven como un buen aval de éxito.
En las malas noticias nos encontramos con que el repunte en el tráfico hasta niveles similares a los prepandémicos va a tardar más de lo que se pronosticaba en la pasada primavera. Esto hace que Starbucks dependa en mayor medida de las plataformas de autoservicio y de pedidos digitales para mantener un volumen firme.
EL PRODUCTO
Se prevé que estas subidas en el café y con ello la disminución de los ingresos de la compañía se traduzcan en un aumento de los costes para su enorme base de clientes. Lo que supone un aumento en el precio de sus productos. A fin de evitar que esta subida en los precios del café pueda lastrar sus acciones en bolsa. El café experimentó una gran remontada ya que el precio se duplicó desde los mínimos registrados en junio de 2020 en 92,70 centavos. Los futuros del café se encontraban este martes en un rango entre 182,38 – 184,3.