El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, se ha mostrado confiado en cerrar un acuerdo con los sindicatos a mediados de mayo gracias al “esfuerzo máximo y la buena voluntad de todos”.
El Plan Estratégico del banco, presentado el pasado noviembre en Londres, incluye una reordenación de la red con la apuesta por las oficinas Store en las grandes ciudades y mantener intacta las 1.100 sucursales rurales. No obstante, requiere el cierre de 793 oficinas asociado a un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que prevé la salida de 2.157 trabajadores.
En enero comenzaron las negociaciones entre los representantes de los trabajadores y los de la empresa. Gonzalo Gortázar ha explicado durante la presentación de resultados del primer trimestre que “nos quedan algunos días y noches de negociación”, pero “con el esfuerzo de todos llegaremos a un acuerdo”, ya que “buscamos lo mejor para la entidad”.
El consejero delegado del banco ha reconocido que el aumento de los gastos de explotación un 4,7% en el primer trimestre hasta 1.204 millones de euros “empeora” la ratio de eficiencia de la entidad. Este aumento se debe al crecimiento de iniciativas comerciales, nuevos desarrollos tecnológicos, la aceleración del plan de transformación de la red, el incremento de la masa salarial y el impacto del incremento de las bases de la Seguridad Social. Estos dos últimos puntos «lógicamente dan más razones a la negociación laboral«, ha apuntado Gonzalo Gortázar. “No nos la inventamos”, ha expresado.
En este sentido, ha señalado la necesidad de acometer el ERE para que CaixaBank pueda «seguir creciendo de manera eficiente, rentable y sostenible en el futuro». «Por eso necesitamos una negociación laboral, apostar por la eficiencia del banco», ha insistido. “Lo deseable es que llegue a un punto de acuerdo con el máximo consenso posible”, ha querido enfatizar el directivo. Aunque ha declarado que la situación es “compleja”, ha enfatizado que “nos hemos escuchado mutuamente” y “habrá soluciones”.
Del mismo modo, Gonzalo Gortázar ha admitido que “no hay ningún colchón o provisión para el ajuste porque no es posible contablemente”. “Si hay un acuerdo, habrá un coste muy relevante que tendremos que mostrar en los resultados (trimestrales o anuales)”, ha especificado.
CAIXABANK PAGA SUS IMPUESTOS
Como era de esperar, Gonzalo Gortázar ha sido preguntado sobre el resultado de las elecciones generales celebradas el pasado domingo. Sin entrar a valorar, el consejero delegado de CaixaBank se ha mostrado “siempre disponible para echar una mano al Gobierno, como hemos hecho en el pasado, que resulte elegido por los parlamentarios que al fin y al cabo hemos elegido entre todos”. “Tenemos que respetar los acuerdos de los partidos; estamos a la espera como cualquier otro ciudadano”, ha declarado.
En cuanto a los deberes para el próximo Ejecutivo, Gortázar ha apuntado a que “el crecimiento se mantenga, si es posible se acelere” y ha pedido “disciplina presupuestaria” ya que “todavía hay un déficit público elevado”.
El consejero delegado ha ido más allá del cortoplacismo de las promesas electorales para señalar que hay muchas cosas por hacer. Por ejemplo, el empleo. “Aunque el mercado laboral ha mejorado mucho”, ha declarado, tiene un amplio margen de mejora para reducir las “inaceptables” tasas de paro, la precariedad, la temporalidad y las desigualdades. Del mismo modo, ha reclamado a medio y largo plazo un «esfuerzo para poner en la agenda de consenso social y político temas de gran trascendencia» como las pensiones, la cuestión demográfica, el funcionamiento del Pacto de Toledo o la educación, no solo de los jóvenes, sino de muchas personas que, con los cambios tecnológicos, en los próximos años van a necesitar o querer cambiar de trabajo y necesitan una «reeducación».
No obstante, sí ha entrado más a fondo en las preguntas sobre posibles nuevos impuestos a la banca y devoluciones por el rescate. El consejero delegado de CaixaBank ha sido firme y rotundo. Ha recordado que el año pasado el banco pagó 712 millones de euros en impuestos (25%). Además, “el 40% de nuestros beneficios nutre a la sociedad a través de la Fundación”. «No tiene sentido que las entidades que hoy operan, que han hecho las cosas bien y han podido compensar los problemas derivados de la crisis, sean responsables de los errores y la mala gestión de las entidades que han desaparecido», ha afirmado.
El directivo ha insistido en que “la banca no es un único bolsillo”. “Está compuesta por distintas entidades financieras y hay que separar entre las que han tenido problemas -que ya no están o si continúan ahora están con otros propietarios y otros gestores- y las que han sobrevivido a la crisis y al revés, les ha costado mucho”, ha aclarado.
RESULTADOS FIRMES SIN EXTRAORDINARIOS
CaixaBank ha obtenido un beneficio neto de 533 millones de euros hasta marzo, lo que representa un descenso del 24,3% con respecto al primer trimestre de 2018. Este retroceso se debe, tal y como ha explicado la entidad, por el impacto de extraordinarios de 193 millones de ellos. Sin ellos, el beneficio habría crecido un 4,3% en los primeros tres meses del año.
El descenso del resultado se debe esencialmente a la reducción de los resultados de entidades valoradas por el método de la participación, como consecuencia de la no atribución de los resultados de Repsol tras el acuerdo de venta (63 millones) y de BFA tras reestimación de la influencia significativa y reclasificación contable (76 millones), tal y como ha informado CaixaBank a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El consejero delegado ha destacado la mejora de la calidad de los ingresos. El 96% de ellos viene de la actividad core del banco, lo que “aporta tranquilidad de cara a los próximos resultados”. En concreto, los ingresos core han crecido un 0,9% en el primer trimestre hasta 2.027 millones de euros. Otro punto que ha resaltado Gonzalo Gortázar ha sido el crecimiento de los recursos de clientes en 10.981 millones de euros (+3,7%) para cerrar marzo con un total de 369.463 millones de euros. “La posición competitiva se ha visto consolidada”, ha enfatizado el directivo.
Los activos bajo gestión crecen hasta los 97.454 millones. En su evolución (+3,7% en el trimestre) ha incidido el buen comportamiento de los mercados tras la caída a finales del cuarto trimestre de 2018, según ha informado la entidad. El patrimonio gestionado en fondos de inversión, carteras y sicavs se ha situado en 66.485 millones de euros (+3%). El banco presidido por Jordi Gual mantiene de esta manera el liderazgo en fondos de inversión, con una cuota del 17%, y en planes de pensiones, con una cuota del 24,6%.