El sector de las telecomunicaciones es uno de los que suelen aguantar con calma las crisis económicas por lo cual nos interesa seguir de cerca, tanto como lo hace el mercado institucional. Las acciones de Telefónica son unas de las pocas que apalancan los movimientos alcistas del Ibex 35, hasta el momento, el resultado en lo corrido del año representa para el IBEX 35 una pérdida del -7,75% mientras que la acción de Telefónica se anota más del +22,6% aun con todo y crisis.
Desde hace más de 20 años el uso de teléfonos como de conexión se convirtió en un una necesidad básica de los hogares y empresas con lo cual asegura de cierto modo su evolución, teniendo en cuenta que, en medio de situaciones inflacionarias, el precio al cliente final será incrementado a medida que los costes se incrementen. Ante este tipo de rupturas económicas, empresas con potencial de mercado como el que tiene Telefónica, suelen mantenerse a beneficios mínimos con tal de obtener mayor cuota de mercado acabando con su competencia.
Para ello, la regulación sobre los servicios de uso de red obligatorios que Telefónica tenía que asumir dando cabida a competidores se ha reducido por áreas geográficas, dándole mayor margen de maniobra para atacar con promociones y precios low cost. Por otro lado, las desinversiones en mercados no estratégicos y venta de negocios en países con riesgo cambiario dando paso al enfoque en los países que le producen beneficios históricos, aseguran la estabilidad de su modelo de negocio y por ende los beneficios a futuro.
ANÁLISIS TÉCNICO
Una de las últimas jugadas fue el traspaso de sus filiales argentinas, Telefónica Móviles Argentina y Telefónica de Argentina, las cuales pasaron a Telefónica Latinoamérica Holding (TLH) que se maneja desde España junto con el resto de las filiales latinoamericanas sin incluir Brasil. De esta forma, la compañía limita una continuación de pérdidas como las que ha venido registrando en esa área geográfica y adicional a ello, se cubre ante una posible expropiación que al régimen actual no le es indiferente.
Desde septiembre del año pasado, venimos compartiendo con nuestros lectores áreas de compra preestablecidas inicialmente en niveles de 3,7 euros y, posteriormente, sobre los 4,22 euros. Esto de acuerdo, no sólo a sus resultados financieros, sino a la estructura técnica sobre una última tendencia alcista que viene registrando la acción desde finales de 2020, cuando alcanzó sus mínimos históricos por causa de la pandemia.
Ahora bien, el precio ha desarrollado un patrón de continuación alcista que al mismo tiempo podría generar un retroceso a inmediaciones entre los 4,2 y los cuatro 4,3 euros, desde donde podría retomar fuerza alcista en busca de un primer objetivo en inmediaciones de 6 euros por acción que corresponden a la confluencia entre la resistencia macro mensual de agosto de 2019 y la directriz bajista macro. Lo que representaría cerca de un 40% de beneficio estimado al mediano y largo plazo.