El sector de las aerolíneas se enfrenta a huelgas, falta de personal y pérdida de capacidad adquisitiva de la población por las elevadas cifras de inflación. Un contexto en el que IAG está logrando salir airosa de diferentes adversidades, pactando con los sindicatos para desconvocar los paros de este verano y asegurándose una buena posición ante los elevados costes del combustible, fruto, entre otras cosas, del rally alcista del petróleo.
Pero no es suficiente para el holding hispano-británico, cuya recuperación pasa por centrarse en la parte de su negocio dedicada al bajo coste, puesto que la compra de Air Europa no se completará al cien por cien hasta el próximo año. Con el incremento del coste de vida, las aerolíneas lowcost se verán beneficiadas y los expertos prevén que ganarán cuota de mercado a las compañías tradicionales. Así, Vueling, la filial de bajo coste de IAG, se muestra como la mejor opción a corto plazo para el crecimiento del negocio.
«El aumento de los costes de la energía y la reducción de los ingresos de los consumidores sitúan a las aerolíneas de bajo coste en el puesto de mando de la cuota de mercado de corto recorrido, mientras las compañías tradicionales se centran en la reestructuración y el largo recorrido», señalan los analistas de Bloomberg Intelligence en un reciente informe sobre el sector.
En este sentido, explican que el aumento de las tarifas hace que los viajeros de ocio sean más sensibles a los precios. Una situación que deja a empresas como Ryanair, Wizz Air y easyJet con una mejor posición dentro del mercado. Asimismo, indican que dichas firmas lowcost podrían alcanzar la mitad de los kilómetros de pasajeros de ingresos intraeuropeos en 2024.
LAS AEROLÍNEAS DE BAJO COSTE SE RECUPERAN MÁS RAPIDO
Las huelgas como las que se han visto en easyJet o Ryanair son uno de los principales retos a los que se enfrentan las aerolíneas, tanto las de bajo coste como las tradicionales. En cambio, la subida del coste de la vida por la inflación tiene un efecto negativo para las compañías con tarifas más altas. De hecho, las ganancias en cuota de mercado que están protagonizando Ryanair y Wizz Air se están acelerando en mitad de la recuperación gracias a sus ambiciosos planes de flota.
«Nuestro análisis de escenarios sugiere que estas dos aerolíneas podrían llegar a cerca del 37% de los ingresos por pasajero-kilómetro intraeuropeos (RPK) en 2024, frente al 25% en 2019. Wizz Air parece el aspirante más legítimo al segundo puesto de EasyJet, con una estructura de costes ‘ultrabajos’ similar a la de Ryanair. Sin embargo, las tarifas reducidas suponen una menor cuota de facturación», destacan los expertos en el informe.
Además, las aerolíneas de bajo coste se están recuperando más rápidamente que las compañías tradicionales, que deben hacer frente a la carga de la deuda y a la disminución del apoyo estatal. En este sentido, tanto Wizz Air como Ryanair han tenido un crecimiento anualizado de pasajeros en los últimos años muy positivo, mejor de lo que han venido obteniendo las firmas tradicionales del sector.
«La capacidad de las aerolíneas de bajo coste para añadir bases en mercados desatendidos o en los que los operadores tradicionales tienen dificultades es una ventaja competitiva. Wizz Air y Ryanair podrían crecer más allá del 30% de cuota de mercado en Europa central y oriental que tenían antes de la invasión rusa, a pesar de que las aerolíneas nacionales suelen tener una alta penetración en los países», aseguran desde la firma de análisis.
LA SOLUCIÓN DE IAG PASA POR VUELING
Con este escenario, la alternativa de IAG pasa por sacar mayor provecho a su filial de corto recorrido, Vueling. Si bien British Airways sigue con problemas de falta de personal terrestre e Iberia centra sus esfuerzos en la compra de Air Europa, Vueling cuenta con una buena posición en el segmento de viajes aéreos en España y está teniendo una fuerte recuperación.
«Las aerolíneas tradicionales podrían recurrir a filiales de bajo coste y de ámbito regional para defender su cuota de mercado en los trayectos cortos durante la recuperación. Air France cambió las rutas nacionales y las franjas horarias en París Orly por la red de Transavia. Vueling, que también se beneficia de los viajes nacionales en España, está experimentando una fuerte recuperación«, señalan.
Un refuerzo en este segmento de su negocio sería positivo para IAG, aunque los expertos señalan el riesgo de «canibalizar» o «diluir» sus marcas de servicio completo en favor de las de bajo coste. «El hecho de estar vinculado a una compañía aérea de bandera puede tener influencia política, lo que hace que algunas aerolíneas de bajo coste sean más propensas a las políticas proteccionistas o climáticas adversas», concluyen los analistas.