Telefónica brilla como valor refugio en el Ibex 35, en medio de la volatilidad que azota al mercado. La teleco que dirige José María Álvarez-Pallete se revaloriza más de un 30% en 2022 y roza los 5 euros por acción, cifra psicológica que no alcanza desde principios de 2020. La solidez demostrada por el sector durante los primeros meses ha estado liderada por la firma española y los expertos coinciden en diferentes factores que auguran un crecimiento sostenido entre las telecos europeas.
La compañía es una de las mejores firmas del índice por comportamiento bursátil este año e incluso se ha colado en el podio de las cuatro mayores empresas por capitalización de mercado. Con el impulso del dividendo, la buena estrategia de diversificación del negocio, el panorama de fusiones y adquisiciones y un entorno más favorable para el sector, Telefónica se consolida y convence a los inversores. Una situación en la que también ha influido de manera importante la apreciación del real brasileño, uno de los mercados en los que opera la teleco.
La elevada presión inflacionaria y las subidas de tipos de los bancos centrales para tratar de frenar la escalada de precios están perjudicando a empresas de sectores como el retail o de industrias como la acerera. Sin embargo, las compañías de servicios de telecomunicaciones, junto con las energéticas, se han posicionado como opciones más atractivas a la hora de invertir en las últimas semanas y son las únicas que terminan en verde en este primer semestre.
CONTEXTO ALENTADOR PARA TELEFÓNICA
En este sentido, el índice Stoxx 600 Europe de telecomunicaciones ha obtenido un rendimiento total superior a los 1.720 puntos básicos de rentabilidad total durante los primeros seis meses del año. Una situación que se produce tras tres años consecutivos con un menor rendimiento y sólo teniendo por encima los 1.800 puntos básicos alcanzados en el mismo período en 2013. Lo que demuestra que el mercado ha recompensado a las telecos, especialmente a Telefónica, por su posición resistente frente a la guerra en Ucrania, a la incertidumbre económica y a las subidas de tipos.
«Los resultados del primer trimestre y el interés sostenido por las fusiones y adquisiciones, a las que se ha sumado Etisalat con la compra de una participación en Vodafone, ofrecen un contexto alentador para un rendimiento superior sostenido. La mayoría de los operadores de las compañías aéreas han obtenido un ebitda mejor de lo previsto o en línea en el primer trimestre, en medio de coberturas de costes energéticos, subidas salariales inferiores al IPC y aumentos de precios por debajo del IPC», sostienen los analistas de Bloomberg Intelligence en un reciente informe sobre el sector.
Contexto positivo para las telecos europeas, que podrá mejorar si los resultados del segundo trimestre refuerzan los argumentos bursátiles. Es por ello que los expertos de la firma de análisis creen que las cifras que reflejen Telefónica y sus homólogas «serán una prueba de sostenibilidad, mientras que la volatilidad del mercado puede hacer que las fusiones y adquisiciones queden relegadas a un segundo plano».
Este rendimiento superior que ha demostrado el sector, sostenido desde enero, ha hecho que el descuento de la valoración de las empresas de telecomunicaciones entre el ebitda futuro se haya situado en junio por debajo de la media de 10 años, nivel que no visitaba desde 2016.
OBJETIVO 5 EUROS
«Esto está impulsando finalmente la posición relativa del sector después de haber pasado muchos años en la parte inferior de la clasificación, junto con energía y automóviles», señalan los expertos. Sin embargo, creen que sigue estando muy por debajo de la media del mercado.
En cualquier caso, Telefónica se ha posicionado durante este año como uno de los valores revelación dentro del Ibex 35, alcanzando actualmente una capitalización superior a los 28.000 millones de euros, y camina con paso firme hacia uno de sus principales retos desde hace años, el de recuperar los 9 euros por acción. Se trata del nivel en el que se encontraba la teleco cuando José María Álvarez-Pallete cogió las riendas de la compañía, en abril de 2016. Desde entonces las acciones de la compañía han marcado una tendencia bajista de la que no ha llegado a recuperarse por el momento.
Es un reto que para algunos inversores se hace casi imposible, después de tantos años de pérdida de valor. Pero los títulos de Telefónica llevan meses demostrando resistencia ante una situación complicada para los mercados a nivel internacional y van por buen camino. De momento, el primer objetivo que marcan para la teleco la mayoría de expertos y analistas se encuentra en los 5 euros por acción, una resistencia psicológica que no consigue perforar desde 2020.
Pero el crecimiento de la firma ha superado las expectativas del consenso de mercado y el potencial de revalorización que aún le queda a Telefónica se muestra escaso. Es por ello que, aunque logre superar los cinco euros por título tan ansiados, el recorrido alcista (al menos para los próximos doce meses) queda relegado a un segundo plano según las firmas de análisis que siguen la evolución de la empresa.