Ezentis ha desatado el miedo este viernes tras la confirmación de la negación a su rescate por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). La empresa de energía y telecomunicaciones se encuentra entre la espada y la pared, al borde de la quiebra y buscando otras posibilidades de financiación con las que pueda refinanciar su deuda.
La SEPI denegó su petición de rescate de 70 millones de euros por exceder los plazos procedimentales, dejando a la compañía en una situación límite. La firma que controla José Elías, el empresario catalán dueño de la energética Audax Renovables, fue suspendida de cotización en los primeros compases de la mañana, tras la información adelantada por El Confidencial.
Según ha explicado Ezentis en un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el rechazo de la SEPI se debe a que el plazo de alegaciones al expediente propuesto por el organismo estatal hace «inviable» que este se pueda aprobar en el plazo establecido para conceder las ayudas del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, que finaliza el 30 de junio.
La compañía y los sindicatos consideraban «fundamental» esta ayuda para solventar su delicada situación patrimonial, con un saldo negativo de 160 millones de euros, y su deuda. El riesgo de quiebra al que se enfrenta la compañía gana fuerza por momentos y si Ezentis no logra una alternativa de financiación para subsanar su deuda, más de 8.000 empleos peligran, la mayor parte de ellos en España.
UNA DEUDA INSOSTENIBLE
La compañía acumulaba una deuda financiera de 157,3 millones de euros al cierre del primer trimestre de 2022, después de que esta aumentara en 3,6 millones con respecto al mismo periodo de 2021. Se trata de una cifra insostenible para la compañía. Entre las entidades acreedoras se encuentran los fondos Arcano y Muzinich, así como entidades bancarias como el BBVA, Banco Pichincha, Banco Santander, Caixabank y EBN.
La empresa de telecomunicaciones y energía perdió 139,6 millones de euros en 2021, algo más del triple que los 40,1 millones negativos que registró en 2020, tras el saneamiento contable de los activos que poseía en varios países de Latinoamérica, de los que ha decidido salir para centrar sus operaciones en Europa.
Asimismo, en la junta general de accionistas celebrada el pasado lunes, el presidente del consejo de administración de Ezentis, Enrique Sánchez de León, aseguró que están «estudiando las acciones legales que se pudieran corresponder» tras identificar «una serie de irregularidades contables» que afectaron a la información presentada a ejercicios anteriores al 2021 por importe conjunto de 12,4 millones.
EZENTIS Y AUDAX: UNA PESADILLA PARA LOS INVERSORES MINORISTAS
Ezentis se encuentra en un momento límite y con riesgo de quiebra. Una situación que difiere de la otra firma que posee el empresario catalán José Elías, aunque las dos guardan paralelismos en cuanto a contexto bursátil. Ambas compañías caen con fuerza en el selectivo español tanto en el acumulado de este año como en desde el ejercicio anterior.
Si bien en Ezentis la caída es más grave, dejándose un 37,6% de su valor desde enero, Audax también camina en negativo por el Mercado Continuo con una pérdida del 11%. En 2021 la situación fue similar, con caídas del 55% y del 35% respectivamente. Las cifras hablan por si solas y los últimos meses se han convertido en una pesadilla para los inversores minoristas que decidieron en su momento entrar en las empresas que controla José Elías.
Aunque Audax Renovables ha logrado reconducir en cierta medida su situación, engordando su cartera de pedidos y firmando alianzas como la lograda recientemente con el fondo IKAV, todavía cuenta con factores de riesgo que pueden suponer un peligro potencial para su situación financiera y bursátil. En este sentido, la deuda todavía puede jugarle una mala pasada a Audax por su alto nivel de apalancamiento y la dificultad para la inversión que eso conlleva.