IAG sigue perdiendo fuelle en Bolsa con el verano a la vuelta de la esquina. Los problemas de British Airways en su recuperación postpandémica, el temor a una reducción de los clientes a causa del aumento de las tarifas por la inflación e incluso la falta de personal en Reino Unido por el Brexit cubren de incertidumbres el futuro a corto plazo del holding de aerolíneas. Con las esperanzas puestas en la compra de Air Europa por parte de Iberia, los expertos creen que no es suficiente y que la firma hispano-británica debe mirar otras posibilidades para crecer.
IAG no puede poner todos los huevos en la cesta de Air Europa para crecer», señalan los analistas de Bloomberg Intelligence en un reciente informe. Aunque ya han asegurado que se harán con el 20% de Air Europa antes de que acabe el ejercicio actual y cuentan con el beneplácito de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), el objetivo de hacerse con toda la compañía todavía tardará en llegar. Y, es que, la compra a Globalia, la empresa de la familia Hidalgo que controla la aerolínea, por parte de Iberia podría prolongarse hasta la segunda mitad de 2023.
Asimismo, todavía tiene que conseguir el visto bueno de las autoridades de competencia de España, Reino Unido y Alemania, donde opera la aerolínea de de la familia Hidalgo. «Los planes inmediatos de consolidación de IAG dependen de la búsqueda de soluciones antimonopolio para adquirir Air Europa, que ha planteado problemas de poder de mercado en España», destacan desde la firma de análisis.
IAG DEBE CENTRARSE EN EL BAJO COSTE
El problema de monopolio que plantea la operación es debido a que IAG tendría tres de las cuatro primeras aerolíneas por pasajeros, produciendo un solapamiento en cada tipo de distancia. «La aerolínea de servicio completo Iberia cuenta con un centro de operaciones en Madrid, que es donde se buscan sinergias, mientras que también se buscan asociaciones en América Latina. Vueling, con sede en Barcelona, aprovecha sus bajos costes y su fortaleza nacional, aunque tiene un duro competidor en el líder Ryanair para el corto recorrido europeo», añaden los analistas.
Se trata de una situación que, para los expertos, no puede ser la esperanza de IAG para la recuperación definitiva, sino que debe poner la mirada en otras opciones que le pueden otorgar mayor rentabilidad a corto plazo. Es por ello que aunque la adquisición es importante para la compañía, los expertos indican que su segmento de negocio low-cost es atractivo actualmente. «Sin embargo, Vueling y las operaciones reestructuradas de Londres Gatwick son focos alternativos de crecimiento de bajo coste», explican.
Es por ello que la mejor oportunidad que se abre ahora a IAG es la de competir por los clientes de ocio en Gatwick, que, a pesar de los problemas de falta de mano de obra, puede ser de gran ayuda para el negocio de la compañía que dirige Luis Gallego. «La reestructuración de IAG de las operaciones de corta distancia de British Airways en Londres Gatwick, lanzada como filial de British Airways Euroflyer en 2022, tiene como objetivo mejorar la competencia con las aerolíneas de bajo coste tras años de pérdidas», aseguran.
A PESAR DE LOS PROBLEMAS, LA CLAVE ESTÁ EN GATWICK
Es en este aeropuerto donde los expertos creen que está una de las claves para que IAG pueda reforzar su negocio, a pesar de los problemas reportados en las últimas semanas. «El comienzo se ha visto empañado por la escasez de trabajadores y los problemas logísticos, pero vemos retos a medio plazo en el mantenimiento de los estándares de la marca, la satisfacción de las demandas salariales y la flexibilidad estacional», señalan.
En este sentido, los sindicatos han negociado duramente y se puede ver en otras compañías como EasyJet, donde «se está centrando en la expansión desde esta base» y Wizz Air, en la que «también ha ganado franjas horarias en un intento de aumentar la cuota de mercado en el Reino Unido».
Pero Gatwick es una fuente de ingresos notable, donde, normalmente, más del 80% de los pasajeros vuelan en vuelos de corta distancia. Por tamaño, la infraestructura londinense es el segundo aeropuerto más grande del todo Reino Unido, solo por detrás de Heathrow, del que es propietaria la firma española Ferrovial. Un aeropuerto que da más prioridad a los vuelos de larga distancia. «Las conexiones ferroviarias con Londres y el sur de Inglaterra son beneficiosas», concluyen los analistas.
EL BREXIT Y LA FALTA DE PERSONAL
No obstante, todo el sector se enfrenta a dificultades por la escasez de personal en Reino Unido. La estimación de la mano de obra en el país se encuentra un 1% por debajo del nivel de febrero de 2020, un descenso menos pronunciado que el de EE.UU., pero que no se recupera tan bien como el de algunos países europeos vecinos. Esto se debe «a la jubilación anticipada, a los cambios de estilo de vida y a la pérdida de inmigrantes de la UE, que parece estructural», según apuntan desde la firma de análisis en otro informe.
En este sentido, EasyJet y British Airways han recortado considerablemente sus planes de capacidad este año para aumentar su resistencia en medio de la escasez de mano de obra. Circunstancia que afectará más a compañías como Lufthansa, Air France y KLM, que también están teniendo problemas en Europa continental. «Vemos que las huelgas en todos los sistemas de transporte amenazan aún más los servicios», añaden.
Para British Airways los retos operativos de principios de abril y las vacaciones de Semana Santa llevaron al holding a «un recorte de 600 puntos básicos en la orientación de la capacidad de 2022 frente a 2019, hasta el 74%, principalmente como resultado de los servicios de corta distancia de Londres Heathrow».
«Incluso el aumento de las previsiones de pasajeros de Heathrow para 2022, en torno al 65% respecto a la previsión de las aerolíneas, era conservador en comparación con las predicciones de las compañías aéreas, pero el aeropuerto afirma que considera los cuellos de botella de la oferta y la demanda de forma más realista. La apertura de la terminal cuatro a mediados de junio puede aliviar la presión sobre la quinta terminal. Sin embargo, la seguridad y la logística siguen sin tener personal suficiente», concluyen.