El pasado viernes, día 27 de mayo, CriteriaCaixa, el brazo inversor de CaixaBank, notificó a la CNMV que había adquirido más acciones de Telefónica. En concreto, la firma financiera compró el día 23, el 24, el 25 (en dos bloques) y el 26 del mismo mes por un total de 450.000 títulos, a un precio medio que osciló entre los 4,73 euros y los 4,94 euros. Una operativa que ni es nueva ni tiene, salvo por el detalle del dividendo, nada especial más allá de un objetivo: reducir el precio de la inversión que el holding que dirige Isidre Fainé mantiene en la operadora.
Un trabajo que lleva realizando desde el inicio de la pandemia, momento en el que incrementó notablemente esas compras. Así, desde el verano de 2020, una vez superado el shock inicial provocado por el coronavirus, CriteriaCaixa ha adquirido más de 12 millones de acciones de Telefónica. Esa cifra supone, por ejemplo, multiplicar casi por cuatro los títulos que había comprado el holding en 2019. Aunque la clave es que ha podido articular esa inversión a un precio medio cercano a los 4 euros o incluso inferior.
Esa operativa, y esos precios están ayudando a que la firma financiera pueda promediar a la baja el coste de su inversión en la operadora. De hecho, con el actual ritmo de compras Criteria ha logrado ya reducir ese valor en algo más de un euro, respecto al alto valor que pagó en 2018, cuando ejecutó el grueso de su inversión, y en torno al euro si se suma las de 2019. En concreto, el precio medio antes de la pandemia oscilaba entre los 7,8 y los 8 euros, pero tras los movimientos ejecutados después esa cifra ya se sitúa entre los 6,8 y 7 euros.
2018: TELEFÓNICA, UNA APUESTA ARRIESGADA PARA CRITERIA
La relación entre CriteriaCaixa y Telefónica se remonta mucho antes de que el holding iniciase sus inversiones en la operadora. Y, además, tienen un nombre en común: Isidro Fainé. Así, bajo el mandato del empresario catalán en CaixaBank se articularon la práctica totalidad de las compras de acciones que el banco todavía mantiene de la operadora. Más tarde, una vez dejó ese cargo y pasó a ocupar su tiempo con Criteria, la firma financiera se lanzó a comprar títulos. Así, si el manresano ‘llegó’ en 2016, ya en 2018 se ejecutó un volumen de adquisiciones enorme.
En total, Criteria compró más de 40,1 millones de acciones por un valor agregado cercano a los 315 millones de euros, según los datos de Bloomberg. Una inversión tan enorme como poco rentable. De hecho, al año siguiente se redujeron las compras de títulos en un 93%, mientras que el precio seguía el recorrido a la baja que la acción ya había dibujado años anteriores. El impasse de 2019 parecía seguir a lo largo del 2020, pero la pandemia hizo cambiar de idea a Fainé. Entonces, surgió la oportunidad de promediar a la baja, mientras se intentaba ayudar a sostener los títulos en un momento complejo.
Así, en solo la segunda mitad del 2020, el grupo adquirió casi más acciones de Telefónica que en 2019. Y eso con la limitación financiera evidente a la que se enfrentaba, por las restricciones de dividendos. En el 2021, Criteria prácticamente duplicó esas compras apoyado por los precios bajos. Aunque, de nuevo, con limitaciones evidentes tanto en forma de cobros de sus filiales como por la maniobra hostil del fondo IFM sobre Naturgy, que le obligó a actuar. Finalmente, a finales de mayo de 2022 ya ha adquirido casi tantas acciones como en 2019 y va camino de igualar o superar los casi 6 millones de títulos del año pasado.
CAIXA TRABAJA CON UN ESCUDO DE DERIVADOS PARA OPTIMIZAR LA INVERSIÓN
Una operativa que además de buscar un mejor promedio, también se esta optimizando, gracias a la utilización de un complejo sistema de derivados. Criteria ha estado articulando sus compras en Telefónica a través de opciones llamadas ‘venta de puts’, con las que o bien consigue un ingreso extra o se asegura de pagar un precio más bajo por las acciones. En resumen, la operativa implica obtener este tipo de derechos en los que adquiere un derecho (no una obligación) para comprar acciones que después ejecuta o no, según el precio.
En los últimos meses, la firma suele vender esos derechos al mercado, por los que cobra una pequeña prima, y una vez liberados sí contrae la obligación de comprar las acciones de Telefónica, siempre y cuando el comprador de dichas puts ejerce el derecho. Con ello, el grupo logra sacar rendimiento a sus opciones, al cobrar ese margen, a la vez que le da la posibilidad de comprar títulos de la operadora más barata. Al final, mientras Criteria ha profundizado en las compras de títulos de la operadora, también ha logrado obtener del mercado algunos millones de euros de esa forma.
Un ‘win to win’ que se dice que hace prácticamente seguro que Criteria seguirá comprando acciones de Telefónica tanto para proseguir ese promedio a la baja como para aumentar su posición en la teleco. Al fin y al cabo, la vocación de fuerte reparto de dividendo que tiene Telefónica la convierte en una empresa con las características idóneas para el holding. De hecho, la propia teleco confirmó que en este 2022 volverá a repartir dividendo en efectivo dejando atrás el flexible, que incluía acciones, que estuvo entregando durante la pandemia. Aunque eso sí, la cúpula directiva ha asegurado que no habrá aumentos en la retribución.