Son días de tormenta en el mercado de valores, pero Repsol mantiene el rumbo galopando el rally del petróleo. Con unos sólidos resultados al cierre de 2021 y los precios del crudo en constante subida, la petrolera cuenta con el beneplácito de la mayoría de las firmas de análisis que siguen su evolución. Tras reportar las cifras de beneficio recientemente, varias de las entidades que analizan a Repsol han actualizado sus recomendaciones y subido el precio objetivo que estiman sobre sus títulos a doce meses.
La compañía avanza en torno a un 20% desde diciembre y sus acciones se sitúan en los 11,68 euros, precio que ha ido aumentando en paralelo al que marcan los barriles Brent, de referencia europea, y West Texas, de referencia estadounidense, habiendo marcado máximos de ocho años y rondando los 100 dólares actualmente. Aún así, la buena situación financiera de la energética, los planes de su negocio de renovables y el precio del oro líquido hacen que los analistas consideren que a sus títulos todavía les queda recorrido en el Ibex 35. De esta manera, tras la publicación de resultados, hasta siete firmas han actualizado sus valoraciones para Repsol y han subido el precio objetivo de su acción.
JP Morgan es la más optimista de las 36 firmas que siguen a la cotizada que preside Antonio Brufau, otorgando un precio de 16,5 euros. Se trata de un potencial alcista superior al 40%. La financiera sobrepondera a Repsol y la considera como la empresa de mediana capitalización preferida. Y con positividad también miran a Repsol tanto Alantra como Société Generale, habiendo establecido el precio de los títulos de la cotizada en los 15,55 y 15,5 euros respectivamente. Otras como Morgan Stanley elogiaban la rentabilidad de su dividendo, situando el precio objetivo de Repsol en los 14,7 euros.
Más prudentes son otras entidades como Barclays y Berenberg fijando en los 13 y 13,5 euros sus acciones. En cualquier caso, ninguna de las firmas que han actualizado sus previsiones para la española recomiendan vender, siendo la tónica general el consejo de compra y en algunos casos de fuerte compra. En este sentido, el consenso de analistas que recoge Bloomberg considera que el potencial alcista de la petrolera a doce meses está en los 13,52 euros, subida que supondría en torno al 20% respecto a su precio actual.
EL DERRAME EN PERÚ NO TENDRÁ IMPACTOS EN MATERIA ESG
Los 2.499 millones de euros de beneficio neto que obtuvo Repsol en comparación con las pérdidas de 3.289 millones de euros que registró en 2020 gracias al negocio petrolero y la mejora en el dividendo que prepara, así como la recompra de acciones, hacen de repsol uno de los tesoros del Ibex 35. Todo ello a pesar de los problemas surgidos recientemente con el vertido de crudo en aguas de Perú, que tendrán un coste para la energética en cuanto a gastos de limpieza y sanciones.
En este sentido, una nota reciente de Bloomberg señala que la perspectiva ambiental de Repsol sigue siendo sólida a pesar del derrame de petróleo en el país de América Latina. El derrame de petróleo de 10.396 barriles en alta mar en Perú en enero fue un golpe para el sólido panorama ESG (factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo) de Repsol, que se destaca en su grupo de competidores con objetivos climáticos ambiciosos«, indican los analistas. Sin embargo, añaden que la situación provocada en el país no supondrá un impacto demasiado importante para los aspectos ESG de la empresa.
«El derrame, aunque grave, no sugiere problemas culturales ESG subyacentes en la empresa, ya que la causa parece relacionado con las olas extremas de la erupción volcánica en Tonga que dañaron un oleoducto que estaba descargando aceite de un buque en la refinería La Pampilla de Repsol. Repsol dijo que no se le proporcionó un Alerta de tsunami por parte de las autoridades», señalan los analistas de Bloomberg. En este sentido, remarcan el hecho de que Repsol fuera la primera gran petrolera integrada mundial en apuntar a emisiones absolutas netas cero para 2050 y que «su objetivo es el más asertivo sobre la transición energética entre sus competidores directos, lo que indica un cambio gradual en centrarse en la energía renovable del petróleo y el gas«.