Banco Santander y Merlin Properties han abierto una lucha que por el momento ha quedado en tablas. Al menos eso es lo que se intuye en la directiva de la inmobiliaria. Santander es el accionista mayoritario de Merlin, y como tal, no dudó en utilizar su fuerza en la socimi para solicitar el cese de Ismael Clemente, CEO y fundador de Merlin.
Una lucha interna que, por el momento, deja en su sitio a Ismael Clemente. Aún eso, los aires de tensión son evidentes. Banco Santander no quiere que Clemente siga siendo el CEO de Merlin. La operación de la entidad financiera no ha gustado a todo el mundo. La plantilla de la socimi se opuso a la petición de Santander. Pero ¿por qué el banco no quiere a Clemente en la cúpula directiva? Cuesta comprender porque el máximo accionista quiere borrar al CEO de una empresa de golpe y porrazo. Pero la realidad es que en el mundo de los negocios no hay amigos, y la presencia de Santander en el accionariado de Merlin es únicamente eso, negocios.
Los activos de Merlin valen mucho más que la propia compañía. «Si los activos cuestan más que la propia Merlin, y el descuento sobre el valor de los activos netos es muy superior al habitual, es evidente que Santander no está contenta con la gestión», explica el economista Gonzalo Bernardos. Clemente, a pesar ser fundador y director ejecutivo de la inmobiliaria desde 2014, no las tiene todas consigo.
PAPEL DE SANTANDER
La entidad presidida por Ana Botín siempre se ha caracterizado por comprar y vender. «Este banco muchas veces hace de bróker», expresa Bernardos. La operación de Santander sobre Merlin es un negocio «bien pensado», añade el economista. Una de las posibles opciones que pueden darse en un futuro es una OPA de exclusión sobre la inmobiliaria. «A Santander se le ofrece una OPA de exclusión, a esta le suben el precio, y sólo por no quedarte atrapado en la acción, los accionistas acceden a esa OPA. Unos las vende ahora, y otros las vende en los próximos años, cuando la situación sea más favorable. De esta forma, la operación puede ser un éxito», explica Gonzalo Bernardos.
«la única opción que le queda a Clemente es buscar quién compre la participación a Santander»
Banco Santander busca plusvalías, le viene muy bien conseguir beneficios extraordinarios. La entidad busca rentabilidad de todas las operaciones que lleva a cabo, lo cuál es normal. Y por el momento, Merlin no está siendo rentable para el banco. Muchos consideran que Santander ha manchado su imagen tras el intento de cese de Clemente, pero la realidad es que los inversores mantienen la confianza en el banco, que asciende un 7,7% en el Ibex 35.
LAS OPCIONES DE MERLIN
La relación entre Santander y Merlin ha quedado mermada. Por ahora, la cúpula directiva se mantiene intacta. Aún eso, es probable que la entidad insista en el cese de Clemente. La plantilla de la socimi se opuso al cese de su CEO, lo cuál deja entrever que Merlin no está contenta con las operaciones de Santander.
En este punto, Ismael Clemente se ha cubierto las espaldas. El CEO se ha puesto en manos del bufete de Carlos Remón. Desde Merlin, deben barajar cuales son las mejores opciones para dejar atrás este episodio. Una de ellas es que Santander desaparezca de la inmobiliaria, lo cuál se antoja difícil. Otra es que Clemente consiga fondos extranjeros que le compre la participación a Santander. Una opción que Gonzalo Bernardos ve «complicada».
Y la última es que Clemente ceda y se marche, pero a la vista está que el empresario se niega a abandonar Merlin. En este juego, Santander es el jefe y Clemente el empleado, y por su parte, el CEO está desobedeciendo al que más decide. La entidad financiera manda, pero quiere mandar aún más. No ven necesario lanzar una OPA. Saben que, controlando el consejo de administración, consiguen lo mismo sin invertir dinero. Gonzalo Bernardos señala que «la única opción que le queda a Clemente es buscar quién compre la participación a Santander».
Banco Santander conoce el mercado. Si logra hacerse con Merlin, no les costará encontrar a alguien que dirija la empresa. Por lo que una hipotética salida de la directiva no preocuparía en exceso a la entidad de Ana Botín.
Las cartas están sobre la mesa. Santander sigue siendo el máximo accionista de la socimi, y Clemente el CEO de Merlin. A pesar de ello, a ninguna de las dos partes se les va a olvidar lo que han vivido durante estos días. Santander ha abierto la veda, y habrá que ver en que queda todo esto. Por el momento, Merlin escala en Bolsa, y crece un 2%, aunque sigue sin recuperar lo perdido.