Las acciones de FCC han caído cerca del -10,57% después de haber presentado los resultados trimestrales a septiembre de 2021. El importe neto de la cifra de negocios se incrementó el 9,4% alcanzando los 4.864 millones de euros mientras que el ebitda registró 814,7 millones de euros con una variación positiva del 7% frente al mismo periodo de 2020. Son cifras acorde a la actividad propia de la compañía en los primeros 9 meses. Sin embargo, en cuanto al resultado neto atribuido, FCC registró un incremento del 120,6% pasando de 174,5 millones a 384,9 millones de euros gracias a la buena evolución operativa, diferencias de cambio contabilizadas y por el resultado producido de la venta de varias participaciones en negocios de transporte y activos de energía.
Adicional a ello, FCC registró una reducción del 13,6% de deuda financiera por venta de activos y una mayor generación de caja operativa lo que en cierto modo le permitió eliminar créditos de línea factoring. Con estos buenos resultados la compañía se pone por encima de los presentados en 2020 pero al mismo tiempo de los resultados previos a la pandemia. Sin embargo, el precio de la acción no ha tenido el impulso necesario para trabajar en los niveles previos a la pandemia arriba de los 11,8 euros por acción. La razón, desde el punto de vista técnico, la encontramos en varios aspectos.
El primero de ellos es que, desde los mínimos creados por la pandemia, el precio de la acción toma un impulso que ha superado el 59% de revalorización con lo cual es muy factible que el precio realice retrocesos para generar continuación alcista.
Otra razón es que para mediados de octubre el precio rechaza la directriz bajista que ha desarrollado desde finales de 2018, lo cual confirma la necesidad de uso del análisis técnico.
Finalmente, encontramos un patrón de continuación alcista el cual incluye los respectivos retrocesos a modo de pullback en inmediaciones del 61,8 de retroceso de Fibonacci en niveles de 9,9 euros por acción. En esa área se encontrará la regularidad del mercado y el soporte más importante registrado el primero de junio de 2020 en inmediaciones de los 9,86 euros, zona que, de respetar tanto el nivel Fibonacci como el soporte y las medias móviles exponenciales de 50 y de 250 periodos, indica la clara oportunidad de compra en busca de un primer objetivo situado en los máximos inmediatos de mediados de octubre arriba de los 11 euros por acción. Una vez quiebre la directriz bajista comentada, el precio buscará el siguiente máximo registrado de 2018 en niveles de 13,5 euros. Operación que estará apoyada al mismo tiempo del índice de fuerza relativa y que otorgaría entre un 15% a un 35% de rentabilidad para el mediano plazo.