Nos encontramos ante un choque de trenes, esta semana Bank of America publicaba un informe sobre su perspectiva sobre los tipos y el mercado de bonos a nivel mundial y como estos serían un refugio ante la situación actual. Después de eso ‘El rey` de los bonos, Bill Gross, en su blog los denominaba como «inversión basura». «Solo un cromo de béisbol Honus Wagner y, por supuesto, un NFT de Salvatore Garau pueden ser inversiones seguras», afirma.
BONOS SI:
«Llevamos más de un año siendo bajistas con respecto a los bonos, pero tenemos que reconocer que la variante Delta ha provocado una importante reevaluación de las perspectivas». Bank of America confía en los bonos ante la propagación de la variante Delta. Aunque han rebajado su previsión de rentabilidad para el bono americano a 10 años hasta el 1,45% desde el 1,90% para finales de 2021
Sin embargo, esperamos que los rendimientos del bono a 10 años aumenten y alcancen el 1,8% (antes su previsión era del 2%) en el segundo semestre de 2022 a medida que la economía se recupere», afirman desde el banco estadounidense.
BOFA piensa que hay cuatro aspectos para confiar en los bonos, en primer lugar, el COVID sigue, aunque a veces se nos pueda olvidar, por lo que «una respuesta endógena en el consumidor estadounidense cada vez más visible en nuestros datos de tarjetas de crédito».
En segundo lugar, los economistas de BofA están realizando las primeras revisiones a la baja en sus previsiones de crecimiento. En el top tres, estos expertos consideran que la reacción de la Fed «sigue siendo limitada». Por último, sus expertos afirman que el mercado ha comenzado a cuestionarse algunas de las proyecciones del banco central estadounidense.
BONOS NO
En el otro lado nos encontramos al gurú de los gurús de Wall Street, Bill Gross, que en su página web ha llamado «inversión basura» a los bonos con los que tantos beneficios ha conseguido. Gross concretamente cree que la rentabilidad a largo plazo de Tesoro es muy baja lo que produce que los fondos que compran dicha deuda adquieren lo que él ha denominado como «bolsa de basura».
Los cálculos del inversor apuntan a una pérdida del 3% a los inversores, ya que espera una rentabilidad del bono a diez años que sobrepase el 2% durante el próximo año desde el 1.3% actual. Afirma que el precio de los bonos va a caer durante los próximos meses según se vaya acercando el tapering, que consiste en una bajada del precio y una subida del interés, por lo que en el medio plazo el retorno para el inversor puede ser negativo.
Pero eso no se queda ahí, su siguiente víctima es la renta variable y le da el mismo lugar que a los bonos. A no ser que poco que el crecimiento del beneficio no alcance o supere las expectativas.
EFECTIVO NO
En este punto no está solo ya que en el mes de abril Ray Dalio, también arremetió contra el efectivo. «Así que sigo pensando que el efectivo es basura en relación con otras alternativas, particularmente aquellas que retendrán su valor o aumentarán su valor durante los períodos de reflación (por ejemplo, algo de oro y algunas acciones)», afirmaba.
Gross considera que es un activo totalmente inútil para los inversores, ya que de cara al futuro eso supone perder dinero de forma directa según va pasando el tiempo. Remata diciendo que «el efectivo ha sido basura durante mucho tiempo, pero ahora hay nuevos contendientes».
«Los fondos que invierten en bonos a medio y largo plazo están en ese bote de basura con seguridad, pero ¿seguirán las acciones?»
Gross también alerta de las acciones, a las que por el momento salva, pero alerta de que están en camino de irse al «camión de la basura» pero que aún están a tiempo. «Es mejor que el crecimiento de los beneficios en las acciones sea de más de dos dígitos o de lo contrario podrían unirse al camión de la basura», sentencia finalmente.