Siemens Gamesa encadena ya tres sesiones al alza en el selectivo madrileño impulsada por el megaproyecto eólico en Reino Unido. La compañía eólica sigue remontando desde que alcanzara mínimos en los 22,02 euros el pasado 16 de julio tras anunciar el ‘profit warning’. Desde entonces acumula una subida de más del 18%. Al cierre de la sesión de este miércoles, las acciones de Siemens cotizan a 25,7 euros.
Pese a ser el segundo valor del Ibex 35 más penalizado en el año con pérdidas de más del 20% y la advertencia sobre sus beneficios, los proyectos que está llevando a cabo en países extranjeros han logrado corregir el hueco bajista de las últimas semanas. Por el contrario, durante los últimos meses la tendencia en España ha sido la inversa, llevando a cabo cierres en varias fábricas que han supuesto cientos de despidos.
La fabricante de aerogeneradores anunció recientemente que duplicará el tamaño de su fábrica de palas de Hull, en Inglaterra. La ampliación de la instalación supondrá añadir al centro más de 41.600 metros cuadrados, y demandará una inversión de 216 millones de euros. El proyecto tiene previsto finalizar en 2023, y desde Siemens Gamesa estiman que supondrá la creación de 200 nuevos puestos de trabajo. Además, se verá beneficiada por los 188 millones de euros en subvenciones del gobierno británico como parte del programa que apoya la inversión en fabricación de equipos de generación eólica en alta mar.
En este sentido, la compañía declara una cartera de pedidos para el tercer trimestre de 32.561 millones de euros, de los cuales 9.400 millones de euros son pedidos offshore (marinos). Se trata de una cartera valorada en 1.100 millones de euros más que el año anterior (+3%), lo que “demuestra que la compañía está bien situada para aprovechar el potencial del sector eólico, impulsado por el aumento de los compromisos de descarbonización y el papel de las energías renovables en los programas de recuperación económica», aseguraron desde Siemens.
Asimismo, el pasado 4 de agosto la empresa eólica firmó un nuevo contrato para el suministro de 39 aerogeneradores para dos proyectos eólicos en Suecia, con una capacidad total de 242 megavatios (MW) para la plataforma 5.X. No es la primera vez que Siemens cierra acuerdos en los países nórdicos, pues a finales de 2019, el grupo firmó su primer contrato para esta plataforma enmarcado en el proyecto Skaftaasen, de 231 MW. Desde entonces, la compañía ya ha vendido más de 2,8 gigavatios (GW) de la plataforma en todo el mundo, desde los países nórdicos hasta Reino Unido, Alemania o Brasil.
CIERRE DE FÁBRICAS EN ESPAÑA
Sin embargo, mientras Siemens firma proyectos importantes en otros países europeos, la tendencia en España ha sido la contraria y ha llevado a cabo cierres en diferentes fábricas. Tras la fusión en 2017 de Siemens con la antigua Gamesa, la compañía comenzó con la planta de Miranda de Ebro, finalmente vendida al grupo español Alibérico que reconvirtió sus instalaciones para fabricar paneles de aluminio.
A principios de 2021, la compañía germano-española anunció que también cerraría sus plantas de As Somozas (Galicia) y Cuenca (Castilla-La Mancha)
Fue solo la primera parte del plan con el que en los últimos meses se han quitado de en medio hasta tres fábricas más y con despidos de más de 500 trabajadores. Así, con la llegada de Andreas Nauen como CEO de la compañía, en agosto de 2020 Siemens cerró la fábrica de Aoiz (Navarra), donde trabajaban 239 personas. La razón que dio la empresa fue la “falta de competitividad”, al no tener capacidad para fabricar las palas que demandaba el mercado eólico en esos momentos.
Seis meses más tarde, a principios de 2021, la compañía germano-española anunció que también cerraría sus plantas de As Somozas (Galicia) y Cuenca (Castilla-La Mancha), iniciando así un procedimiento de despido colectivo para 266 empleados de ambas factorías. En concreto, 51 trabajadores de la planta de Cuenca y otros 215 empleados de la factoría en Galicia. Los motivos son los mismos, pues según la empresa las turbinas que demanda la industria son cada vez más grandes y potentes, mientras que los que fabricaban en España se habían quedado anticuados. Al no poder o no ser rentable ampliar las plantas, desde Siemens han optado por clausurarlas. El cierre de estas fábricas ha dejado a España sin ningún centro de fabricación de palas eólicas de la compañía germano-alemana.