Decir que 2020 fue un año nefasto para la industria hotelera no es ninguna novedad con las restricciones para la movilidad o la falta de tráfico aéreo. No hace falta más que fijarse en Meliá y NH, dos de las grandes. La primera perdió 426 millones de euros en 2020 mientras que la segunda fue la primera cadena hotelera que puso en práctica un ERE.
Dentro de ese marco, Paradores no ha podido huir. La cadena registró en 2020 unas pérdidas históricas de 64 millones de euros y prevé no volver a tener ebitda positivo por lo menos hasta el año que viene. Unas cifras que mucho tienen que envidiar a 2019, cuando cerró con un resultado positivo superior a los 10 millones de euros y unos ingresos por encima de los 260 millones.
El desastre comenzó el 15 de marzo, cuando la cadena cerró 98 establecimientos durante 100 días. La compañía señala que, al contrario de la preferencia del resto de cadenas hoteleras, “la compañía asumió el coste de los empleados sin tener que acudir a los ERTE”, aunque justo después reconoce que percibió de su accionista una ampliación de capital por valor de 30 millones de euros el pasado 27 de octubre de 2020.
LLEGA PEDRO SAURA
Paradores de Turismo de España es una cadena hotelera pública española que gestiona casi cien hoteles distribuidos por toda España y una franquicia en Portugal. Cada uno de los hoteles está situado en edificios emblemáticos o emplazamientos que han sido seleccionados por su interés histórico, artístico o cultural. El primer establecimiento se inauguró al público en Navarredonda de Gredos en 1928 y el último se encuentra en Mugía, La Coruña. La sociedad, cuyo presidente Óscar López ha dejado recientemente su puesto a Pedro Saura, antiguo secretario de Estado de Infraestructuras, cuenta con 4000 profesionales.
Las treinta plazas con las que comenzó la cadena al inaugurarse el primer establecimiento han pasado a 10.000.
Un episodio a tener en cuenta en sus cuentas fue el importe de las previsiones para 2020, que llegó a 9 millones de euros frente a los 12,7 millones de 2019. Esa cantidad se invirtió para financiar el plan de rejuvenecimiento 2018-2020, que tiene como objetivo reducir la edad media de la plantilla a través de jubilaciones parciales al 75% o con jubilaciones anticipadas.
Otro momento importante para sus cuentas ha sido la cantidad de provisiones por disputas judiciales, con un importe de 2,7 millones de euros para el pasado ejercicio frente a los 0,9 millones apuntados en 2019.
La cadena registró en 2020 unas pérdidas históricas de 64 millones de euros y prevé no volver a tener ebitda positivo hasta el año que viene
950 TRABAJADORES MENOS
El mencionado plan de rejuvenecimiento que la cadena inició en 2018 continúa dando de sí. En el último año, la plantilla se redujo de 4.866 a 3.916 trabajadores. Es decir, 949 empleados menos. La mayor parte del “arreglo” se dio entre los trabajadores temporales, ya que 921 de los empleados de los que se prescindió tenían un contrato temporal con la compañía.
Las retribuciones aumentaron un 4,70% de media anual, como parte del plan firmado con Hacienda a finales de 2018 para volver a obtener parte del poder adquisitivo perdido durante la crisis económica previa al coronavirus.
La brecha de género entre los salarios de hombres y mujeres se redujo, pasando de una diferencia media de 3.574 euros en 2019 a otra de 3.362 euros doce meses más tarde.