Quedar para tomar café es una de las actividades habituales de muchos de nosotros y como no los grandes empresarios también disfrutan de este pequeño quehacer diario. Según ha informado la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aprovechaban estas reuniones para fijar el número de ofertas a la baja que cada empresa podía hacer en cada ronda de licitaciones convocada por el Ministerio de Fomento para repartirse la adjudicación de los servicios de conservación y explotación de la Red de Carreteras del Estado.
La CNMC les ha impuesto una multa de 61,28 millones de euros a una docena de constructoras. De ellas la que tiene mayor sanción es API (ACS), con 11,78 millones de euros. La filial de FCC, Matinsa, ha sido multada con 8,5 millones, mientras que Ferroser (Ferrovial) ha sido sancionada con 5,7 millones de euros. La filial de Sacyr llega a los 5,17 millones, mientras que Elsan (OHL) ha sido sancionada con 3 millones de euros; Acciona Mantenimiento con 2,33 millones, y Audeca (Elecnor), con 2,6 millones.
MODUS OPERANDI
Por crear un cártel para alterar las convocatorias del ministerio y así quedarse ellos con todo el pastel. Todo se ha desvelado gracias a un chivatazo de una de las empresas participantes en el engaño. Competencia a explicado el modus operandi del cártel, operaban dividiendo en grupos las licitaciones de Fomento y acordaban pautas comunes en las presentación de la oferta económica. Después de eso se fijaba una especie de bolsa de puntos para cada empresa y grupo de licitaciones. Y de ahí hacían el reparto.
«Cuanto mayores fueran las bajas presentadas en sus respectivas ofertas económicas, más puntos se consumían, aplicando una fórmula específicamente diseñada por el cártel para cada grupo de contratos», ha explicado en un comunicado publicado este viernes por la CNMC.
De esta manera el cártel creaba un mecanismo de autorregulación, delimitando el número de licitaciones en los que cada empresa podía presentar suculentas ofertas a la baja ya que se calculaba el numero de puntos que tenia cada una para poder frenar la presentación de descuentos en todo los contratos.
EL GRAN ENGAÑO
En el expediente de la CNMC se da por hecho que con este método conseguían alterar el libre funcionamiento de la competencia. Ya que de esta forma concentraban sus posibilidades de adjudicación en un número limitado y así se favorecía el reparto de contratos entre ellas. Además para conseguir apartar a las empresas que no participaban, las empresas se presentaban a las ofertas pero sin descuentos o con algunos pactados dentro del cártel.
De esta manera consiguieron que entre el 2014 y el 2018 una docena de constructoras que participaron en el embrollo se adjudicaran 71 de los 101 contratos de mantenimiento y explotación de la Red de Carreteras del Estado licitados en el periodo. Eso les garantizó así un negocio de 530 millones de euros, el 63% de lo licitado en ese tipo de contratos por Fomento en el periodo.
LA FILTRACIÓN
La empresa Aceinsa se ha desmarcado del resto y se ha acogido al ‘Programa de Clemencia’ de la CNMC. Con lo que se ha beneficiado de una reducción del 50% del total de la sanción impuesta. Han llegado a este acuerdo después de que la empresa haya facilitado a la CNMC pruebas que acreditan la existencia del cártel.
Esto le ha permitido reducir su sanción a 1.605.648 euros y librarse de la prohibición de poder realizar contratos con las Administraciones Públicas. Algo que la CNMC quiere promover para el resto de las empresas implicadas, lo que de confirmarse por parte del Gobierno provocaría un terremoto en el sector. La CNMC ha confirmado que ha remitido una notificación de resolución la Junta de Contratación del Estado, dependiente del Ministerio de Hacienda para poder establecer las medidas planteadas.