ACS, la compañía que preside Florentino Pérez, suma ya seis meses de caídas en bolsa no muy pronunciadas, pero sí constantes. La firma es una de las entidades del Ibex 35 que más valor ha perdido en lo que llevamos de año y una de las más bajistas en este período. La amenaza de la variante Delta que lastra al selectivo español, la pérdida de fuelle de las renovables y el plan de recuperación decretado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que ha sido más pequeño de lo que se esperaba, se encuentran entre las principales razones por las que la firma no está atravesando por un buen momento en el mercado.
En lo que llevamos de año, ACS ha sufrido pérdidas relevantes de su valor de cotización y su actividad en el mercado está marcada por una clara tendencia bajista desde el mes de mayo. Tanto es así que ha llegado a poner en riesgo zonas de suelo en las inmediaciones de los 22 euros por acción.
Las preocupaciones por las restricciones a causa de la evolución del covid y ahora de la variante Delta están siendo perjudiciales para la credibilidad de algunas empresas Ibex. En este sentido, las principales firmas afectadas por la situación son las del sector turístico, pero ninguna de ellas encabeza la lista con peores resultados en lo que llevamos de año, siendo la constructora de Forentino Pérez la segunda más bajista del Ibex 35 con pérdidas de más del 17%, solo por detrás de Solaria.
EL NEW DEAL DE BIDEN SE QUEDA CORTO
Entre otro de los factores a tener en cuenta en la tendencia bajista de ACS, cabe destacar que el plan de recuperación económica del presidente de Estados Unidos aunque generoso, finalmente se quedará algo corto en algún sector. Del New Deal de Biden saldrán beneficiadas empresas del sector de infraestructuras, por lo que ACS es una de las señaladas por su presencia en el continente americano.
A pesar de que el gobierno de USA desembolsará 1,2 billones de dólares para financiar infraestructuras, la cifra está muy por debajo de las ambiciones originales de Biden y, por tanto, ACS tampoco se verá tan beneficiada como en un principio se pensaba. A esto hay que sumarle que también se consolida como la compañía europea de su sector con peores datos en 2021. Entre las empresas de la construcción que componen el Stoxx 600 ACS es el valor más bajista por contraposición con la gran mayoría de sus compañeras, que permanecen en positivo.
LAS RENOVABLES PIERDEN FUELLE
Además de la construcción, una de las industrias en las que se diversifica ACS es la energética, dotando cada vez de mayor relevancia a las energías renovables. En 2020 ACS confirmó que finalmente mantendría su filial de renovables Zero-E en con la creación de una joint venture con Galp, en lugar de venderle sus proyectos fotovoltaicos en España a la petrolera lusa.
LAS 8 GRANDES FIRMAS DE RENOVABLES A NIVEL MUNDIAL, PIERDEN DE MEDIA UN 6,5%
ACS, tras vender a Vinci su filial Cobra (la mayor parte de su negocio de renovables) ha firmado la creación junto a la compañía francesa de una nueva plataforma de crecimiento, la joint venture con Vinci para desarrollar 25.000 megavatios (MW) renovables. Se trata de movimientos de apuesta por el futuro, aprovechando la tendencia hacia este tipo de energías debido a la transición ecológica y la sostenibilidad que se está exigiendo internacionalmente. Sin embargo, las grandes inversiones hacia este sector a lo largo de 2020 provocaron un sobrecalentamiento en estas compañías, que, paradójicamente, pierden valor frente a las petroleras.
Esta situación ha perjudicado especialmente a las empresas europeas y españolas. Así, las 8 grandes firmas de renovables a nivel mundial, pierden de media un 6,5% en un año en el que la percepción de los inversores sobre el sector de las renovables no está siendo tan positiva como lo fue en el anterior. Por su parte, las petroleras que se anotan subidas en 2021 de hasta 27 puntos por encima de las renovables.
Asimismo, los procesos de transición energética y de descarbonización han hecho que los mercados de materias primas estén al alza, con minerales como el níquel, el cobalto o el cobre revalorizándose un 10%, un 58%y un 23%, respectivamente en 2021. Y esto a su vez ha provocado que se encarezcan los costes de construcción de plantas fotovoltaicas, parques eólicos o vehículos eléctricos.