Se avecina un nuevo capítulo en la relación euro-dólar. Todo apunta a que la paridad será de nuevo la siguiente parada de la divisa europea y del billete verde. Como ya ha ocurrido a lo largo del presente ejercicio, ambas monedas están cercan de tocar de nuevo la igualdad en su valor. El recrudecimiento de la situación económica, con la recesión llamando a la puerta de las naciones, unido a la intensificación de los bancos centrales por frenar la inflación, están influyendo de lleno en el valor de las divisas.
Tanto Fed como BCE han adoptado una actitud hawkish con el objetivo de, como poco, frenar el que sigue siendo el mayor problema para las economías nacionales. Ambos organismos centrales se han puesto manos a la obra, elevando los tipos de interés de forma agresiva. El BCE ha sido el último en actuar. El pasado 8 de septiembre llevó a cabo el alza de tipos más elevado de su historia, subiendo las tasas de interés en 75 puntos básicos. Así, los tipos de la eurozona se quedan en 1,25%.
EL BCE LOGRA APUNTALAR AL EURO
La medida, la cual era un secreto a voces, ha acercado la paridad euro-dólar. El organismo liderado por Lagarde, además de intentar minimizar el impacto de la inflación, tenía en su lista de pendientes fortalecer a la moneda única. Habiendo pasado cinco jornadas, el euro ha crecido cerca de un 1%. En el momento de redacción del presente artículo, un euro equivale a 1,01 dólares. Es decir, están cerca de volver a tocar la paridad.
LA FED TENDRÁ UNA NUEVA REUNIÓN DE TIPOS EL PRÓXIMO 21 DE SEPTIEMBRE
A principios de la semana pasada, ante los aires de que el BCE elevaría los tipos de interés no menos de 50 puntos básicos, el euro comenzó a crecer ligeramente en detrimento de un dólar, que, por el momento, se mantiene estable. Pese a ello, todas las miradas están puestas en el próximo 21 de septiembre, fecha en la que la Fed celebrará una nueva reunión de tipos. La institución presidida por Powell ha sido mucho más agresiva que el BCE en lo que a atacar a la inflación se refiere.
OBJETIVO: EVITAR LA RECESIÓN
Pese a ello, ambos organismos se han mostrado tajantes a la hora de elevar los tipos de interés. Y es que los tambores de recesión resuenan más fuerte que nunca. Por ello, los bancos centrales no han cesado en su empeño de reducir la inflación con subidas de tipos agresivas. Pese a que el escenario macroeconómico dibuja una situación en la que la recesión tanto de Estados Unidos como de la Eurozona parece ser irremediable, los organismos monetarios no pueden dejar pasar más tiempo.
EL EURO SE HA DEPRECIADO UN 11% CON RESPECTO AL DÓLAR
De hecho, una de las críticas que más atañe el mercado al BCE es su pasividad a la hora de atacar a la inflación. Pese a ello, es cierto que la situación de Europa es distinta debido al impacto de la guerra en Ucrania. El conflicto ha acelerado la subida de precios, sobre todo de los alimentos y de la energía. Esa pasividad o tardanza del BCE es la que ha llevado al euro a depreciarse un 11% en detrimento de un dólar favorecido por la rapidez y la agresividad de la Fed.
EL DÓLAR SIGUE MEJOR POSICIONADO
Cabe destacar que la Reserva Federal ha llevado a cabo cuatro subidas de tipos desde marzo. Así, la tasa interés de los States se ubica entre el 2,25% y el 2,50%. El Banco Central Europeo ha llevado a cabo dos alzas de tipos, siendo la última de 0,75% la más grande de su historia. Así, los tipos de interés de la zona euro están en 1,25%, es decir, prácticamente la mitad de lo que lo está en el país norteamericano.
LOS TIPOS DE INTERÉS DE LA EUROZONA ESTÁN EN UN 1,25%
Esto, como no puede ser de otra forma, ha tenido un efecto al alza en las dos divisas. Pese a que la subida de tipos del organismo liderado por Lagarde ha logrado fortalecer mínimamente al euro, la realidad es que el dólar sigue mejor posicionado con respecto a la moneda única. Así, el billete verde ha logrado crecer más de un 12% con respecto al euro en lo que va de año. Pese a que el momento actual es de cierta estabilidad, algo que han aprovechado, no solo euro, sino otras divisas como la libra, los expertos consideran que el momento del dólar es favorable a un futuro crecimiento. Dicho de otro modo, pese a que el euro ha crecido ligeramente, sigue siendo un activo bajista. La situación de la eurozona condiciona a la baja a la moneda única.
Lo único cierto es que tanto Europa como Estados Unidos están intentando fortalecer la salud de sus economías. El miedo a caer en recesión ha conducido a los organismos monetarios a elevar los tipos de interés de las respectivas zonas a niveles récord. Pese a que parece ser el único camino para rebajar el impacto de la inflación, el alza de tipos está acercando de nuevo la paridad de ambas divisas. Veremos si el euro logra extender el efecto de la subida de tipos del BCE o, por el contrario, se estanca y, posteriormente, cae con una hipotética nueva subida de tipos de la Fed.