Amper está ultimando distintas operaciones corporativas, algunas de ellas compras, de cara a cumplir los objetivos propuestos en su ambicioso Plan Estratégico de 2020. La mejora de las finanzas de la firma electrónica, con un remanente de caja importante, le ha permitido rastrear el mercado para sumar nuevas compañías a su organigrama de cara a elevar su ebitda para los próximos años.
La nueva etapa que se ha abierto en Amper, tras una durísima reestructuración que ha durado más de cuatro años, se sustenta sobre dos pilares: por un lado, la fuerte mejora de la actividad. Por otro, la visión (también el músculo financiero para acometerlo) de crecimiento inorgánico, esto es vía adquisiciones y fusiones, lo que se conoce en jerga financiera como M&A. Respecto del primer punto, la firma mejora a un ritmo notable, mientras mantiene su negocio troncal (core) en el plano tecnológico. De hecho, la adquisición de Nervión en 2017 ayudó a que dicho negocio creciese en ingresos y ebitda, representando el 73% y 78% respectivamente.
En este punto, Light House señalaba claramente en su informe que «los negocios tradicionales se encuentran recuperados y con crecimiento a nivel de ebitda a doble dígito». Aunque el crecimiento va a más, puesto que los analistas creen que la apuesta por el sector tecnológico «le permitirá mantener tasas elevadas de crecimiento» para el periodo que va de 2019 a 2021. Además, confían en un control de los costes y el apalancamiento que traerá consigo un incremento de los beneficios que podría llegar al 93%.
En abril de 2018 se presentó el «Plan Estratégico 2018-2020» en el que se pretende multiplicar por cinco los ingresos y por 10 el ebitda respecto a 2017, lo que le llevaría a unos ingresos cercanos a los 350 millones y un beneficio de explotación ligeramente superior a los 40 millones. Las altas cifras que se buscan delatan que pese a las buenas perspectivas que presenta la compañía para los próximos años, todavía se quedará por debajo de las previsiones.
En definitiva, Amper deberá ayudarse de un crecimiento inorgánico tanto en 2019 como en 2020 para cumplir con sus propios objetivos. En principio, según relatan fuentes del sector, la compañía está estudiando varios proyectos que podría acelerar su cierre en poco tiempo por exigencias del mercado. De hecho, el mercado tecnológico, esto es empresas dedicadas a desarrollar, producir o mantener sistemas, equipo o componentes electrónicos y de comunicaciones está en pleno auge (se explica por sí sola la razón) hasta el punto de que se ha empezado a ver una especie de burbuja en algunos precios de adquisición que ya se han producido.
AMPER LOGRA MÚSCULO PARA CERRAR PRÓXIMAS COMPRAS
La tercera para de su hoja de ruta, tras la contención de costes y la mejora del negocio recurrente, el crecimiento inorgánico necesita de un requisito imprescindible que la compañía no ha había resuelto en años anteriores: el músculo financiero. El primer punto es mantener una estructura saneada, algo en lo que lleva trabajando desde 2013 reduciendo su fuerte endeudamiento. Así, fue clave para Amper la conversión en 2014 de 111 millones en equity, una operación que reforzó el capital y que ahora se culmina gracias a la venta de Pacífico Sur.
Está estudiando varios proyectos que podría acelerar su cierre en poco tiempo por exigencias del mercado
Por otro lado, también se necesita de un fuerte remanente de efectivo, de caja, para acometer tales inversiones. La venta de Pacífico Sur, por algo más de 79,2 millones, le dio un empujón en este sentido, hasta superar los 30 millones de euros disponibles para M&A. “Amper ha amortizado durante el primer trimestre de 2019 el total del crédito sindicado pendiente (de 12,9 millones), por lo que se encuentra con una posición financiera saneada (con una caja superior a los 30 millones) que le permitirá iniciar el proceso de crecimiento inorgánico comprometido”, enfatizada el informe de Light House.