El fabricante japonés Nissan ha reducido sus ganancias preliminares a 2.800 millones de dólares (casi 2.500 millones de euros) para el año fiscal que terminó en marzo, lo que supondría por primera vez en diez años unos beneficios inferiores a los de su socio francés Renault.
Este retroceso de casi el 30% con respecto al año anterior se debe, según la compañía con sede en Yokohama, a mayores costes relacionados con las garantías en Estados Unidos, un “entorno operativo adverso” y “el impacto de los recientes problemas corporativos en las ventas”.
Incluso antes del arresto de su expresidente Carlos Ghosn, el arquitecto de la alianza global de automóviles con Renault y Mitsubishi, Nissan se estaba recuperando de un escándalo de emisiones, una caída en la rentabilidad y una línea de productos antigua, según el análisis de Bloomberg. El sorprendente final de Ghosn en noviembre expuso profundas divisiones sobre el control y la toma de decisiones. “Con Nissan aportando menos ganancias a la empresa, puede ser más difícil para el fabricante de automóviles japonés rechazar las llamadas a una fusión total o una integración más cercana”, han indicado los analistas en su último informe sobre la firma nipona.
El analista de Sawakami Asset Management, Tatsuo Yoshida, ha afirmado que “es negativo”. “Los beneficios de Nissan se inflaron en los últimos años, debido en gran medida a las sobreventas de flotas en Estados Unidos”, ha explicado. “Ahora se ve el verdadero Nissan y es natural que sus ganancias están disminuyendo”, ha concluido en el informe publicado por Bloomberg.
Las acciones de Nissan han caído un 4% en Tokio al cierre del miércoles 24 de abril, su mayor caída este año. La acción retrocedió un 22% en 2018 y desde enero de 2019 ha registrado una ligera subida. Renault, que posee el 43% de Nissan, cayó hasta un 5,5% en París, su mayor caída intradiaria del año.
Los analistas de Bloomberg han indicado que “las previsiones de Nissan en un retroceso del 30% para los ingresos operativos de 2019 podría hacer caer 1,5 euros, o alrededor de un 10%, el beneficio por acción de Renault, destacando aún más la debilidad subyacente en el activo más valioso del fabricante de automóviles francés».
NISSAN-RENAULT, UNA RELACIÓN COMPLICADA
Si las previsiones no cambian de aquí al 14 de mayo que Nissan presenta resultados, la marca nipona ganará menos que Renault por primera vez desde que ambos registraron pérdidas en 2009. El fabricante francés anunció un beneficio operativo de 3.000 millones de euros para el último año. Cuando Renault adquirió por primera vez una participación en Nissan en 1999, el grupo galo era más rentable que Nissan.
Nissan ha rechazado durante mucho tiempo las propuestas para una fusión total con el gigante francés y la detención de Carlos Ghosn amenazó con descarrilar su asociación, la mayor alianza de automóviles del mundo. Desde entonces, Nissan ha ganado más autonomía bajo una nueva estructura de gobierno, dirigida por el presidente de Renault Jean-Dominique Senard.
Aun así, según la analista de Macquarie Capital Janet Lewis, “se necesitará más que un año de débiles beneficios operativos para cambiar en profundidad la relación entre Nissan y Renault”. «Mucho más importante es el plan para cambiar las cosas, particularmente en Estados Unidos», ha explicado Lewis. “Un año débil de ventas, especialmente dadas las circunstancias, no cambia tanto el equilibrio de poder; no van a llegar a ninguna parte si el tono de las negociaciones es ‘mi beneficio es más grande que el suyo’», ha concluido.
LA SOMBRA DE GHOSN
Desde el pasado noviembre, el antes todopoderoso directivo brasileño Carlos Ghosn ha pasado casi todo este tiempo en la cárcel acusado de mala conducta financiera, fraude y evasión fiscal. La última, este mismo abril, cuando denunciaron que había redirigido cinco millones de dólares de las cuentas de Nissan a las suyas personales. Volvió a la cárcel tras un mes de libertad bajo fianza ante el peligro de que destruyera pruebas.
La gran cantidad de noticias relacionadas con Nissan coincidió con una reunión entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en París, donde discutieron temas relacionados con las próximas reuniones multilaterales del Grupo de los Siete y el G-20. En ese momento, la esposa de Ghosn los instó a hablar sobre el «tratamiento vergonzoso» que se le dio al ejecutivo brasileño.
«Lo que está pasando en Tokio a mi esposo me preocupa a mí y a todos los que legítimamente piden respeto, igualdad y protección del sistema de justicia», declaró Carole Ghosn en un comunicado enviado por correo electrónico. Carlos Ghosn merece «los derechos más básicos para defenderse y un juicio justo», concluyó.