Iberia repercutirá en el cliente los impuestos a la aviación por volar o usar queroseno promovidos desde la Unión Europea. Así lo ha admitido el director corporativo de la compañía, Juan Cierco, quien ha explicado que las nuevas tasas provocarán un aumento del precio en los billetes de los viajeros y que la aplicación de estos gravámenes puede no servir para reducir las emisiones de CO2.
Cierco ha destacado durante la mesa redonda ‘Retos del turismo en el ESG» del I Foro de Turismo organizado por Europa Press, la necesidad de colaboración del Gobierno y la Unión Europea para invertir en la producción del combustible de aviación sostenible (SAF), ya que «hay pocas fábricas» en Europa.
No es la primera vez que desde el sector se pronuncian sobre las causas que pueden provocar las medidas fiscales y medioambientales integradas en el denominado ‘Fit for 55’. Según el informe encargado a la consultora Deloitte, España perdería hasta 11 millones de turistas internacionales en 2030, con un impacto negativo de 23.000 millones de euros y 430.000 empleos.
IBERIA PIDE LA ELIMINACIÓN DE LA MASCARILLA
Entre las soluciones para reducir las emisiones, Cierco ha señalado que es necesario «mejorar en la intermodalidad», porque España tiene una de las mejores redes de tren de alta velocidad del mundo y las mejores terminales aeroportuarias como la Terminal 4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. En este sentido, ha destacado que el AVE tiene que llegar a la T4, lo que «supondría un ahorro del 20% en las emisiones».
De esta manera, ve en los fondos europeos una opción para invertir en el ahorro. Asimismo, el directivo de la aerolínea propiedad del holding IAG ha aprovechado la ocasión para pedir la eliminación de la mascarilla a bordo de los aviones. Los clientes nos piden que presionemos al Gobierno para pedir que la mascarilla no sea obligatoria dentro de los vuelos», ha añadido.
El sector hotelero también ha estado representado por Meliá International Hotels, en concreto, por su vicepresidenta de responsabilidad corporativa de Meliá Hotels, Lourdes Ripoll. En materia de sostenibilidad, Ripoll ha destacado que además de estar enfocados en la parte medioambiental, las compañías deben fijarse más en la parte social y de gobernanza.
LOS TURISTAS INFORMADOS TENDRÁN MAYOR IMPACTO
De la misma manera, Ripoll ha explicado que es «importante» que existan canales de comunicación sobre la sostenibilidad, pero que informen con rigor, coherencia y trazabilidad sobre el papel de la empresa en la aplicación de sus criterios ESG, para que el cliente sea consciente de ello.
En la aplicación de estos criterios en los hoteles, la directiva de Meliá ve una «oportunidad» en el área del sudeste asiático o Tanzania, ya que hay posibilidad de integrarlos desde el inicio con la construcción de establecimientos hoteleros nuevos.
Respecto a la reputación de las empresas turísticas, la socia de Sostenibilidad de KPMG en Cataluña, Patricia Reverter, ha confirmado que los turistas, «más informados y más sostenibles», tendrán un impacto en este ámbito, porque «no cumplir con las expectativas puede dañar la confianza de los clientes y, en consecuencia, la perdida de ellos mismos».
Sobre la importancia del empleado, la responsable de Meliá ha destacado que el 13,8% del empleo es generado por el turismo, asegurando que «ese liderazgo debe trasladarse a los clientes». En este sentido, ha afirmado que los trabajadores son «críticos y claves» para trasladar esa experiencia en destino que «espera el cliente». «Tenemos que generar una marca empleadora reconocida y reunir el mejor talento para ofrecer el mejor servicio», ha añadido Ripoll al respecto.
LA IMPORTANCIA DE LAS OTAS EN EL TURISMO SOSTENIBLE
Por su parte, la manager de Asuntos Públicos de Booking, Ana Abade, ha destacado el impacto que tienen las OTAS en el turismo y en la consecución de viajes más sostenibles mediante el abaratamiento de los mismos y su capacidad de diversificar los destinos.
Por un lado, las OTAS son capaces de democratizar los viajes, es decir, abaratarlos y permitir viajar a mucha más gente, según Abade. «Viajar tiene que ser para todos», ha resaltado.
Por otro lado, la responsable de Booking ha señalado que los destinos también se masifican, por lo que «pierden atractivo turístico». Por eso, las OTAS provocan que la gente se expanda y ayuda a que se reparta mejor el gasto de los turistas por todo el territorio.