jueves, 12 diciembre 2024

Las razones por las que ningún gobierno saldrá pronto del accionariado de Caixabank

Ni quisiera el impuesto a la banca ha provocado un mal gesto -más allá de mostrarse en contra- de Caixabank hacia uno de sus accionistas más relevantes: el Estado. Se aproxima el final de 2022 y surge la misma pregunta: ¿saldrá el FROB del accionariado del banco?  Sería toda una sorpresa. La decisión depende del Gobierno, que tiene a Economía y a Hacienda en la comisión gestora de este organismo. Por su parte, el banco difícilmente va a pedir a un accionista, que además se sienta en el Consejo, que se vaya. En el lado estatal, las pistas son claras: no hay prisa por deshacerse de la participación en la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri. Las claves: el dividendo y la memoria colectiva del rescate de Bankia.

EJECUTIVOS DE CUALQUIER COLOR Y CAIXABANK

El coste de salir pronto de Caixabank es una ruina económica para el Estado y una ruina política para el Gobierno, sea del color que sea, lo que hará que ningún Ejecutivo vaya a tener intención de salir del accionariado del banco, al menos a corto plazo. Es lo que consideran fuentes del mercado consultadas al respecto. Estas fuentes señalan a MERCA2 que esta decisión puede tardar años en llevarse a cabo, incluso décadas, hasta que hayan conseguido recuperar un porcentaje del rescate a Bankia que pueda ser presentable ante la sociedad. Desde el Ejecutivo se limitan a señalar que esta decisión no llegará hasta diciembre del año que viene. El cambio de inquilinos en la Presidencia del Gobierno -si es que se produce después de las próximas elecciones- del PSOE al PP tampoco modificará lo que pase con la presencia del Estado, dan por seguro fuentes financieras.

EL RECORRIDO DE LA ACCIÓN

La acción de Caixabank tiene mucho recorrido, ya que el consenso del mercado le da un potencial de retorno del 25,5% hasta superar los cuatro euros en 12 meses (4,03 euros) desde los 3,21 actuales. En este marco, el Gobierno quiere seguir recogiendo los frutos de su 16% en el accionariado del banco. El negocio típico de la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri y el alza de los tipos hacen presagiar muy buenas perspectivas para el banco por más que la situación de incertidumbre actual pueda provocar algún dolor de cabeza por el tema del incremento de la morosidad.  De todo esto toman nota en el Ejecutivo, que está presente en el banco porque el Ministerio de Hacienda forma parte de la Comisión Rectora del FROB.

La cuestión es que el contexto hace que el Gobierno no tenga intención de dejar el banco por cuestiones económicas y políticas

La cuestión es que el contexto hace que el Gobierno no tenga intención de dejar el banco por cuestiones económicas y políticas, que van unidas de la mano en alguna ocasión. Lo primero es para recuperar todo lo que pueda de lo que el Estado aportó a Bankia para el rescate de la entidad que presidió Rodrigo Rato.

El Banco de España calcula que del rescate de Bankia —el mayor de todos, por unos 24.000 millones— el Estado apenas podrá recuperar unos 9.000 millones. Bajo la batuta de Luis de Guindos como ministro de Economía, el FROB vendió en Bolsa pequeños paquetes de su participación en Bankia. En este punto, entre la venta del paquete y lo que reciba de dividendos le quedaría un ‘agujero’ de 15.000 millones de euros, pero la perspectiva de la acción puede hacer que se recupere mucho más.

LA ESTABILIDAD DEL GOBIERNO EN CAIXABANK

“El mercado  da por descontado que el Gobierno se quedará mucho tiempo en la entidad Caixabank y eso le da tranquilidad porque la `parte del Estado es importante. ES un atractivo no solo carácter institucional sino con carácter minorista, para cumplir con lo pactado y heredado, y que la rentabilidad por dividendo se mantenga en niveles por encima de la media es importante para ir pagando muy poco el dinero”, apuntó García. “En la cotización, los factores macro tienen mucho más peso y eso lo podemos ver en todos los bancos. Los bancos apuestan por aumentar la facturación de los tipos y esperan cumplir las expectativas de los inversores. Tienen establecidas provisiones ante posibles impagos y con los nuevos tipos la tasa de depósito está al 1,5%, lo que les da capacidad potencialmente alta para compensar impagos.

En la cotización, los factores macro tienen mucho más peso, señalan desde XTB

“El Gobierno sigue teniendo intereses por la herencia recibida de Bankia, algo que Caixabank eso sabe perfectamente. El Ejecutivo intentará recaudar poco a poco y no tiene ninguna intención de desvincularse del accionariado de Caixabank. Veremos las décadas que no es quedan por delante”, señala el analista de XTB Darío García. “Tienen esa exposición desde la crisis anterior y si recauda poco a poco, pero vender, le quedaría muchísimo por recuperar, algo que sería muy criticado a nivel económico y social”.

Por eso. García considera que la permanencia del Estado en el capital de Caixabank será algo tan estructural que trascenderá a cualquier Gobierno. “en algún momento, cuando hayan recuperado una gran parte, el 70%, saldrán del banco. No hay ningún viso a  corto plazo y, a largo plazo,  sería un suicidio económico y político, dijo García en alusión implícita al castigo social que tendría si abandonara el accionariado del banco sin haber recuperado una parte considerable del rescate. Sin duda, una misión complicada.

PRÓRROGAS ANTERIORES

“Nuestra impresión es que dada la situación económica actual, el Estado no va a incurrir en pérdidas mil millonarias vendiendo la participación antes de la fecha ahora prevista de 31 de diciembre de 2023 y que muy probablemente volverá a solicitar permiso a Bruselas para obtener un nuevo aplazamiento “, dijo a MERCA2 el analista de Ibroker, Antonio Castelo.

La ejecución de la desinversión forma parte de las obligaciones del FROB de acuerdo a la Ley 9/2012 y el mismo debía realizarse en un plazo no superior a los cinco años desde la fecha de suscripción o adquisición. No obstante, el Real Decreto Ley 4/2016 aprobó la ampliación a siete años del marco temporal en el que se debía producir la desinversión y abría la posibilidad de hacer nuevas ampliaciones de plazo bajo las correspondientes autorizaciones gubernamentales.

La ejecución de la desinversión forma parte de las obligaciones del FROB de acuerdo a la Ley 9/2012

Así, el Consejo de Ministros de 21 de diciembre de 2018, con el preceptivo informe del FROB y del Ministerio de Hacienda, aprobó la ampliación del plazo de desinversión en dos años adicionales.  El plazo máximo de desinversión expiraba en diciembre de 2021, pero el Ejecutivo decidió ampliarlo hasta diciembre de 2023.

La finalidad de esta ampliación es favorecer la utilización más eficiente de los recursos públicos maximizando la recuperación de ayudas, explicó entonces el Gobierno. La justificación del Gobierno para dar este paso es que la  «extensión del plazo permitirá al FROB ejecutar su estrategia de desinversión con más flexibilidad».

LA VISIÓN DE PAULA CONTHE (FROB)

En este sentido, a presidenta del FROB (Autoridad de Resolución Ejecutiva), Paula Conthe, ve «razonable» que la participación pública en el accionariado de CaixaBank se mantenga más allá de 2023, aunque es una decisión que compete al Gobierno. Durante su comparecencia este miércoles en el Congreso de los Diputados, Conthe ha reconocido que «hay que asumir que va a ser muy difícil recuperar la totalidad» de las ayudas concedidas en su día a Bankia, aunque ha insistido en que el objetivo último del FROB es maximizar el porcentaje recuperado.

El grupo BFA-Bankia recibió en su día una inyección de 22.424 millones de euros, de los que 10.620 millones fueron a parar a Bankia -la filial cotizada- antes de absorber BMN, que había obtenido a su vez 1.645 millones. Según ha apuntado Conthe, la decisión de privatizar definitivamente la entidad debe tener en cuenta el precio de la acción, pero también «la previsión de su evolución, el contexto macroeconómico y, sobre todo, la volatilidad del mercado».


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