Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, un ciudadano español consume en promedio unos 45 litros de agua al mes; cifra que, si se extrapola a una familia de 4 personas, da como resultado un promedio de 180 litros de agua por vivienda.
La mayor parte del agua consumida viene en botellas de plástico, las cuales, una vez utilizadas, son desechadas y terminan generando un importante impacto medioambiental.
En respuesta, la empresa especialista en agua a domicilio Blue Planet, ha implementado soluciones que promueven el reciclaje, como lo son sus fuentes de agua con botellas de agua reutilizables, que permiten reducir la contaminación del medioambiente.
El impacto negativo de los plásticos de un solo uso
Continuando con el ejemplo anterior de la familia de 4 personas y del agua que en promedio consumen en España, en términos prácticos esto es equivalente a casi 50 botellas de plástico no reutilizables, que serían cerca de 580 al año. Ante datos como estos, el problema se vuelve evidente, ya que los plásticos de un solo uso, que por lo general son los que se utilizan en el agua embotellada, acaban su vida útil en el océano. A su vez, esta gran cantidad de plástico termina por provocar la muerte de cientos de animales marinos. Eso sin mencionar el impacto contaminante que este material tiene sobre los recursos acuíferos que son tan esenciales para la vida. Hoy en día, el plástico es uno de los principales contaminantes de los océanos y el medioambiente en general y es por eso que el reciclaje debe ser una prioridad para las empresas y familias del presente y del futuro.
La solución que ofrece Blue Planet
En vista de la necesidad urgente de contribuir con la protección del planeta, y dado el gran potencial del reciclaje, la empresa Blue Planet ha decidido ofrecer un servicio fundamentado en estos dos factores. La compañía, que durante años se ha dedicado a la entrega de agua potable a domicilio, cuenta con fuentes de agua, tanto para hogares como oficinas, que incorporan botellas totalmente reciclables. Se trata de botellones reutilizables de larga durabilidad que, una vez vaciadas, la empresa se encarga de limpiarlas, higienizarlas y llenarlas nuevamente con agua 100% mineral natural, proveniente del Macizo de Montseny. De hecho, cada botella se somete al máximo control sanitario antes de volver a llenarse y enviarse al cliente.
Además, el transporte de estas botellas se lleva a cabo con vehículos híbridos, con emisiones mínimas de CO₂ al ambiente. Finalmente, una vez acabada su vida útil, se llevan a una planta de reciclaje especializada, donde el material se transforma para la creación de una variedad de productos, que van desde monturas para gafas, hasta material escolar, entre otros.
Con todo esto, la compañía ha logrado crear un proceso que no genera residuos de plástico y que, además, tiene un mínimo impacto medioambiental. Quienes utilizan sus fuentes de agua no solo contribuyen con la sostenibilidad, sino que además cuentan con agua de excelente calidad, pasada por un proceso de filtración que elimina los elementos contaminantes de la misma.