El Nutriscore ha llegado a los supermercados e hipermercados lleno de polémica, debido a que se trata de un sistema que ha sido objeto de críticas por gran parte de los sectores de la alimentación. De hecho, varios productos como el aceite de oliva virgen extra, el jamón ibérico o el queso han pedido salir de este método porque consideran que puede perjudicar su cuota de mercado. Este punto ha llevado la polémica a territorio europeo.
En concreto, se trata de un sistema gradual que pretende identificar la calidad nutricional de los productos alimentarios con el objetivo de indicar si son más o menos saludables. Sin embargo, desde que se puso en marcha en Francia en 2017, ha generado muchas críticas entre los partidos políticos, los sectores agroalimentarios y la opinión pública.
Además, uno de los ejes centrales de esta polémica es que existen productos que no se pueden comparar entre ellos, teniendo en cuenta la cantidad de calorías, azucares, socio y grasas saturadas de los alimentos.
Una muestra de ello es que no se puede comparar ni de lejos algunos productos con otros, como es el caso de comparar por ejemplo la Coca-Cola con el jamón serrano ibérico. Sin embargo, existen en Europa cerca de seis sistemas de Nutriscore de diferentes países, por lo que la Comisión Europe pretende y está trabajando en un único sistema de Nutriscore para todos los países.
NUTRISCORE, UN SISTEMA NO UNIFICADO EN EUROPA
El sistema Nutriscore comenzó su andadura en Francia, durante el 2017, aunque no es el único Nutriscore que existe, ya que Italia y otros países tienen el suyo propio. No obstante, en la actualidad, existen unos seis sistemas de Nutriscore y la Comisión Europea tiene el objetivo de unificarlos y crear un único sistema de Nutriscore para toda la Unión Europea.
En concreto, en la actualidad, en Europa existen seis modelos de etiquetado de este tipo, siendo el más ampliamente utilizado el de las ingestas de refrencia, creado por la industria, según el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (Eufic), una organización sin ánimo de lucro.
Sin embargo, no es el único ya que también están la barra de colores y letras del Nutriscore en países como Francia, Bélgica, Alemania y Luxemburgo; el logo de herradura en Suecia, Dinamarca y Lituania; el sello de elección saludable en Polonia y República Checa; el símbolo del corazón en Finlandia y las baterías del ‘NutrInform Battery’ en Italia.
En cambio, en Italia, las autoridades decretaron retirar el Nutriscore de los supermercados e hipermercados, tras la denuncia de los agricultores, ya que no existe todavía una legislación europea que lo avale, ni un consenso entre países.
Mientras que, en España, el Nutriscore sigue siendo voluntario. Aunque, de momento, se ha impuesto en el Gobierno la postura de esperar a conocer las conclusiones de Bruselas antes de emprender la regulación de ese esquema.
ESPAÑA NO QUIERE EL NUTRISCORE
En España, desde muchos sectores se han mostrado a favor del modelo del Nutriscore de Italia, mientras que existe total oposición al de Francia.
No se están valorando correctamente todos los productos salidos de la tierra y que conforman parte de la dieta mediterránea
Así, desde distintos partidos políticos se solicita que en realidad se apueste por un Nutriscore común para toda la Unión Europea y homologado por la Efsa, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
«Tenemos en la Unión Europea, una agencia europea de seguridad alimentaria que se basa en evidencias científicas, la Epsa, quien tiene que analizar esos valores nutricionales, esos ingredientes. Nos vamos a oponer al Nutriscore, que tanto daño hace a los agricultores que están produciendo con todos los estándares europeos los mejores productos. Esos productos naturales que salen de la tierra no se merecen que les pongan un naranja o un rojo cuando es un queso, un aceite de oliva o una cerveza que está dentro de la dieta mediterránea», ha indicado la Jefa de la Delegación Española del Partido Popular Europeo, Dolors Montserrat.
«No se están valorando correctamente todos los productos salidos de la tierra y que conforman parte de la dieta mediterránea. Vamos a trabajar para hacer un sistema homologado para toda Europa igual y validad o por la agencia europea de seguridad alimentaria. No queremos el Nutricore, queremos un servicio homologado por la unión europea», ha segurado Montserrat.
LOS SECTORES DE LA ALIMENTACIÓN CONTRA EL NUTRISCORE
Desde muchos sectores de la alimentación, no se apoya el Nutriscore porque compara productos alimenticios que en realidad no son comparables, es decir, alimentos que muestran unos parámetros incomparables.
uno de los principales problemas que plantea el Nutriscore es que criminaliza a algunos alimentos
En concreto, uno de los principales problemas que plantea el Nutriscore es que criminaliza a algunos alimentos, y cuando se trata de alimentos que se consumen dentro de un estilo de vida y una dieta equilibrada tienen un efecto positivo para la salud. Por tanto, como el Nutriscore solo identifica las partes de algunos alimentos no puede llevar una información completa al consumidor, ni adecuada. Debido a que el consumidor siempre debe de estar informado de todos los aspectos de los alimentos.
De esta forma, el Nutriscore no se plantea como un sistema justo porque valora igual a diferentes productos y no ofrece la realidad de la información a los consumidores.