Era cuestión de tiempo que pasarán dos cosas: que Zegona tomase mayor control en Euskaltel; y que la compañía vasca terminase saliendo a competir al resto de España con los grandes operadores. Esta noticia cae como una bomba para el resto de compañías salvo que haya un proceso de concentración paralelo.
Y es que esta semana finalmente Zegona ha aumentado su participación dentro del operador vasco y, tras una ampliación de capital, finalmente se queda con el 20,94% de la compañía. De esta manera relega a Kutxabank como accionista de referencia, que ahora se queda con el 19,8% de las acciones.
Bajo este contexto, habrá que esperar los posteriores movimientos. El primero, lógicamente, será la exigencia por parte de Zegona de tener mayor presencia en el Consejo de Administración. Por otra parte, todos los mentideros apuntan al exresponsable de Jazztel, José Miguel García, como nuevo capitán del operador. Por último, la acción que el mercado da por segura es la ampliación de su zona de influencia fuera del norte así como las zonas donde ya realizó compras R (Galicia) y Telecable (Asturias).
Sobre el papel este es el escenario previsible. El problema es que a los grandes operadores les supone un contratiempo importante. Después de un par de años soportando la presión competitiva de MásMóvil, ahora se van a encontrar con otro operador, todo hace indicar que bajo la marca Virgin, que traerá las mismas intenciones bajo el brazo.
De hecho, la lógica del mercado lleva a pensar que su desembarco en el resto de España vendría acompañado de una importante campaña de marketing, promociones, precios muy ajustados… porque de lo contrario no tendría ningún sentido bajar de su tradicional zona de influencia en País Vasco y el norte peninsular.
Este escenario, básicamente, traería una presión en los márgenes de rentabilidad para los operadores. Un caso práctico ya ha sido Vodafone, que incluso ha tenido que ejecutar un ERE y reformular su presencia estratégica en España. Pero es que Movistar, por ejemplo, sufrió un fuerte varapalo hace unos meses con pérdida de clientes, según el registro oficial de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
EUSKALTEL, MÁS PRESIÓN SÍ O SÍ
Fuentes del sector aseguran a MERCA2 que la irrupción de Euskaltel en el ámbito nacional no sería una buena noticia. Sobre todo para los operadores. Los consumidores, quizá, encontrarían -si cabe- precios más ajustados. Aunque en el fondo ahora mismo la mayoría de operadores ya ofrecen importantes ofertas y tarifas para todos los bolsillos y necesidades.
Que surja “otro MásMóvil”, añaden esas fuentes, no beneficiaría a la industria de las telecomunicaciones. Principalmente porque los niveles de inversión tendrían que ser revisados; y eso, lógicamente, va en perjuicio de los usuarios.
Después del «efecto MásMóvil» todos tienen miedo a que se reproduzca la situación
Y todo eso llega cuando parecía haber escampado la última guerra comercial en la que todos los operadores se han tirado a la cara promociones del 50% o años gratis de algún servicio. Algo que ha afectado en la captación de nuevos clientes, sobre todo para los tres grandes, que han ido a parar a la cartera de MásMóvil.
¿Y SI UNA CONCENTRACIÓN…?
En este contexto, solo hay un escenario en el que los tres grandes operadores no verían sus márgenes dañados: una nueva concentración del mercado. En principio Bruselas estaría en disposición de ser más flexible a la hora de dar el visto bueno a posibles fusiones y compras. Esto afecta de lleno a Orange, MásMóvil y Eskaltel, las compañías que están en todas las quinielas para que se muevan.
Bien es cierto que todos lo niegan. Cualquiera de las tres combinaciones ha sido desmentida, sobre todo por las compañías de Laurent Paillassot y Meinrad Spenger. Por ahora, Euskaltel solo era sujeto pasivo. Con la entrada en escena de Zegona todo puede cambiar. Y en realidad es algo que debe pasar. El mercado no puede sostener cinco compañías operando a nivel nacional. ¿Quién dará el paso?