José Manuel Entrecanales está de celebración. Ha logrado que los títulos de Acciona superen en Bolsa los 100 euros en esta primera parte del año, beneficiándose del rally alcista impulsado por las energías renovables que alejan los fantasmas del pasado. Entrecanales tendrá ahora tiempo durante los fines de semana para olvidarse de las cotizaciones bursátiles y disfrutar a los mandos de su querida batería o subido a lomos de una de las múltiples Harley Davidson de su colección, después –claro está– de asistir a misa de doce.
Han sido años duros para los ecologistas de salón que, como Entrecanales, han colgado su camisa azul y se han vestido de verde para coger la ola de la fiebre renovable y ocultar que sus fortunas se gestaron en las ubres de las obras públicas franquistas, migraron al socialismo de los años ochenta a golpe de pelotazo, se juntaron con los Aznar boys para cabalgar la burbuja inmobiliaria y, finalmente, abrazaron el zapaterismo y su propaganda ecológica gracias las familias y empresas españolas a pagar la electricidad más cara de toda Europa.
Y es que Don José Manuel es uno de esos empresarios patrios que no tienen ningún problema en pactar con Dios o con el diablo, según le vengan dadas. Uno de esos hombres con baraka que integran una especie de logia (conspiraciones aparte) o hermandad de poderosos con contactos a lo largo y ancho del planeta, algo que es fundamental en una empresa como Acciona, que firma contratos en todos los continentes. Con gran conexión con la Casa Real –la antigua y la actual– su prioridad es estar a bien con el poder para recibir el maná de los contratos públicos, o las subvenciones a costa del contribuyente.
Cuando el PP nombró a Francisco Álvarez Cascos ministro de Fomento le preguntaron a Entrecanales cuál era su opinión al respecto contestó sin despeinarse: “me parece el mejor hasta que llegue el próximo”. Una filosofía de vida y de empresa, que le ha permitido salir de la tormenta de la crisis con los bolsillos más llenos que nunca.
Falta menos de un mes para que comience la Feria de Jerez, evento al que no suele faltar el presidente de Acciona y al que este año acudirá henchido de gloria, si los mercados no le dan un susto tras las últimas semanas de subidas. A este homenaje al caballo español también suelen acudir el resto del grupo de los “cuatro magníficos”, que es como se conoce al clan que forman el propio José Manuel, Juan Abelló, Alberto Alcocer y Jaime Castellanos.
La otra gran pasión que comparten estos cuatro jinetes del apocalipsis es el mundo del toro, y se les puede ver cada año en la Maestranza de Sevilla en la Feria siempre que el tiempo acompañe. Porque por mucho que digan que en la capital hispalense no llueve nunca, lo cierto es que el albero se moja con frecuencia y casi todas las Semanas Santas algún paso se queda sin poder salir, con la consiguiente decepción de costaleros y nazarenos.
Pero el presidente de Acciona no es un habitual de las cofradías. Prefiere los toros y los caballos, ver a su querido Real Madrid aunque esté en horas bajas, jugar al polo, al golf o disfrutar de su vocación musical al frente del bombo y los platillos. Fíjense si es un músico frustrado que llegó a montarse un garito clandestino en El Viso donde la flor y nata de la beautiful madrileña disfrutaba de las actuaciones de José Manuel con un cubata en la mano y un pitillo en la otra.
Donde brilla realmente es en el deporte de los 18 hoyos, siendo el mejor de todo el Ibex, con un hándicap de 5,2. Se le suele ver en los campos de golf de Puerta de Hierro y Sotogrande, donde comparte greens con sus primos Juan Ignacio y Javier, vicepresidente y consejero de Acciona, con los que no se lleva tan bien como intenta aparentar. Y otro que no falta en estas citas es Borja Prado, con quien los Entrecanales mantienen una estrecha relación, comparten equipo de fútbol y además le consiguieron la presidencia de Endesa gracias a las maniobras políticas y económicas de Don José Manuel.
A POR ENDESA: EL CABALLERO BLANCO DE ZAPATERO
Llegamos así al pelotazo y posterior desmantelamiento de Endesa, una de esas operaciones que configuran la base del “capitalismo de amiguetes” patrio o, como les gusta decir a los anglosajones, el crony capitalism. Un término que sirve para describir un sistema económico a caballo entre el libre mercado y el socialismo, que no tiene nada de lo primero pero sí todo de lo segundo, en el que el éxito corporativo depende en buena medida del cabildeo con los gobernantes de turno.
Acciona apareció como el caballero blanco que iba a salvar la españolidad de Endesa tras la fallida OPA política de Gas Natural y la posterior oferta de la alemana EOn. Se alió en secreto con la italiana ENEL con la connivencia de José Luis Rodríguez Zapatero y de Miguel Sebastián –algo que sigue negando en la actualidad el presidente de Acciona a pesar de las pruebas evidentes de que se trató de una operación monclovita– y adquirió el 25% de Endesa arriesgando la estabilidad financiera de Acciona.
Por aquel entonces José Manuel, tras ser nombrado presidente de Endesa, dijo que la inversión en la eléctrica se realizaba con una vocación de permanencia, pero dos años después le vendió a ENEL el paquete accionarial obteniendo unas plusvalías de 1.700 millones de euros. Es decir, que Acciona fue un mero intermediario en la entrega de la mayor energética española a manos de los italianos, que pusieron a Borja Prado de presidente para mantener las formas y completar el teatrillo.
Otra de las operaciones que destacan en la carrera de Entrecanales es su intento de asaltar el trono de Florentino Pérez, intentando una operación con FCC para competir de tu a tu con el presidente del Real Madrid, con quien mantiene un enfrentamiento soterrado desde hace años. Compró el 15% de la compañía de Esther Koplowitz que desde el principio luchó con uñas y dientes para evitar que José Manuel tomara el control de su empresa. La jugada no le salió bien y después de unos meses de dura batalla decidió vender el paquete accionarial y el dinero lo empleó en financiar parcialmente la operación de Endesa. En este caso obtuvo 1.000 millones de euros en plusvalías haciendo lo que mejor sabe: que crezca el dinero.
PADRINO DE AL GORE: LLEGA LA ‘RELIGIÓN VERDE’
Después de estos devaneos con FCC y Endesa ya nadie dudaba de que José Manuel Entrecanales iba a dar mucho que hablar en el mundo de los negocios ibéricos, pero nadie podía imaginar que sería el abanderado de la nueva religión climática cuya implantación en la opinión pública es prácticamente un hecho en nuestros días.
Fue precisamente el presidente de Acciona quien apadrinó el tramposo documental de Al Gore Una verdad incómoda que fue clave para sembrar las semillas que germinarían en el posterior lavado de cerebro colectivo. En aquel momento, en 2007, Entrecanales aprovechó el tirón mediático y gastó una fortuna en cambiar la imagen corporativa de Acciona para sumarla al movimiento verde. La vieja constructora se convertía así en la compañía “pionera del desarrollo y la sostenibilidad” en España.
Y es que no se puede negar que José Manuel Entrecanales es un hombre muy preparado. Después de dar sus primeros pasos como alumno en el Colegio Estudio de Madrid –heredero de la Institución Libre de Enseñanza– se licenció en Economía por la Complutense y posteriormente fichó por Merrill Lynch, con despacho en Londres y Nueva York.
Los que le conocen aseguran que prefiere el poder al dinero, pero lo cierto es que todo lo que toca lo convierte en oro, como el Rey Midas de la mitología griega. Aunque es cierto que con la explosión de la burbuja inmobiliaria y la posterior crisis de las renovables el panorama no pintaba bien para Acciona, la realidad es que hoy en día disfruta de una posición envidiable que ya les gustaría ocupar a otras empresas del sector… y si no que se lo digan a Abengoa.
En lo personal José Manuel Entrecanales es un tipo que no muestra emociones, aunque sus familiares y amigos aseguran que es cariñoso de puertas adentro. Como buen adicto al trabajo exige a sus empleados un compromiso total con la empresa y en el plano intelectual es un digno heredero de la familia ilustrada que controla Acciona; con diferentes ramas que manejan varias sociedades con importantes patrimonios incluyendo fondos de inversión, sicavs, inmuebles y fincas, como las toledanas El Cigarral o El Milagro, que sirven al clan para apartarse del mundanal ruido y disfrutar de su pasión por el campo.
EXPROPIACIÓN DE ATLL Y EL CONFLICTO CON SU MADRASTRA
Los únicos dos frentes que ennegrecen los pensamientos de José Manuel en estos días de gloria son la expropiación de la compañía de aguas catalana ATLL y la guerra familiar que se está produciendo por el control de Acciona.
Respecto a la cuestión de la concesionaria hídrica, Acciona pelea en los tribunales con la Generalitat por la cuantía de la indemnización, una vez que se han roto los puentes que permitieron al grupo hacerse con la mayor privatización de la historia de la comunidad autónoma, en una operación que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha calificado de irregular hasta en diez ocasiones.
El pacto con Artur Mas no sólo incluyó la entrega de ATLL a Acciona pasando por encima de Agbar, sino que además el president aprobó una subida del canon por el cual los catalanes pagan una de las facturas de agua más elevadas de España.
En cuanto a la pelea por el control de Acciona, el tradicional enfrentamiento familiar entre los Entrecanales Domecq y los Entrecanales Franco se está recrudeciendo. Además, hace poco más de un año, María Marsans –la viuda de José Manuel Entrecanales Azcárate, el padre del actual presidente– se enfrentó con su hijastro con comunicado incluido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), recordando que ella sola controlaba más del 5% del capital del grupo.
Desde entonces existe el rumor de que tarde o temprano se nombrará un consejero delegado (un CEO) que quite funciones ejecutivas al presidente. Y es que todavía hay empresas del Ibex que no cumplen con los criterios de buen gobierno corporativo y aúnan en una misma figura al presidente y al primer ejecutivo. Seguramente esa sea la excusa perfecta para colocarle un CEO a Don José Manuel… aunque sólo será posible si se deja.